¡Vigésimo Concurso de Escritura y Pintura! / #World of Xpilar / Transiciones

Me siento a escucharle, Mr George. El último beatle que ha llegado hasta lo más profundo de mis pensares (y mis pesares, de vez en cuando). En uno de estos momentos tan hermosos y ligeros ante los breves oleajes que emana cada onda en el agua, recuerdo constantemente la frase de su bella canción "All things must pass", y se trata de eso: Lo transitorio.

He estado tratando de descifrar el tiempo un par de veces y he llegado a la conclusión de que es irrelevante. En medio de esto: El astro brillante, las hojas coloreadas y el agua serena nada importa, incluso si es transitorio, en el lenguaje de las emociones existe lo eterno y estoy seguro de que el alma está tan de acuerdo como yo; por ese simple y llano motivo me concentro en la eterna caricia de este momento, para que el presente me acompañe en cada escenario que se dibuje en el aire, en mi cuerpo y en mi imaginación.

Cuando los golpecitos en el agua se vuelven más fuertes al aproximarse la noche, el entorno se vuelve, por irónico que suene, más silencioso. Es allí donde me pongo a reflexionar acerca de Dios, desde el silencio, haciéndome entender lo que intentó manifestar en algún momento el célebre poeta Rumi: "El silencio es el lenguaje de Dios. Todo lo demás son pobres traducciones". Entablo una conversación apaciguada conmigo mismo, descubro que pensar en Dios es sonreir más bonito, llorar más alegre y respirar más hondo. La naturaleza es hermosa porque Dios está pintando desde dentro de mis ojos el paisaje mismo. El pasto, la arena, el agua y el sol.

Me retiro del habla, y dejo que esta carta se pierda en ese tiempo inexistente. Le dejo una traza de amor para que vuelva a mí durante alguna de esos días en que el sentido de la vista necesite identificarme entre palabras nuevamente: Entre palabras, mares y granos de arena, como semillas de Dios instauradas en mi propio imaginar.