La mejor actitud es esa de su gente, después de haber pasado un percance por sorpresitas en la comida solo queda el buen sentido del humor jejejeje, eso ya pasó.
Sin embargo, la narración de su amigo es, en mi opinión, espeluznante, por mucha hambre que tenga después de ver eso no podría seguir comiendo, todavía estaría vomitando. Aunque, técnicamente hablando, no hay que negar que ese mondongo tenía un agregado extra de proteínas jajajaja.
Al igual que las galletas de los soldados (torturados) que de verdad conocieron lo que es el hambre y aplicaron aquello de ojos que no ven, corazón que no siente.
Creo que el caso de la arepa de venado es digno de un cuento con dedicatoria y todo para llamar la atención sobre la "cacería deportiva" (o la crueldad de matar animalitos silvestres).
Incluso en esta ocasión, ha sido un placer leerle, amigo.
Aunque es muy cierto que a todo le buscan el lado divertido, siempre he pensado que lo que cuentan también está influenciado por eso, que la verdad no es así como ellos la relatan. Sin embargo, esa forma de pensar nos ha condicionado a los demás para evitar centrarnos en lo negativo. Gracias por sus comentarios, amiga. Un gran saludo.