Talleres literarios | Día 1 | Personajes y contrapesos en una historia
TALLER ROJO
Esencia inquebrantable
Emily era una chica muy entusiasta, alegre y divertida. Quienes la conocían sabían de su particular carisma y de su actitud extrovertida. A sus 19 años de edad, tenía la facilidad de encajar en cualquier contexto social. Podía entablar solidas conversaciones con gente adulta, hablaba sin ningún tabú de política, expresaba sin cohibiciones sus opiniones sobre cualquier tema en la palestra y le agradaba a los padres de sus amigas. La misma relación cordial la llevaba con los jóvenes de su edad, sus momentos especiales durante la semana pertenecían a sus clases de canto, allí era donde más compartía con sus amigos; con frecuencia (cuando las responsabilidades universitarias lo permitían) iban por un helado o disfrutaban de una noche de cine luego de los ensayos. Al finalizar su jornada diaria llegaba a casa, ayudaba a su madre a hacer la cena, luego sentados a la mesa contaba los detalles de su día y sus padres se alegraban de ver como su hija crecía siendo tan sociable. Emily realmente era una joven muy agradecida y satisfecha con su vida.
Hasta que un día algo enturbió el clima de su convivencia. Un día nublado, Emily se retrasó en el trayecto de la universidad a los ensayos de fin de curso. Estaba por terminar el semestre y era imperativa la puntualidad. El transporte público era infernal. Pero contra viento y marea, aunque un poco tarde, logró llegar. Cruzando la entrada del conservatorio una de sus compañeras al ver lo sofocada que iba la tranquilizó. — Puedes desacelerar el paso mujer, todos hemos tenido un día pesado — Con un gesto sorpresivo añadió — El profesor aún no llega — La apurada joven agradeció con un guiño a su amiga y continuó su paso más relajado hasta el salón de ensayo.
Al llegar, pudo escuchar que sus compañeras se hallaban en pleno cotilleo, aprovechando la ausencia del profesor. Pero no pudo evitar detenerse unos pasos antes de entrar al salón. La sorpresiva mención de su nombre la hizo pararse en seco y su sentido de espionaje apareció.
— De verdad no puedo creer que le hayan dado el solo a Emily — Comentaba Alicia con expresión de desaprobación — De no ser por lo zalamera que es con los profesores, diría que de verdad se lo ganó — Hizo una pausa para después añadir — Todas sabemos que no es más que una interesada, terminará haciendo el ridículo y avergonzando a todo el curso.
Esas palabras fueron como miles de puñaladas en el corazón de Emily, no podía creer que de verdad estuvieran hablando así de ella, ni siquiera en sus pensamientos más oscuros hubiera imaginado que sus amigas pensaran de su persona en esa forma, pero lo que terminó por decepcionar y romper su corazón fueron las risas y comentarios de aprobación de las demás chicas — Muchas cantamos mejor que ella, no sé qué está pasando con los estándares de esta conservatorio— agrego Luisa.
Lagrimas corrieron por las mejillas de Emily, un nudo se formó en su garganta y no tuvo la fuerza de entrar al salón y enfrentarlas.
Ese fue el primero de muchos ensayos a los que ella no asistió
Los padres de Emily fueron los primeros en notar su depresivo estado, sus charlas ya no acaparaban la atención a la hora de la cena, dejó de frecuentar a su grupo de amigos para evitar encontrarse con las chicas que hablaban a sus espaldas. Comenzó a desconfiar del valor de la amistad, pues a su parecer las personas carecían de sinceridad, la hipocresía estaba a la orden del día y el concepto de lealtad había desaparecido.
Así permaneció varios días, hasta que uno de sus profesores, preocupado por su ausencia en el momento más cumbre del semestre, decidió presentarse en casa una tarde de abril.
Cuando su madre le notificó que el profesor Henry la esperaba en la sala, Emily se sintió algo acorralada. Estando en casa no podía exponerle excusas a su tutor, sus padres la desmentirían. Por otro lado, no podía confesar la verdad, se había esforzado por ocultar su tristeza a mamá — Ya te dije que todo está bien, solo me siento algo saturada y quiero tomarme un descanso — respondía cada vez que su madre le preguntaba.
Emily bajó las escaleras con paso lento, el trayecto de su cuarto a la sala le pareció estrecho e incómodo, no podía creer que la situación había llegado al extremo de tener a un profesor esperándola en la sala.
Cuando llegó ante el profesor no supo cómo saludarlo, observo que degustaba muy satisfecho el café con galletas que la señora madre de la chica le había servido. Así que, no queriendo interrumpir su deleite se limitó a sentarse en el sofá frente a él y tras un silencio incomodo el profesor preguntó:
— ¿Crees que vale la pena renunciar a lo que amas? — Cuestionó el profesor Henry sin rodeos con la mirada fija en Emily.
Ella no supo que responder, se sentía tan estúpida, tan avergonzada. Había sido tan inmadura al dejar el conservatorio. A su vez, no pudo evitar una sensación de desconcierto. — ¿cómo sabe que yo…?— El profesor la interrumpió.
— Llevo muchos años en la enseñanza. No necesito ser adivino para saber que las chicas querían ese solo—Dijo como si fuera algo obvio. — Era de esperar que se llenarían de envidia contra cualquiera que lo obtuviese — Luego de un sorbo de café, continuó —Aunque debo reconocer que no esperaba tu reacción, siempre has sido la más madura de la clase.
Emily no pudo evitar enojarse, se sentía completamente incomprendida. La reacción siguiente el profesor Henry no se la esperó.— ¿Acaso no tengo derecho a enojarme? ¿Me está diciendo que debo tolerar que me difamen de esa forma y actuar como si nada ha pasado? — Emily luchaba por contener las lágrimas, no quería ser melodramática. Era lo menos que deseaba — Siempre me he esforzado por ser gentil y cordial, mostrar lo mejor de mí. ¿Y a cambio que he ganado?... — bajó la mirada buscando fuerza dentro de sí para continuar desahogándose —… la fama de zorra.
Un silencio incomodo se hizo presente en aquella sala, la taza de café ya estaba vacía. El giro que había tomado la conversación hizo imposible que el profesor siguiera comiendo las galletas. Henry observo como Emily soltaba las lágrimas que quizás había contenido delante de sus padres. Y con la misma empatía que le había conducido hasta la casa de su estimada alumna respondió:
—No te pido que ignores todo lo sucedido. Como alguien que ha vivido muchas amargas experiencias en su carrera profesional, te puedo asegurar que las críticas siempre vendrán. Observó como el llanto de Emily se sosegaba y continuó — No puedes evitar que la gente intente hacerte daño, pero si puedes evitar el impacto que estas causen en tu vida. Así que te espero mañana en el ensayo, no le des el gusto a nadie más de verte derrotada.
Y despidiéndose de la madre de Emily, el profesor Henry se marchó. Aquella visita había sido corta pero realmente contundente. La sabiduría de su profesor la había impresionado por completo. Años después Emily siguió recordando aquella tarde de galletas y café, nunca olvido como aquel maestro le enseño que solo ella tenía el poder de decidir quién le hacía daño y quién no, que las críticas de los demás no determinaban su persona.
Aquella prodigiosa cantante comprendió que la verdadera fortaleza estaba en mantenerse auténtica aunque el mundo quisiera destruir su esencia.
ANÁLISIS
TALLER AMARILLO
Ojo de pez
Me pasó una vaina increíble. Yo venía saliendo de un lugar que ni recuerdo el nombre; estaba cantando mientras caminaba por el puerto, y de repente vi a una chama. ¿Qué coño hará allí solita? Parecía que estaba contemplando aquella llanura de espejo, pero la vaina me pareció rara, y como yo no soy ni chismoso ni metiche la comencé a llamar: ¡psst!, ¡ehy!, ¡tú!, ¡psst! ¡ehy!, de seguro pensó que la iba a violar, porque no me paraba bolas. ¡Chama! Y nada que me hacía caso, así que me le acerqué. Cuando ya estaba a unos cuantos pasos de ella, volteó. ¡Mi hermano! Esa mujer tenía los ojos más azules que yo había visto en mi vida. Unos ojos tan azules como el agua del mar. No decía nada, así que me quedé parado, allí, inmortalizado. Rezando a Dios que no me fuera a matar. Bueno, di otro paso y chupulún pal agua. Fui tragado inmediatamente por la llanura de ese espejo y la densa oscuridad de su reflejo. Fue una vaina espeluznante, a un lugar de donde yo estaba me veía a mí mismo, y poco a poco fui desapareciendo. Cuando estaba a punto de perder la conciencia, apareció otra vez la chama esa; me abrazó y pude moverme de nuevo, luego insufló en mi boca; inspiró en mí vida. Fue una vaina loca, hasta se me erizó la piel y todo. ¡Mira, ve! Se tatuó en mi piel. ¡Veme los brazos! Las costillas, también.
TALLER AZUL
Muertes cruzadas
La muerte avanza por sus propios caminos. Tiene nudos de voces que se entrelazan y a veces murmuran con una intensidad semejante a la vida, o se pierden en el silencio muy grande que contiene a las historias destinadas a no ocurrir. No es cualquier silencio, es la mudez de las cosas que aún no suceden, es el silencio de cosa sustraída de la existencia.
Un muchacho camina por la cima de un cerro. Su miedo es más grande que el dolor de las espinas que se clavan en sus talones, más grande que las excoriaciones y todo su cuerpo es una masa latiente de miedo. Lo siguen otros dos, eso no importa, esos son apenas los asesinos. ¿Por qué se lo llevan? ¿Por qué hurgan en esa llaga pavor? Le pegan un tiro que nadie oye. El muchacho apenas llora unas lágrimas y por encima de la mole pesada del espanto que le roba el aire, recuerda una palabra que tuvo sentido alguna vez, la palabra “madre”; recuerda que sonaba ligera. Esa mujer no se enterará de la suerte de su hijo, ella preferirá creer otra cosa. “Debió haberse perdido en el mar”, piensa con tristeza. “Ahogado”, piensa, y se siente vacía.
Los huesos del muchacho aún no han sido hallados. Gritan, blanqueándose, haciéndose roca. Sus dientes fundiéndose con las piedras, mordiendo los cascajos del cerro. La memoria de sus huesos luchando por alcanzar otra memoria, pues la ha sentido activa. Percibe su movimiento inquieto y anhelante allá abajo, en el pueblo; sobre todo por las mañanas, cuando el cielo está a punto de estallar hecho una furia incandescente sobre el horizonte del mar. “Mamá, no me perdí en el mar. Me mataron”, susurran los huesos. Se arrastra a través del grito, intenta arribar al refugio ligero de la madre. Enmudecer, por fin.
Una torre de agua
Así la muerte encuentra sus caminos y, a veces, corta un nudo de relatos, confunde la memoria de los muertos y los vivos, pues mezcla los tiempos y bien puede tomar lo acontecido hace poco como una historia muy vieja o, al contrario, tomar por acontecida una historia que aún no ha sido vivida.
En el año 29 un terremoto sacudió a Cumaná. Fue una tragedia que asoló a la ciudad, pero mi abuela sólo supo de estas cosas por otras personas. Para el momento, se hallaba en Puerto Escondido, pues había enfermado de meningitis y una de sus tías, Lidia Magda, avisada de que mi abuela no podía valerse por sí misma, ni ver por sus hermanas, ni cuidar de su propio hijo, se la había llevado temporalmente al pueblo de su infancia.
Lidia vivía con su familia en uno de los pocos ranchos que todavía permanecía habitado en Puerto Escondido ―para la época, reducido a la mitad de lo que era en otros tiempos. Ya la casa grande comenzaba a mostrar el maderamen al sol y las familias que quedaban seguían adelante sin fijarse mucho en su propia merma.
La tía Lidia se llevó a mi abuela una mañana. Entontecida por la fiebre, confundida por la enfermedad, vio acercarse las arenas blancas de la playa de su infancia y sus brillos le parecieron joyas. La silueta de los ranchos desvencijados al pie de los cerros, sombras móviles de animales extraños, lentos y grises. Así eran los recuerdos que conservaba la abuela Antonia de la última vez que visitó Puerto Escondido. Una película temblorosa de colores. Un mural cristalino de luz.
El día del terremoto mi abuela se hallaba a la orilla del mar. Allí la tía Lidia la sentaba todos los días, antes de que el sol se deshiciera en un arrebato de fuego que le quemara la carne. Mi abuela supo después que todos huyeron hacia los cerros. La tía Lidia apretando en su pecho al más pequeño de sus hijos, gritando “Dios, ampárame”, imposibilitada de recordar a su sobrina, que contemplaba la cortina abarrotada de brillos del agua retirarse de la playa, lejos, hasta dejar desnudas las rocas del fondo del mar.
Mi abuela vio levantarse un edificio de agua contenida por una mano invisible. En su interior los botes de su gente, tíos, vecinos, se despeñaban por caídas líquidas, peces reventados flotaban con los ojos muertos, piedras gigantescas, jaspeadas, seres del agua que no supo reconocer.
Cuenta mi abuela, que de esa furia, que amenazaba con socavar el pueblo no quedó sino una suave ola de agua sucia que subió mansa por sus pies, trepó hasta su cintura, blandamente hasta su pecho, apagando la fiebre.
Los caminos de la muerte
Mi abuela fue llevada, aunque tarde, al cerro, por el marido de la tía Lidia, que fue quien se acordó de la enferma abandonada a la orilla del mar durante la conmoción. Luego la vida siguió cada vez con menos miedo. La historia del maremoto creciendo, cambiando, mutando, entreverándose con relatos más o menos emocionantes o heroicos contados por gente que apenas pudo verlo, pues empleaban todas sus fuerzas en huir por los cerros.
Mi abuela siguió sentándose a la orilla del mar mientras su cuerpo se iba curando y recuperaba el sentido de las cosas reales, más opacas, menos hermosas, más pesadas. Cuenta que el último delirio que la abandonó era el susurro desesperado de un muchacho muy joven que imploraba por sus huesos, que se arrastraba tercamente hacia el interior de las piedras de los cerros, mordiendo.
DINÁMICA
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INVITACIÓN
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Cordialmente,
Daniel Camacho
#TallerAzul
El cuento presentado al taller bajo el título «Muertes cruzadas», de @adncabrera, cuenta la historia de Antonia (abuela de la ¿narradora?; no hay marca textual que lo corrobore, esto es una especulación mía) y del hijo de esta que ha sido asesinado y que trata de enterar a la madre de su situación a pesar de estar muerto. Todo esto ocurre estando la mujer enferma y en medio de un terremoto y posterior maremoto que conmocionan el entorno de la Antonia. Como se ve, el cuento de @adncabrera es, a pesar de su brevedad –o precisamente por ella–, un amasijo de sucesos que enriquecen la trama de la historia sin llegar a complejizarla de manera gratuita; muy por el contrario, el lector siente que es conducido por una voz entrenada y diestra en el arte de contar.
Quisiera, en primer término, destacar aquellos aspectos que me han gustado del cuento de @adncabrera, para luego señalar otro que me parece pueden mejorarse para que el relato gane más como pieza literaria, en su unidad textual y narrativa.
Tanto los párrafos que tienen mayor corte reflexivo (caso del primero: «La muerte avanza…») como aquellos más narrativos, me parece que están muy bien logrados. Los dos relatos se desarrollan de forma paralela hasta que confluyen –desembocan, podríamos decir– al final en el cierre:
El tono de la narradora en los pasajes que se refiere a la abuela Antonia me parece muy apropiado tratándose de una historia familiar, con la que parece identificarse a plenitud; es una voz cercana, amena, que fluye bastante bien de principio a fin. Además, se trata de una narradora que conoce la historia que cuenta, aun cuando a veces nos parece que la historia tiene saltos y no se narra en sentido lineal.
La descripción del pueblo de la infancia, que se recupera no solo en el regreso, sino también en el recuerdo, me parece uno de los mayores logros del cuento. También merece especial mención la narración del momento en el que el mar se retira formando «un edificio de agua contenida por una mano invisible».
Lo que pienso que debería trabarse o mejorarse:
Creo que el cuento presenta un problema de disonancia entre la historia del muchacho muerto y la de la abuela Antonia. No sé si esto tenga que ver con cierto tono enigmático y profundo de las partes que se refieren a la muerte y al asesinato del hijo, que se distancian de lo familiar y lo diáfano que resultan los pasajes sobre la abuela. Estos dos tonos parecen no conjugarse, no amalgamarse del todo en una sola narración, al punto de que producen la impresión de que son dos narradoras/narraciones distintas. O, si las referencias a la Muerte (así, con mayúsculas) interrumpen el devenir narrativo del cuento, afectando el tempo narrativo.
En este caso creo que una alternativa puede ser enfatizar esas diferencias tonales, tal vez con alguna marca tipográfica como la negrita o la cursiva para incluso delimitar con precisión cada parte del texto, pues no veo como posibilidad darle uniformidad –diluirlas– con un solo registro, porque, como ya señalé, me parece que ambos están muy bien logrados.
Ha sido un placer leerte, @adncabrera; gracias por permitirnos comentar un texto con una calidad como el de «Muertes cruzadas». Espero haber contribuido de alguna manera al ejercicio reflexivo de tu propia obra. Te animo a seguir cultivando tu obra, a seguir trabajando para que tu literatura siga creciendo no solo en cantidad sino también en calidad. Vas muy bien encaminada.
Finalmente quiero agradecer a @decomoescribir por la oportunidad que me brinda para compartir con ustedes mis apreciaciones en la conducción de este grupo #TallerAzul. Espero estar a la altura de este tremendo compromiso que con este comentario comienzo a asumir. No dejen de comentar y de compartir también sus apreciaciones.
Un abrazo para todos.
Estimado @reycard, ¡saludos!
Es enormemente útil para mí el análisis que haces del cuento, pues, más allá de la subjetividad inherente a toda lectura, muestras los nudos problemáticos de la estrategia narrativa que escogí.
Entiendo que narrar implica tomar decisiones estéticas y asumir los riesgos de los resultados. Parte de ello es enfrentar problemas que superan nuestra técnica, nuestra comprensión, visión... y, por supuesto, todo escritor mínimamente experimentado lo sabe, la imposibilidad de complacer el universo infinito de los gustos. Para resolver conflictos de este tipo, puede uno sentirse privilegiado si cuenta con lectores sensibles, inteligentes y formados. En este sentido, me siento particularmente privilegiada con tu lectura porque logras dar el informe de aspectos que a mí misma, por ser la autora y estar naturalmente apegada al texto, me cuesta ver. Gracias en particular por la sugerencia tipográfica, es un recurso que no había contemplado. Gracias por el ánimo. Abrazos.
saludos @reycard , coincido contigo en tus apreciaciones del texto de @adncabrera . Me parece que está bien logrado ya que me atrapó una vez que lo leí con detenimiento. Por alguna razón, no sé cómo explicarlo, tengo la sensación de que hay algo de autobiográfico en su propuesta al igual que en el trabajo de @zuni y en menor proporción, en el relato "Ojo de pez" de @spavan697 , que también es bueno.
Saludos a @decomoescribir, a los otros dos moderadores y a los talleristas. Ya he encomiado esta iniciativa de @decomoescribir, así que paso a mi comentario, no sin antes advertir que no soy miembro del taller; solo un observador. Mi comentario será solo del cuento "Esencia inquebrantable" de @zuni, participante del Taller Rojo. Para comentar los otros, esperaré que sus moderadores y sus participantes presenten sus exposiciones u opiniones.
a) Considero que el cuento se inscribiría en eso que es considerado un "relato psicológico"; allí estribaría su naturaleza y valor. En tal sentido, coincidiendo con lo expresado por el moderador y otros, se requeriría de un desarrollo o una profundización psicológica del personaje principal, Emily (esto no tendría que suponer un aumento mayor de la extensión del cuento).
b) Vinculado con lo anterior, diría que Emily podría funcionar como su antagonista, al generarse en ella su conflicto interno; eso podría aprovecharse para darle más espesor al personaje y a la historia.
c) Se podría alcanzar un nivel simbólico sin necesidad de sustituir a los personajes humanos por animales u objetos. ¿Dónde estaría lo simbólico? Creo que, precisamente, en este carácter antagónico o contradictorio que habita en Emily.
d) Aunque respeto el sentido de enseñanza moral que la autora le quiere dar a su relato, presentada casi como una moraleja al final, sugeriría que ese atributo debería ser superado en una narración contemporánea. Creo que el relato en sí mismo debería permitir que el lector asumiera sus propias conclusiones o ·enseñanzas" (si las hubiera).
Finalmente, felicito a @zuni, como ya se ha dicho, por su valentía y franqueza, y percibo en ella dones para alcanzar una excelente narrativa.
Increíble aportación, José.
D.
Saludos @josemalaven, me parece muy interesante tu perspectiva crítica de mi relato. Aunque para escribir relatos psicológicos debo pulir primero algunos aspectos de mi narrativa, es algo que puedo considerar a futuro. Tu opinión de crear en la protagonista su propia antagonista me recuerda mucho al cisne negro, aunque por supuesto no estoy comparando mi escrito con semejante obra. Gracias por tomarte el tiempo de leer mi participación, sin duda alguna es muy enriquecedora.
De Ivonne Cruz de Youtube:
#TallerRojo, @zuni: quiero felicitarte no solo por el buen texto que enviaste sino por la valentía, no es cosa fácil exponer nuestros escritos a los demás y mucho menos en un taller como este en el que casi todo el mundo puede leerte.
Ya entrando en materia, "Esencia inquebrantable" es muy fácil de leer, lineal y simple; ojo, que con esto no digo que sea aburrido o mucho menos, lo que digo es que la premisa es muy sencilla y esto ayuda a conectarse muy rápido con la historia. No pude evitar sentir que el relato es un poco autobiográfico, algo que es normal. Al principio casi todos escribimos más basados en nosotros mismos que otra cosa, algunos tenemos deslices y lo seguimos haciendo a veces jajajaja Tengo la impresión de que estás joven y eso me alegra mucho porque significa que todavía tenés mucho camino que recorrer, o mejor dicho leer.
El personaje de Luisa, así como tal, me parece que está de más o que le falta construcción; me refiero a que sería bueno conocerlo más. La descripción inicial es muy explícita y eso deja al lector sin espacio a imaginar o agregar él mismo algo al personaje, en lo personal prefiero siempre "dejar algo a la imaginación". O más bien, no contarlo todo, sino mostrarlo, como te decía Daniel en el video: haciendo un chiste, contando una acción determinada que Emily llevó a cabo, de manera que la conozcamos por lo que hace y no a través de la voz del narrador, que en este caso serías vos.
De nuevo, te felicito y espero seguir leyéndote, ya sea por acá u otros medios.
#TallerAmarillo, @spavan697: si esto te pasó de verdad ¡qué miedo! jajajajaja Me parece el texto perfecto para continuarlo y darle un fin, o elaborarle más trama alrededor. No sé, la impresión que me dio es que es la pieza de un rompecabezas que anda por ahí. Desde la primera línea me di cuenta que sos venezolano ¿o me equivoco?
Me gustó mucho la inclusión de lenguaje coloquial, porque a pesar de ello, no se lee como un texto cualquiera o como un mensaje en WhatsApp y no cualquiera logra hacer eso, así que muy bien ahí. La descripción de la "chama" me encanta, transmitís tu propio asombro y también transmitís tu miedo al verla.
Felicidades.
#TallerAzul, @adncabrera: ¡QUÉ HERMOSO ESE PÁRRAFO INTRODUCTORIO! Perdón por las mayúsculas, pero es la única manera que encontré de expresar exactamente lo que quería. Lo leí y me emocioné tanto que volví a él como en 3 ocasiones sin avanzar con el siguiente. Me fascina porque — además de que está preciosamente escrito — deja bien sentada cuál es la atmósfera del relato.
El resto de la historia está a altura; muy elegante tu forma de contar, se nota mucho tu gran bagaje literario y lográs meter en las entrañas una historia tan fuerte y triste sin que se te escuche visceral. A mí todavía me cuesta mucho separar eso y leer tu relato me ha ayudado bastante a tener por lo menos un lineamiento ¡gracias!
La separación de los momentos del escrito me parece muy acertada porque delimita el sentir en cada uno y ayuda a descansar, al ser de temática densa.
No sé si me pasó solo a mí, pero como que en medio siento una especie de desconexión entre la primera parte de la historia y la segunda. Me gustaría dejarlo respirar y releerlo en un par de horas, por ahora los dejo con esta impresión.
Me encantó, ni siquiera sé qué más decir. Estoy abrumada, ahorita recién volví a ese primer párrafo. Lo copié en mi teléfono y lo leo cada que puedo, creo que estoy un poco obsesionada jajajajaja
¡FELICIDADES! Y gracias por ese párrafo.
Gracias por tu lectura y palabras, Ivonne Cruz. Ahora tengo una anécdota para contar: lo de que llevas un párrafo mío en el teléfono... jejeje. Voy a presumir con eso.
Hasta ahora te contesto, porque te he visto ya instalada en Steemit. Por ahí te sigo para leerte, @madamebobary.
Así es; debería tener Steemit notificaciones cuando te mencionan. Será muy difícil que le lleguen estas palabras, jeje.
Saludos, Adriana.
D.
Estimados amigas y amigos: ayer tuve que ausentarme por una indisposición repentina que me apartó de la computadora durante varias horas. Pero ya estoy de vuelta. A continuación, mi comentario sobre "Ojo de pez". Los comentarios sobre los demás cuentos los haré por separado.
#Taller Amarillo: “Ojo de pez”, el trabajo que presenta @Spavan697, es un cuento corto de apenas 250 palabras. Es un texto bastante eficiente en su desarrollo. Está narrado desde una voz informal, en primera persona, con giros coloquiales, aunque, y esto es particularmente interesante, también con destellos poéticos. Por ejemplo: “Fui tragado inmediatamente por la llanura de ese espejo y la densa oscuridad de su reflejo”. Este cambio de registro a mi parecer es uno de los aspectos atractivos del texto. Es interesante que el autor no se conforme con un simple registro del lenguaje coloquial, sino que vaya un poco más allá.
“Ojo de pez” narra el encuentro del narrador con una muchacha, a quien podemos suponer un ser del agua, y luego del involuntario chapuzón del protagonista, un suceso inexplicable. La trama resulta fácil de seguir hasta poco antes del final, donde se vuelve confusa. Veamos si puedo explicar esto con claridad y de una manera que pueda ser útil a @Spavan697.
Hasta que el personaje cae al agua, las acciones son enigmáticas pero no presentan dificultades. Cuando el personaje está a punto de perder la conciencia, aparece de nuevo la muchacha e “inspira vida” en él; todavía hasta este momento todo está claro. Pero en las últimas dos líneas el narrador opta por las elipsis y los acontecimientos se vuelven difusos: “Fue una vaina loca, hasta se me erizó la piel y todo. ¡Mira, ve! Se tatuó en mi piel. ¡Veme los brazos! Las costillas, también.” Yo, como lector, inevitablemente me hago varias preguntas: ¿Qué es lo que debe ver el interlocutor (que es el lector)? ¿Un tatuaje de una sirena, una muchacha de ojos azules? Y ese tatuaje que recorre los brazos y las costillas, ¿cómo es? Creo que aquí se le oculta al lector información esencial para comprender cabalmente el cuento, y eso provoca una sensación de “incompletud” (disculpen la palabreja tomada de un ámbito distinto al de la literatura, pero creo que se entiende lo que quiero decir); no tanto de historia no acabada, sino de historia en la que no tenemos los datos necesarios.
No es un problema sencillo determinar la cantidad de información que debemos entregar en un cuento para que se entienda, al mismo tiempo sin ser demasiado obvios. Creo que son más los cuentos que no funcionan por falta de información que por exceso; además, el exceso siempre se puede eliminar en una revisión posterior. Lo que puedo recomendar, en este caso, es que el autor trate de ser más explícito y detallado en su final y luego compare las dos versiones y al final decida qué le gusta más, qué se acerca más a la idea que tenía al imaginar el cuento.
Dicho esto, también quiero señalar que es un relato con mucho potencial que podría ser explorado en diversas vías: la abiertamente fantástica, la satírica, la erótica…
Termino invitando a @Spavan697 a comentarnos su visión del cuento y en particular del final, y a partir de ahí podemos señalar otros aspectos.
Al igual que usted me gustó la forma de entremezclar lo vulgar con "el giro poético"@rjguerra “Fue una vaina loca, hasta se me erizó la piel y todo. ¡Mira, ve! Se tatuó en mi piel. ¡Veme los brazos! Las costillas, también.”@Spavan697 , en mi opinión no lo veo difuso, sino un final que da cabida a abrir la imaginación del lector, a menudo escucho personas que ven películas de terror que dicen, ¿viste su final? seguro que hay una segunda parte....si partimos de su título como bien lo analizo desde mi óptica utiliza una metáfora para describir una chica que lo atrapó en su mirada y que esa enigmática mujer lo llevó a tatuarse, sin embargo, otros podrían percibir confusión, pero, si leemos detenidamente aquí se dan pistas:
Allí indica,que se trata de una chica, no de un ser sobrenatural, ni nada por el estilo, es lo que logro percibir y entender @Spavan697 de verdad su final me gusta, quizás es la forma como las ideas se ubican, como se trata de una conversasción,podría darle una estructura de diálogo, pero ese final es el que nos indica que no se trataba de un ser mágico, ni sirena , ni nada que se le parezca. Pienso que a @Spavan697 le sucede como a mi, (regularmente utilizo palabras como me sumergo en mi oceáno interior,en vez de decir que estudio mis pensamientos) analizo en su cuento, y al visualizarlo, sencillamente usa expresiones comparativas para dar un toque mágico que me parece " excelente" porque amo el mar.
Primero que nada, le agradezco por esta labor que hace. Siempre es un placer escuchar la opinión de usted, @rjguerra, y las observaciones que tiene sobre los relatos. También agradezco a @decomoescribir por la oportunidad de participar en el taller, y por tener esta iniciativa.
Comentaré un poco mi propio cuento tratando de aclarar cierta cosas sobre cómo lo escribí y qué fue lo que quería trasmitir. En un principio, la idea de una forma de hablar informal y poética en el personaje es presentar a una persona en esencia culta, pero que también maneja el lengua cotidiano y vulgar (obviamente, venezolana); además del hecho que está ebrio, que lo hace ligar ambas formas expresivas. Se supone que la forma narrativa debería hacer presente esta situación , teniendo un poco de la torpeza por el estado etílico del personaje. Que a mi parecer no está completamente logrado.
Por otra parte, el final del relato tiene dos formas de verse: la primera, que debería ser la más obvia, es que la chica resultó ser una sirena y la segunda, y no tan obvia, es que todo es una ilusión. Y es aquí donde sé que me falta información. Concuerdo con usted en eso. Creo que la segunda forma de entender el final está demasiado difusa y que debo solidificar la primera. Porque en un principio el personaje le está contando lo sucedido a las personas que lo acaban de sacar del agua. Por lo tanto la idea de la sirena es lo que intento reflejar en el relato. Para ser sincero no había pensado en la información sobre el tatuaje, cómo es y qué es. Había pensado en desvelar quién es la persona con quien el borracho está hablando, pero me gustaría dejarlo en el misterio (que ya no es tan misterioso porque lo acabo de explicar).
Esta es mi pequeña interpretación de mi relato. Si no ha quedado algo claro, por favor, hágamelo saber.
Saludos
Estimado, @Spavan697, concuerdo con Rubí.
Borges decía que en un principio, como escritores, buscamos ser lo más misteriosos y complejos en nuestras letras, que reclamamos del lector una comprensión casi psíquica sobre nuestros textos, y que poco a poco, vamos aprendiendo la complejísima sencillez.
Es posible que mi distancia con el lenguaje coloquial de Venezuela me haga más difícil el texto. Sin embargo, no recomendaría escatimar con información esencial.
Hazme leer la corrección,
Sería un gusto,
D.
Esperaré un poco más para dar tiempo a que más personas opinen en sobre mi relato. En cuento haga mis correcciones te lo haré saber. Te escribiré un email o te avisaré por el discord.
Saludos.
saludos @rjguerra , gracias por tu análisis, una manera interesante de abordar ese trabajo. También veo potencial en @spavan697 . Quizás, con más líneas escritas pudo haber despejado esas dudas.
Taller Rojo: Cuando vi el correo del inicio del taller me puse muy nerviosa, por primera vez uno de mis escritos es sometido a evaluación. Me siento muy complacida con las críticas y sugerencias de Daniel Camacho. Ha sido muy acertado su análisis.
Concuerdo completamente en el punto de que los personajes se han presentado un poco planos. El texto aquí presente fue mi participación para un concurso de microrrelatos de reflexión, en mi intento por no extenderme mucho, fallé en un completo desarrollo de los personajes (afortunadamente gané el segundo lugar) Aún así, estoy consciente de las deficiencias de mi escrito y por eso lo elegí como mi participación en el taller.
Ciertamente el narrador he sido yo, he buscado recrear el escenario de amargas experiencias, bajo la luz de personajes ajenos a mí (o al menos eso creí que hacía jaja).
El ver las recomendaciones literarias que me hace el amable tallerista, he sentido algo de nostalgia. Esopo y La Fontaine fueron mis autores favoritos de niña, imposible dejar de lado a Antoine de Saint Exupery, El Principito marcó mi vida.
Por mucho tiempo, la escritura estuvo en último lugar dentro de mis prioridades, hoy me enfrento al reto de retomarla nuevamente, con mucho temor pero también con mucho ánimo al contar con un apoyo tan influyente como lo es @decomoescribir, hacen falta muchas más iniciativas de este tipo. Proyectos como este, motivan a escritores jóvenes e inexpertos como yo a forjarse un lugar y una personalidad en el mundo de las letras.
Muy agradecida de todo aquel que me lee y se toma un tiempo de comentar su apreciación, sigo a la expectativa.
Gracias a ti, @Zuni, es un gusto leerte (siempre) y te agradezco tu entusiasmo no solo en los talleres, si no en el proyecto de crear esta comunidad de escritores.
Quedan pendientes 4 días y muchas letras :D
¡Nos leemos!
D.
Taller rojo: concuerdo con la observación de lo "plano" de los personajes, pero además la historia se presenta confusa o más bien incompleta: si la chica es divertida y carismática como puede caer, solo por unos comentarios oídos al voleo, en una depresión tan profunda. Me parece que esta contradicción pudo ser aprovechada para sacarle partido y convertirlo en la esencia del cuento, a partir de esa revelación el personaje pudo avanzar en descubrirse a sí mismo, que es una de las maneras de conformar un personaje. En todo caso, hay un intento de profundidad que, aunque no logra realizarse debido quizás a que se trata de una novel escritora en pleno aprendizaje, augura en ella, de persistir en sus intentos, una prosa de que va en busca de caracteres psicológicos. Por último me parece que el título se basa más en el aprendizaje, ya superado el problema, cuando se debería nombrar más bien la dificultad, el bache encontrado y salvado hacia lo inquebrantable, que es la esencia del cuento.
Taller amarillo: El texto, aunque de una prosa dinámica, creo que se pierde en el intento de presentar la paradoja del encuentro con un ser insólito de una manera brillante, que pareciera ser la intencionalidad en él. Me da la impresión de que necesita retoques para modelarlo a la forma que se pretende: lograr que brinde visualizaciones deformadas, expandidas en el observador (lector), según indica el título.
Taller azul. Es un cuento muy bien escrito, como todos los de su autora. A mí, como lector, me hubiera entusiasmado más leer el encuentro de los huesos del muchacho, asesinado o no --basado, si no me equivoco, en una creencia de nuestros mayores, de que los muertos volvían con los terremotos- , desde la perspectiva directa de la visión de la abuela. Me parece que pasearse por las circunstancias de la muerte como personaje distrae un poco en un relato tan corto. Creo que, precisamente por eso, se pierde un poco el final tan espeluznante.
Excelentísima aportación, mi estimado, gracias por estar aquí.
D.
Estimado @antoaristi, muchisimas gracias por su aporte! Sin duda alguna tomaré en cuenta cada una de sus opiniones, no solo para mejorar el relato en sí, sino también reconsiderar el titulo.
Estimado @antoaristi, la referencia de que los muertos salen con los terremotos, fue, efectivamente, una de las que está en la base de la construcción de esta historia. Ahora bien, este cuento es parte de una saga que he titulado Una familia imaginaria, y tengo varios problemas que resolver, como bien han planteado tú y @reycard, que se derivan, a mi modo de ver de dos circunstancias: la necesidad de darle un cierre a las historias sin renunciar a la posibilidad de que puedan avanzarse los relatos más adelante en el desarrollo de la saga; y, la decisión de estilo que adopté para toda la saga, que implica la mezcla genérica. Muchos de los relatos que componen el libro tienen apartados bastante líricos, o de tono ensayístico, algunos, incluso, integran poemas.
Por supuesto, como bien se nota en el análisis que haces, hay problemas de integración de las historias que debo resolver. Comprobar las zonas problemáticas a través de tu acertado señalamiento me coloca, creo, un poco más cerca de resolverlos y te lo agradezco enormemente. Abrazos.
@adncabrera: permíteme decirte cómo veo yo los comentarios sobre un texto y el comportamiento que debería tener el "tallereado", como dice @decomoescribr. Creo que en los comentarios se van a decir muchas cosas. Algunas serán de felicitaciones (a las que les temo) y bienvenidas sean. Algunas pueden ser de provecho para el escritor y bienvenidas sean también. Otras no lo serán tanto, entre las cuales vendrán suspicacias que contaríen la intención de escritor al redactar, que deberán ser analizadas para percatarse si son pertinentes o no; si sirven para mejorar el texto o no. Y aún otras que anunciarán lecturas fallidas, que, por supuesto, también se dejarán correr. Yo no creo, mi estimada y respetada amiga, que el escritor deba estar dando explicaciones a cada observación. Tú conoces mi admiración por tu inteligencia y talento. Dejemos los intercambios para las dos cervezas que me debes.
Hola, @antoaristi. Vale, es tu opinión y se agradece la franqueza. Sin embargo. yo sí considero un gesto de cortesía (no cortesía chata, sino útil) responder a los comentaristas si me parece que arrojan algún dato que sea comentable. Mi intención no es tanto explicarme, en el sentido de rendir cuentas, como de hacerle saber a quien se ha tomado el trabajo en serio en qué dirección su trabajo rendirá (o no) resultados.
Creo que los talleres son diálogo e intercambio; y más aún, al alojarse el taller en una red social es muy pertinente socializar. En todo caso, habrá personas con actitud comunicacional más parca, en este planeta, yo soy habladora.
Me puedo tomar unas cervezas contigo (me consta que eres un ameno bebedor); con los amigos del taller solo puedo intercambiar comentarios.
Un abrazo.
Concuerdo con ambos,
Un texto debe funcionar por si mismo (sin explicaciones), sin embargo, en un taller conocer la intención del autor puede ayudarnos a brindar ideas sobre cómo pulir y acercarnos hacia su propios ideales o metas.
D.
#TallerRojo
@Zuni Esencia inquebrantable , felicitaciones me sentí muy identificada con tu texto, en verdad Emily representa más que un zorro (@decomoescribir ) una loba rodeada de hienas que se ríen a sus espaldas, la cuestionan a pesar de ella buscar socializar, ganar espacios.Me recordó Daniel Camacho, en su análisis al sugerir animales que podría @Zuni hacer una versión como la del libro de El Caballero de la armadura oxidada de Robert Fisher , donde se mezclan humanos con animales. Ese momento de depresión, donde Emily se traslade a un mundo mágico (La musa de la música) en que le tocará aprender cómo superar el hecho, de que convivimos con todos tipos de seres y que al final " somos dueños de nuestras decisiones, y decidimos , como bien lo dice el sabio profesor quien hace o no daño".
#TallerAmarillo
@Spavan697 Ojo de pez : tu título hecho metáfora deja un completo misterio al lector, da una sensación de que el chico se tropezó con un ser encantado del mar y fue atrapado en sus ojos azules.Me gusta tu forma innovadora de presentar el lenguaje común y vulgar con el literario, realmente te felicito, no es fácil imbricar lenguajes, cruzarlos o mezclarlos como bien, a mi opinión lo hiciste.
#TallerAzul Muertes Cruzadas interesante relato, porque bien como lo presenta @adncabrera el título avisora que hay dos personas que se cruzan, y una puede al fin decir cómo realmente murió la otra, estaba allí en la orilla del mar esperando el regreso de su hijo,pero realmente su muerte había ocurrido en otras circunstancias. ( así lo entendí) realmente dos microrelatos cruzados de manera magistral.
@decomoescribir excelente inicio, y muy interesante los relatos presentados 3 con estilos antagónicos,pero, totalmente exquisitos
Gracias, Raquel :)
D.
@rakupp es un deleite leer su opinión, muy ingeniosa ;) mil gracias!
@zuni espero leer esa versión mejorada de Emily saludos
Gracias por tu lectura, @rakupp. Efectivamente, son dos historias entreelazadas por la muerte. La distorsión temporal que imagino cuando la muerte rompe la línea que la separa de los vivos.
Muchas gracias por tu opinión.
Saludos, nos leemos
Hola, me agrada saber que hay tanto talento por aquí y que además podemos interactuar entre nosotros gracias a @decomoescribir, conocernos y como no también apoyarnos en nuestro crecimiento en esta plataforma.
Te felicito @zuni según mi apreciación lograste elaborar un relato bastante lineal y con una secuencia clara, entonces para ser un cuento reflexión cumplió muy bien su cometido. Pero recuerda que a veces, la excesiva prolijidad puede cansar o aburrir y a todos los escritores nos interesa trascender con lo que escribimos.
Me gustaron mucho las imágenes que logras, y el lenguaje que usas, sólo con eso puedo situarme en el lugar geográfico del relato, pero creo que le faltó un poco más de claridad y un cierre más preciso, porque uno términa al final confundido de que quisiste decir.
La verdad que no entendí que relación tenía lo que le ocurrió a la abuela con la muerte del muchacho, en que momento exacto se unen ambas muertes y de que forma lo hacen.
Este último párrafo: " Cuenta que el último delirio que la abandonó era el susurro desesperado de un muchacho muy joven que imploraba por sus huesos, que se arrastraba tercamente hacia el interior de las piedras de los cerros, mordiendo." me intrigó. Creo que ahí esta la clave de donde se entrelazan ambas historias pero no logro descifrar de que forma lo hacen.
Saludos a todos los participantes y observadores.
#TallerAzul
Bienvenida al taller, @bivianlg. Qué bueno contar con tu participación. Pues en el relato de @adncabrera das con la clave para llegar a una interpretación más profunda del cuento, aunque tú digas que no entiendes. La lectura de este tipo de textos no es difícil, pero tampoco es de esas lecturas simplonas. Requiere detenimiento, esfuerzo de parte del lector; es una lectura exigente, aunque no complicada. Cuando uno repasa el texto encuentra todas las marcas textuales, las pistas, que permiten hacer una interpretación coherente. Gracias por comentar.
Un abrazo.
Gracias, @reycard por tus apuntes sobre los comentarios.
:)
D.
@adncabrera @reycard concuerdo en la complejidad de su texto,pero, interesante porque exige al lector, ser más cuidadoso en la lectura de cada línea.Muertes Cruzadas , a veces no prestamos atención al título, pero el llama a inferir de que tratará el texto,por lo tanto abre la visión y apunta a buscar esos elementos, esa es la clave que yo aplico para entender lecturas de este nivel y trasfondo incluso espiritual, mezclas de creencias y cultura popular. Saludos un gusto leerte como siempre estimada @adncabrera
Gracias @reycard por la bienvenida.Tienes razón la lectura no es complicada en sí, sólo que no comprendía como se podía relacionar la muerte de uno con la del otro. Siento como sí faltará algo que las conecte de manera más precisa. En ninguna parte del relato dice que ambos tengan algún lazo familiar porque si así fuera el caso sería más comprensible. Pero leyendo los comentarios me enteré que hace alusión a la creencia de que los muertos vuelven cuando sucede un terremoto, creencia del que no tengo conocimiento tal vez por que no soy de su misma nacionalidad y quizás esa sea la referencia que falte.
Muchas gracias @bivianlg tomaré en cuenta el hecho de salir un poco mas de mi zona de confort. Saludos!
Saludos, @bivianlg. Me parece que entiendes perfectamente el relato y que, en todo caso, señalas exactamente la zona problemática. Agradezco enormemente que me hayas ayudado en mi tarea de mejorar este texto. Abrazos.
Entro un poco tarde al taller por compromisos y quizás un poco de retraimiento en cuanto a tratar con el trabajo de otros. Quisiera agradecer a @decomoescribor, @reycard y @rjguerra por su dedicación con los talleres.
#Taller Rojo: Me parece un uso del lenguaje perfecto. Se ve las horas de dedicación editando. En narrativa no tengo nada que comentar. En cuanto a la psicología de los personajes si, un poco de motivos de parte del profesor por ir en busca de Emily. Y la de ella por su derrumbamiento ante las criticas. Alguien aventuro una hipótesis que el clic del cuento puede ser ese, la caida de lo que aparentemente era una chica normal. La descripción de los personajes muy bien lo dice @decomoescribir creo que tiene que ser mas sutil, por medio de acciones o pistas. En ello puede ser de utilidad los diálogos; si quieres hacer ver que una persona es mas pequeña que otra, puedes decir que tuvo que levantar la vista mientras charlaban. Que tuvo que alzarse de puntillas al saludarlo. Y aunque parezca engorroso, depende de como muevas estas pistas le dan un aire mas natural al relato. Vuelvo a felicitarte por tu narrativa @zuni.
@Taller amarillo: Creo que como @adcabrera me he sentido entusiasmado con el uso del lenguaje oral, que creo que se le puede sacar mucho partido. Me he sentido un poco confundido en esta frase en particular; Fui tragado inmediatamente por la llanura de ese espejo y la densa oscuridad de su reflejo. Fue una vaina espeluznante, a un lugar de donde yo estaba me veía a mí mismo, y poco a poco fui desapareciendo. @Spavan697 me gustaría verte explotando el potencial de la narrativa oral.
@Taller Azul: Siento que la primera parte del relato, la de la muerte del muchacho fue un poco apresurada y no se deja disfrutar. En cambio, la segunda parte, la de la abuela es excelente. Cuando leo un buen cuento, esto pasa que se me olvida que lo estoy leyendo y puedo pensar que estoy dentro de el. También me ha parecido que la relación entre las dos muertes puedo ser algo menor forzado, quizás incluirlo en una sola escena. Porque cuando me figuro este cuento lo veo como dos escenas separas que al final se unen. Me gustaría ver una versión final, porque me ha parecido muy bueno @adncabrera.
Pido disculpa por mi ingreso tardío a los talleres. Gracias de nuevo a @decomoescribir por la oportunidad.
Genial:
D.
@adncabrera si he estado un poco ocupado, y de hecho, recién ahora vi el correo y también encontré las etiquetas a una serie de post tuyos. Pronto me veras por allí. Un abrazo amiga
Gracias, @poesiaempirica, por tu lectura y acertadas sugerencias. Me alegra que te haya gustado, aún con sus problemas. Te extrañaba en el taller. Abrazos.
Gracias por tu consejo, lo tomaré en cuenta para las correcciones. Pronto lo publicaré.
Saludos, nos leemos.
#TallerAzul
Después de escuchar el comentario de @decomoescribir del cuento de @zuni, y siendo el título del primer día de taller «Personajes y contrapesos en una historia», siento que mi comentario sobre el cuento de @adcabrera quedó un tanto fuera de lugar o incompleto. Esta parte trata de subsanar esa falta del comentario anterior del relato «Muertes cruzadas». No sé si me resulte tomar como punto de partida el asunto de la importancia simbólica de los personajes en las historias, pero sí quería considerar algunas de las relaciones entre los personajes que me han llamado la atención del cuento de @adncabrera.
Parte del tono fantasmagórico de este cuento y quizá por la relación de los personajes con la muerte, me han recordado un poco a Pedro Páramo de Juan Rulfo. El hijo de la abuela Antonia se me parece a Miguel Páramo –hijo de Pedro–, al menos en su gesto –una cortesía, se podría decir– de avisar a los vivos que ha muerto. Quizá esta sea una conexión poco significativa, como cualquiera que uno hace cuando lee y ha leído otras narraciones. Pero en el caso del cuento de @adncabrera tiene un matiz diferente, en la medida en que el enterar a la madre de su muerte es una necesidad, inclusive a pesar de su condición, se aferra a ella al punto de romper los límites que separan el mundo de los muertos del de los vivos. Veo en este gesto el cumplimiento de una responsabilidad. Y en este sentido –siguen las conexiones– el hijo de Antonia me recuerda al hijo pródigo del texto bíblico: su regreso ocurre para cumplir una misión a la que parece predestinado, la de servir de ejemplo a otros.
También me recuerda este cadáver insepulto a la visión griega de dar a los muertos el tratamiento apropiado –entiéndase: no dejar el cuerpo expuesto sino inhumarlo o someterlo al fuego fúnebre–, de manera que pueda ingresar al inframundo.
A propósito de personajes, me llama la atención que @antoaristi hable de la Muerte como un personaje. Resulta interesante el tratamiento que de ella hace @adncabrera, presentándolo como una presencia despojada de todo artificio, casi que desnuda, lo que paradójicamente potencia su fuerza expresiva.
Y ya que se trata de referirnos a la relación de pesos y contrapesos entre los personajes, voy a aventurar una hipótesis que espero no sea demasiado descabellada. Pienso que esta relación se establece entre la narradora y los personajes de su historia. La narradora, de quien desconocemos casi todo, cifra su identidad en este cuento familiar, de sus antepasados, para descubrir algo de ella misma y contárnoslo a nosotros, sus lectores. De esta manera, aun cuando permanece como una presencia elidida, la narradora cobra un peso importantísimo pues esa historia que nos cuenta le ayuda a descubrir su propia identidad.
Creo que con todo esto me aproximo, al menos tangencialmente, a los temas sugeridos por @decomoescribir.
Saludos cordiales.
Gracias por ampliar :)
Siempre se agradece esa generosidad tuya, @reycard.
D.
@reycard, gracias por esta segunda remesa, y tan bonita, además. Como le dije a @josemalavem, frente a esas interpretaciones solo me queda hacer una reescritura que les haga justicia. Un abrazo, tendré muy presente tus argumentos.