Hay un refrán que dice que "el destino nos alcanza en el camino que usamos para esquivarlo". Y ese destino viene arrastrando a nuestros sentimientos , generalmente a los más dolorosos, aquellos a los que queremos olvidar, de los que nos queremos deshacer. La forma más fácil y sencilla que yo he aprendido para quitarle poder a un sentimiento o recuerdo conflictivo es: recordar la experiencia, Darle una imagen y luego con la imagen en la mente mover los ojos en diferentes direcciones cómo si de un lápiz se tratase con la finalidad de rayar la imagen y hacerla difusa e indistinguible, espero que les sirva.