7 historias sobre alimentos/ #1 Nuestra arepa de todos los días.

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Reina del desayuno, ama y señora de la mesa en cada familia desde Cali hasta Yaguaraparo, la arepa de cada día es indiscutiblemente el pilar alimenticio de Venezuela y Colombia, además la razón de una disputa entre ambos países sobre su origen. Para empezar esta pelea chovinista entre venezolanos y colombianos sobre la arepa me parece tan absurda como inútil, considerando que este singular disco blanco de maíz existía mucho antes que a alguien se le ocurriera delinear una raya entre la península de La Guajira y el Río Meta.

Siglos antes que el primer europeo pisara territorio americano los pueblos originarios que habitaban estas tierras ya degustaban la famosa masa de maíz en forma de disco generalmente asadas sobre una piedra plana en brasas. Desde lo que hoy conocemos como México hasta Chile estos pueblos hicieron del maíz la esencia de la vida puesto que muchos de los alimentos que se consumían en ese entonces estaban hechos de ese cereal. Así de estas masas surgieron alimentos como las pupusas centroamericanas, las gorditas mexicanas y obviamente las arepas colombo-venezolanas.

Cuando los españoles arribaron al territorio hoy conocido como Venezuela, notaron que los pueblos indígenas ubicados en la zona oriental ( hoy estado Sucre) los denominados Cumanagotos, llamban "arepa" a esa masa de maíz asado con la que se alimentaban. Posteriormente se percataron que esta especie de pan estaba arraigada entre las poblaciones originarias al norte de América del Sur por lo que este nombre quedó generalizado para identificar a tan noble alimento.

Antes de la industrialización del maíz y su consecuente transformación en harina, la manera tradicional de hacer la masa requiere de tiempo, conocimiento y esfuerzo. Es necesario destacar que el cuerpo humano no tiene capacidad para digerir los granos de maíz, por lo que el proceso ancestral para hacer de este cereal una masa apta para el consumo comienza con el remojo en agua Al menos 24 horas de los granos con una mezcla de cenizas de palos secos o cal. Este proceso ayuda a generar las enzimas para que la arepa sea digerible. Posteriormente se escurren, retira la concha, secan, muelen, se hace la masa y luego las arepas, vamos, un trabajo de mucho esfuerzo.

Hay que reconocer que lo mejor que le pasó a la arepa es la invención de la harina de maíz, este hecho ocurrido a mediados del Siglo XX ayudó a masificar este alimento como nunca. De esa manera esa arepita del desayuno se hizo tan cotidiana como el cafecito de la mañana. Pero no solamente promovió la proliferación de la arepa sino que la hizo más diversa es decir, si generalmente se cocinaban asadas sobre un budare (especie de plancha redonda de hierro) o rejilla, también se podían preparar fritas y hasta horneadas y ni hablar de la variedad de los rellenos.

Entre Colombia y Venezuela existen infinidad de formas de preparación y degustación de la arepa, aunque entre los colombianos la prefieren sin relleno, como un acompañante de las comidas (una especie de pan para limpiar los platos de los restos de salsa); mientras que para los venezolanos es un alimento principal con tantos rellenos como estrellas hay en el universo. En este punto destacan: "la pelúa" (carne mechada con queso amarillo rallado), "dominó" ( de frijol negro al que los venezolanos llaman "caraota" con queso blanco) y mi favorita la "Reina Pepiada" una delicia que lleva en su interior una mezcla de pollo, aguacate, mayonesa y algunos aliños.

Independientemente de su origen o de qué país se adjudica su creación la arepa hoy en día ha evolucionado hasta convertirse en un alimento patrimonio de la humanidad... ! Qué viva la Arepa!

Carlos D. Pérez Guerrero / @waraira777