Zobeida la Muñequera, Alma Libre ( Fin de la serie, "Las Maravillosas Flores de la Candela")

Saludos comunidad Steemitniana, espero se encuentren muy bien, después de una larga ausencia por motivos de salud, nuevamente agradezco la oportunidad de poder compartir con ustedes, y cerrar al fin esta primera serie algo accidentada por la circunstancia pero la cual he disfrutado mucho ( mas adelante en otros escritos de otra índole, les daré algunos detalles de la circunstancia a la cual me refiero). Así que sin más los dejo con la última historia de LAS MARAVILLOSAS FLORES DE LA CANDELA, espero sea de su agrado.

_{Zobeida, Alma Libre entre sus muñecas}

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Mi Abuela es una reconocida muñequera entre todos los cultores, en su juventud fue maestra, siempre dice que fueron los niños y niñas, los que la inspiraron, ya que son ellos poseedores de las más grandes y profundas verdades, estas se encuentran en las cosas sencillas y esenciales de la vida. Ella aprendió el oficio de muñequera de Zobeida Jiménez, y escucho de ella esas mismas verdades, fue su gran amiga y especie de musa de todas los cultores, con quien hizo su primera muñeca sin patrón.

Mi abuela forma parte del comité de cultura de la comuna, ella dice que mostrando todos nuestros valores y visibilizando nuestros héroes y heroínas estamos reconstruyendo la memoria colectiva, y que ella pone todos los días su granito de arena. Ella decía que su amiga se llamaba asimisma la muñeca Cimarroma, y yo le pregunte que es cimarrón abuela, a lo que ella me contesto: son aquellos seres de alma libre, ellos en algún momento sufren opresión y huyen en búsqueda de su libertad y una vez que la consiguen nunca más pueden volver hacer sometidos. Ese concepto dice que lo heredo de los negros que vinieron a ser esclavizados en estas tierras y huyeron selva y monte adentro hasta constituirse en quilombos y palenques donde vivían a su usanza originaria.

¿Y porque decía entonces Zobeida que era cimarrona?, increpe a mi abuela.

pues claro mijita que lo era porque logro vivir de manera original, emancipándose del sistema opresor que la normalizaba y la estandarizaba llegando incluso a decir que padecía de locura.

Las muñecas de trapo eran las fieles compañeras de Zobeida, ella logro encarnar el espíritu de las magas constructoras de sueños y el más curioso y difícil arte de confeccionar con retazos de su alma, girones de su fe, zurcidos de anhelos seres depositarios de inocencia y amor.

_{Muñecas de trapo compañeras y complices}

A veces bordaba un girasol o una cayena en el vestido de una muñeca creando alucinantes jardines, envidiados por los colibríes que pasaban contentos atraídos por su olor de tan reales

Se gozaba en teatrinos, como lo hacen los maestros con vocación creadora, llenos de mágicos seres, o seres demasiado reales como Simón bolívar, Manuelita, Víctor Jara, el Negro Miguel y Giomar y muchos otros dueños de amores imposibles por las circunstancias, finalmente tenían lugar y llegaban a concretarse. Ya quisiera uno poder concretar el amor soñado en uno de esos teatrinos, que poderoso es el primer amor y los sentimientos que sentimos, aunque muchas veces la vida los avasalle, mi abuela hizo una pausa y suspiro.

El cabello era hecho con hilos teñidos de alegrías pasadas y arcoíris de esperanzas. Ellas las muñecas, tenían las voces de las memorias que no son contadas en los libros y ayudaban a la muñequera a contar las más dulces y hermosas historias para los queridos niños.

El secreto de su arte está en que todas sus historias eran sobre el -amor ese cómplice natural de la humanidad, Mi abuela dice que la sociedad nos enseña el odio y lo aprendemos, pero nacimos para amar, por eso la sociedad nos educa en prejuicios que nos distancian, solo el amor nos salva haciendo de nosotros mejores seres en cualquier circunstancia.

Así todos los personajes que vivió Zobeida desde niña, pulpera, guerrillera, maestra, negrita, dama antañona, indiecita, madre, hija, ama de casa y en fin muñeca, como Eusebia su muñeca compañera siguen con nosotros esparcidos en el alma de todas las muñequeras zurciendo con nuevos hilos innumerables historias, enseñándonos que cada uno puede reinventarse cuantas veces sea necesario para ser feliz, somos almas libres, esta es la mayor herencia de la que podemos enorgullecernos.

Así de las cuitas y catacumbas del pueblo emergieron siempre y seguirán emergiendo las maravillosas flores de la candela, heroínas anónimas, personajes que con su sencillez y desprendimiento urdieron con sus hilos el gran manto que somos.

Feliz Steemit!!