Es importante estar emocionalmente en forma
Si consideramos nuestro cerebro, nuestra mente y nuestras emociones como organismos vivos, como especies de músculos que podemos ejercitar, seguro que podríamos estar preparados para cuando se nos presenten situaciones complicadas emocionalmente y podríamos sobrellevarlas de mejor manera sin que nos cause estrés alguno, esto de entrenar nuestras emociones parece que no tiene sentido, sin embargo, claro que lo tiene.
Seguro que han podido vivir algunas emociones fuertes, como por ejemplo, hay a quienes presentarse y hablar delante de un público puede ser una experiencia quede sólo pensarlo se aterran, y lo evitan a toda costa, pero cuando no tienen otra opción más que hacerlo, y lo hacen, que se dan cuenta de que no es tan "trágico" como lo habían pensado, las próximas veces se les hace mucho más fácil.
Es de esta manera que digo que es posible entrenar nuestras emociones, enfrentándolas a lo que muchas veces no queremos, por temor, pena, miedo, o cualquier otra razón de las múltiples que podamos tener y que nos impida estar a la altura de la situación, claro, sé que no debe ser nada fácil enfrentar nuestros miedos, porque finalmente de eso se trata, y no es agradable, pero nadie dijo que esto lo fuera.
Muy probablemente sea esa la razón por la que muchas personas se mantienen durante toda su vida con miedos, porque para superarlos deben aceptarlos y esto implica también hacerles frente, enfrentar los miedos, ese proceso de introspección puede aterrar, es entendible, pero las emociones son para controlarlas, no para que ellas nos controlen a nosotros.
El control emocionales por mucho una de esas cosas importantes de las que muy poco nos hablan desde nuestra etapa de infancia, prácticamente nunca tocan estos temas, sólo nos mencionan lo emocional cuando ocurre algún problema, algún tipo de conflicto con un compañero, es ahí el momento en el se menciona, pero se hace desde lo negativo, para intentar contrarrestar algo que ocurrió, pero no se toma tan en serio como debería.
Esto último lo digo porque lo lógico siempre es trabajar en la prevención, es decir, en buscar las maneras de que no ocurran las cosas malas por impulsos emocionales, es decir, trabajar en que cada niño conozca sus emociones, lo que se siente, y saber que puede controlarlas, sentirse bien haciéndolo, porque finalmente es algo con lo que tendrá que vivir el resto de su vida, y lo mejor es tener control sobre ellas.