Buenas noches a todos , dando gracias a Dios por una nueva oportunidad de vivir, por acá un día normal de trabajo, paso por aquí a contarles un poco sobre un día normal de trabajo, recordando que trabajo en un colegio católico, dónde la parte religiosa es prioridad.

El día amaneció rápidamente con una taza de café, sin esa taza el día como que no amanece bien. Bueno como es la rutina, preparar el desayuno para mi hijo y para mí, yo no tengo idea todavía de como es que el tiempo pasa tan rápido en un momento, lo cierto es que ya para las 6 y 30, debería ir de salida a mi trabajo, el niño para su escuela.

Mi trabajo es relativamente cerca, debo caminar como media hora para llegar, pues el transporte público no llega hasta allá por ser una calle sin salida, pero bueno ya caminar hasta allá es costumbre.

Ya en la escuela, la coordinadora nos indica que hay un trabajo pendiente por hacer, enseguida todas las compañeras de la parte de arriba, nos colocamos en la misma sintonía para realizar el trabajo, se trataba de la Semana de la Educación Religiosa Escolar, allí debíamos realizar algunas actividades referentes al tema ERE.

La actividad se inició con una oración dando gracias a Dios por permitirnos estar nuevamente en clases, pidiendo por la salud de todos nuestros familiares , amigos y vecinos que no les falte el pan diario de cada día.

Continuando con la dinámica, realizar un mapa mental basándonos en una lluvia de ideas generada por los muchachos, dónde resaltarán la importancia de ERE y como les gustaría que se diera ERE (Educación Religiosa Escolar) en su escuela. Fortaleciendo su creatividad a través de dibujos guiados.

Terminada la actividad, llega la hora del receso, todos los niños van al patio en su zona correspondiente, aprovechan para merendar conversar con sus compañeros.

Llegó en ese momento de visita un angelito, una compañera de trabajo con su bebé con sólo 3 meses de nacida, que alegría ver niños tan llenos de vida, los niños son una gran bendición.

Pasados los 20 minutos, ya a las 9:20 vamos de regreso al salón para continuar con las actividades, 11:50 salida.

Al salir todos los niños, nos vamos todos a casa, pero antes debía pasar a comprar algunas chucherías, una compañera me pidió el favor ya que la confitería queda en mitad del camino a casa y así fue mi día.