Mientras tú y yo estemos en ello.
Y miro, miro por la ventana.
Al sonido del violín y órgano,
El bien del mal, la habilidad de distinguir...
O le enviaremos su dinero a la cuenta de Gazprom.
E incluso si la lluvia llora.
Princesa de la oscuridad
No me atrevo a pararme ante el amor,
Nidos sin sentido.
Tirando en la cara, cálmate.
Por favor, perdóname, pero es hora de decirnos adiós.
Pon miles de cabezas...
No puedo ir.
Ni siquiera puedes desmoronarte
No hay limites en el amor
Con la cabeza de un águila, el cuerpo de un tigre.
El que una vez se perdió.