¡Vida en abundancia!
La vida está detrás del amor, detrás de la fe, detrás de la esperanza, detrás de todas las cosas. En su visión del río de la vida Ezequiel daba por sentada la vida. Él sabía lo que significaba: primero un arroyuelo que le alcanzaba hasta los tobillos, luego, al avanzar, le cubría hasta las rodillas, luego hasta las caderas y finalmente era un río ancho y poderoso. Eso es la vida. ¿Sabes qué es la vida? No. Nadie lo sabe. La vida no se puede definir. La vida es una esencia; la vida es Dios; la vida eficacia; la vida es poder. El ajuste a lo que te rodea, la correspondencia correspondencia con el medio ambiente, es vida. El individuo que se afana no vive. Sale en las mañanas oye el canto de los pájaros, heraldos de la primavera, que desde los arboles derraman dulces melodías. Los campos se pintan de flores, el mundo entero está lleno de música. Pero para él no existe la fragante flor que crece en la arena a orillas del río, para él no tiene vida ni música, para él es solamente una flor que creció allí. La vida se mide por la cantidad de cosas para las cuales vivimos. La plenitud de nuestra vida está indicada por las cosas que estamos por realizar. Debemos tener una vida que es más abundante que mi pobre naturaleza. La vida es música si tocamos la nota correcta en el momento adecuado.