Porque fuerte es como la muerte el amor; duros como el Seol los celos; sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.
¿Quién no ha sentido alguna vez este fuerte y tormentoso sentimiento llamado celos? En la historia, ha inspirado diversos escritos, como el citado arriba, que lo extraje de un pasaje bíblico ubicado en Cantares 8:6b. Esa brasa ardiente que enfurece y amarga, que roba la paz y abate el alma. Que crea una película tan real para el que lo sufre, incitando contención y provocando desunión.
La posesividad, la baja autoestima y los problemas de apego en la infancia, son algunas de las causas que promueven los celos en nuestras relaciones.
Se puede vencer con comunicación. Un sabio dijo: <<no asumas, pregunta>>. No te creas dueño (a) de la persona que amas. Leonardo Da Vinci dijo: <<Aquel que más posee, más miedo tiene de perderlo>>. Echa tu carga a Dios. Suelta a la persona, ámala, no la ahogues. Respira profundo y ve todo lo bueno que tienes. Esa persona está contigo porque también vió todo lo que portas, tu singularidad, tus hábitos, tus manías, tus altos y tus
bajos... y así te quiso. Confía.
Mi reflexión resumida queridos steemians hablen un mismo lenguaje con sus parejas. Recuerden ya no son dos, son uno. Todo lo que trae división destruye. Una casa dividida no permanece. Echen fuera ese malsano sentimiento y luchen por su estabilidad conyugal. Dios les bendiga.