Ven te invito a un café.
Buenas noches, queridos lectores.
Si les gusta este hermoso poema, dejen sus comentarios y consejos.
En la terraza a la luz de la noche, mientras de fondo no suena más que el murmullo de la ciudad.
O en tus labios, mientras por un instante dejo de pensar y simplemente inmortalizo aquel recuerdo que más tarde será motivo de unos cuantos poemas.
Acompáñame otro rato más, como quien ama por primera vez y tiene la certeza de que aquello va a durar para siempre, ven y veamos transcurrir las estaciones o nuestras vidas. Compartamos todo aquello que el mundo teme saber de nosotros, o simplemente sentémonos en silencio admirando un poco más de lo moralmente permitido los ojos del otro.
Permitámonos discutir un poco más o simplemente tomar un poco más cargado de lo normal. Sonríeme un poco mientras me ves quemarme con el primer sorbo, porque sé que a veces me comporto como un niño, pero este niño te quiere como sólo él lo puede hacer, sin compromiso alguno y con la dedicación de quién no ha planeado pasar el resto de su vida junto a alguien pero en el fondo sabe que no tendrá que buscar de nuevo.
Hablemos sobre el origen de la vida o cómo planeamos terminar la nuestras, de por qué ahora me sonrojo un poco más de lo normal o me dan ganas de susurrarte al oído todo aquello que sin consentimiento o planificación alguna ahora se pasea por mi cabeza. Ven te comparto mis temores, de por qué mis tres hijos se van a llamar Aiden, Violeta y Celeste.
Ven y encaja en mi vida como aquella palabra que he buscado durante meses encaja en mi nuevo poema, define esta y dale un sentido para ser, para existir un poco más, incluso cuando hace mucho tiempo atrás dejé de pensar que a mi vida llegaría alguien así. Demuéstrame que lo imposible también sucede, que a veces simplemente hay que dejarnos llevar por un momento en lugar de pensar en qué pasará cuando llegue el momento de despedirnos. Danza un poco más a mi lado, mientras comprendo que se trata más de instinto que de planearlo. Espérame un instante más, porque contigo las palabras simplemente fluyen en una enmarañada complejidad a la cual me gusta llamar mi personalidad, que se presenta en forma de escritura.
O simplemente tomémonos un café, mientras yo pretendo que no me gustas y tú haces lo mismo.
Escritor anónimo.