Existen detalles (o normas) del idioma ESPAÑOL que debemos considerar y respetar en los escritos o discursos que llegan a todo público, especialmente los que están al alcance de aquellos en las primeras etapas de su formación educativa, a fin de no caer en errores, excesos o confusiones.
Uno de estos DETALLES es el uso incorrecto e innecesario de ambos géneros, masculino y femenino, para referirse al plural de un grupo mixto de personas, por ejemplo: niños y niñas, profesores y profesoras, venezolanos y venezolanas. Sin embargo, actualmente es una falla recurrente muy de moda en el ámbito de la política nacional.
Como sabemos, en nuestro idioma, el plural masculino implica ambos géneros. El uso genérico del masculino se basa en su condición de término no marcado y no debe verse intención discriminatoria alguna, dice la Real Academia Española (RAE) y, por ello, es incorrecto mencionar también el femenino. Así, por ejemplo, “los niños” (plural masculino) es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de niñas (femenino) sea superior al de niños (masculino).
Mucho menos se permite emplear el plural femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos, independientemente del número de individuos de cada sexo que formen parte del conjunto, es decir, así hayan más femeninos que masculinos.
Decir ambos géneros es correcto, SÓLO cuando el masculino y el femenino son palabras diferentes, por ejemplo: “mujeres y hombres”, “damas y caballeros”, etc.
Uno de los más recientes inventos del idioma es el uso del símbolo de la arroba (@) para referirse a un plural incluyente, como por ejemplo: ‘Día del niñ@’, ‘l@s niñ@s’. La RAE dice al respecto que la arroba no es un signo lingüístico y por ello su uso es inadmisible. Fijémonos que en ‘Día del niñ@’ la contracción ‘del’ solo es válida para el masculino niño.
Hoy en día se habla por micrófono y se redactan leyes a lo ligero, sin un conocimiento real del idioma, sin ni siquiera una consulta al diccionario, deformando el idioma descaradamente, excusándose con lo que llaman “lenguaje incluyente”. Y, lo que es peor, no hay sanciones, ni por hablar mal ni por escribir incorrectamente.
Como mensaje final, debe ser tarea de todos nosotros, los hispanohablantes, el que se haga buen uso de nuestro hermoso idioma español.
Estoy totalmente de acuerdo con los expuesto en tu post .