El datazo para manejar conflictos entre tus hijos!
Este post es para padres y madres que tengan más de un hijo...
A ver si se ven reflejados en esta situación: los niños están jugando y uno le hace algo al otro, éste viene corriendo llorando a ti con el chisme de lo que el hermano le hizo.
Tu primer instinto es el de ser el árbitro: quién comenzó el problema, quién dio el primer golpe?
Si te consideras una madre experimentada e iluminada quizás tu respuesta es diferente: tratas de orientar al hijo que está llorando en cómo abordar y resolver su situación.
Si ya tienes varios muchachos, quizás hagas esto otro: al que llora lo mandas a que resuelva su peo con el hermano, o llamas al hermano y a ambos les dices que resuelvan su rollo ellos mismos, que tú no tienes tiempo para andar resolviéndoles los problemas!
Suena familiar???
Bueno, aquí les va el tip de la vida, que aprendí no hace mucho leyendo por ahí un artículo de "los que saben de estas cosas"
- Tu hijo no anda buscando que le resuelvas el problema.
- Ni que le des una sesión de coaching.
- Y mucho menos que vayas a regañar o castigar al hermano! (si el que llora es el hijo menor y hace esto, los otros le van a agarran un pelo de rabia)
Tu hijo sólo quiere que lo reconfortes!
Sí, así de simple, con darle un abrazo y palabras de apoyo es suficiente!
A ver, prueba así:
Hijo: muaaaaa mami, Carlitos me dio en la cabeza con el carro de policía!
Tú (con expresión empática, como si lo que a él le duele a ti también te duele): ay mi lindo, pobrecito, te dieron en la cabeza?
Hijo: siiii mami, me dieron aquí (señalando el lugar exacto en su cabecita despeinada)
Tú: ay pobre! ven que de doy un besito donde te duele (le das un besito amoroso - ignora el olor a mono que carga el niño por andar correteando toda la casa)
Tú: ven para darte un abrazo, mi niño lindo (y sigues ofreciendo apoyo y caricias, casi al punto en que te vuelves demasiado melosa)
Spoiler alert .... aquí viene la revelación:
Hijo: ya mami, estoy bien, me voy a seguir jugando! (y se va huyendo de tus atenciones a seguir con su día)
ja ja ja ja, éxito total!!!
OJO, no se trata de buscar la manera de que el niño se olvide de la situación. A veces el chamo se queda contándote todas las historias de amor y dolor entre él y sus hermanos. Ahí sí tienes que responder de otra manera, pero la respuesta inicial a la crisis debe ser reconfortarlo, darle a saber que estás en su equipo, y no que eres el árbitro que le resolverá el problema a la primera.
Ojalá les sirva este tip. En mi casa cambió la dinámica totalmente. Tengo 3 hijos varones que no son unos angelitos, y les puedo decir que esta nueva práctica ha abierto puertas de intimidad y confianza entre nosotros los padres y nuestros hijos, las cuales nos han llenado el corazón.
Hasta la próxima!
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Gracias por los tips, todavía no tengo hijos, pero está bueno.
Muy buenos tip, gracias por compartirlos.
Interesante información, más aún porque lo has practicado y te ha funcionado. Pero supongo que siguen agarrándose, jajaja.
Ah sí, se siguen agarrando, pero saben que en mí tienen una mano amiga. Y yo ya no me estreso tanto!
Ingenioso. Lo pondré en práctica. Gracias por compartirlo.
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STOPBueno, te contaré mi perspectiva como hijo. Soy el menor de 3. Nos llevábamos bastante bien pero a veces surgían los típicos problemas. Pero los resolvíamos entre nosotros.
Teníamos una especie de ley no escrita entre nosotros... Quien fuera con el chisme se arrepentía. Y era necesaria. Mis padres eran pragmáticos. De hecho, su sistema de crianza era conductista; hasta cierta edad eramos como sus mascotas, de hecho, aún a veces mi madre me saca a pasear. No eran muy cariñosos que digamos.
Por ejemplo, una vez peleamos por un carrito. Alguien salió golpeado y fue llorando con el chisme. El resultado fue el siguiente:
Carrito decomisado. Todos amarrados a una mata de mango frente a frente hasta la noche. La mata de mango tenía hormigas.
Créeme, funcionó. No peleamos más. Nos forjó el carácter.
Entonces, cuando tenga chamos, los criaré de manera parecida; nada de apapaches ni andar alcahueteandolos. Les enseñare a comportarse, cuando lo hagan bien, les daré una galletita, cuando no; tengo un jabillo en el patio.
El problema es, que a los padres que actúan como árbitros le cuesta ser imparcial, hay que defender a la hembrita, hay que defender al menor y a veces la hembrita o el menor son candela, saludos