Concurso de escritura creativa: El Bestiario de Borges /Delirio del inicio de los tiempos/ Sátiro

Recorro las campiñas sin hallarlo. Busco entre las mieses florecidas, me interno en las verdes montañas de donde nacen los ríos. Sé que su olor me llegará algún día envuelto en los sonidos de su flauta.

Sé que viene de un tiempo primigenio donde no había vergüenzas ni pecados, del tiempo de la vida sin castigos. Lo amo desde siempre. Lo he soñado. He visto que me encuentra, tendida en la hojarasca, entre frutos maduros y aguas frescas, rodeada de las ninfas y los elfos y he visto que se acerca. Viene a trote entre verdes, erguida su vistosa cornamenta.

Mi sátiro es amigo de las fiestas, del pletórico goce desinhibido que no admite frenos ni medidas. Dionisio es su maestro. Con él todo es risa, pulsión primera, alegría. Maestro en hacer del aire música, sabe también como pulsar las cuerdas que llevan a la cima de la pasión erótica.

Yo quiero resguardar su prosapia con mi cuerpo, cuidar su linaje, homenajear su impulso delicioso a la vida.

Un dios me ha hablado al oído y me ha dicho que, con el andar de los tiempos, vendrán eras de hastío, de tristezas, de oprobios, de esclavitud, de muerte. Se secarán los ríos de miel y habrá que sufrir, sangrar y llorar para producir el alimento que ahora la madre Tierra nos regala generosa. Me ha encargado sembrar las semillas que aliviarán esos tiempos.

En mis sueños he visto a las mujeres tristes, cubriendo con vergüenza los hermosos cuerpos e implorando a los dioses piedad a cada instante. Y he visto multitudes buscando por milenios este paraíso que se ocultó a sus ojos.

Yo quiero encontrar a mi Sátiro, el que coloque en mí -aunque no tan hermosa, sin alas, sin bellos pelajes, ni cornamentas, ni pezuñas- la semilla que junto con la mía se convierta en hombres.

Imagino a mis hijos en los futuros tiempos, pulsando infinidades de instrumentos. Haciendo un lenguaje universal que los guie, para encontrar las claves de alegría y festejo, que permitan a la futura humanidad regresar al paraíso.