Mi amada Venezuela.

No es solo ver cómo te han destruido en sufrir juntos cada una de tus penas, Venezuela no es solo tierra, cielo y mar, es pueblo, es sangre sudor y lágrimas. Es ver cómo han marginado y denigrado a un pueblo que era rico en orgullo. Nosotros que teníamos todo tipo de riquezas, tierras fértiles, infinidad de recursos naturales, la máxima producción con el mínimo de inversión.

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Nosotros que solíamos discutir si comer carne o pollo, no es que comer sardina sea marginal, es condenarnos a comprarla en una esquina, de un tobo, junto a una bolsa de basura rota con todos los desperdicios regados en la calle, y que te la pongan en la bolsa que tú tienes que traer. Que la sardina se haya vuelto tu única opción de probar carne.

Es mirar los zapatos rotos del niño que va todos los días a clases con su franela manchada, es verlo caminando bajo el sol por no tener para pagar un pasaje y mucho menos para tomarse un jugo después de una larga caminata, es saber que ese niño no podrá comprarse un par de zapatos nuevos y que tal vez en su casa hoy su madre no cenara para que el pueda comerse un poco de comida.

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Y que un universitario este tan desilusionado de graduarse, saber que aunque has sufrido y luchado por obtener tu titulo no te servirá de nada en un país donde prefieren a ignorantes y mediocres por preferencias políticas, y no a personas estudiadas. Y que nuestra mejor opción sea pensar en irte de tu país.

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Venezuela se desangra por culpa de un gobierno corrupto que solo ha pensado en el bienestar propio, y que ha destruido toda la producción nacional, y regalado todos nuestros recursos. Pero también es cierto que es culpa de un pueblo que se ha acobardado y arrodillado ante promesas y regalos del gobierno “Dinero gratis” Dinero que no te sirve para comprar comida ni para dos días, marginados a recibir una caja “Clap” con productos que antes fácilmente se conseguían en cualquier supermercado o bodega del país. Nos han quitado todas nuestras comodidades y pretenden que estemos agradecidos por una humillante caja con comida que se percibe 1 vez cada 3 meses, excepto si hay elecciones en ese caso te dan una semanal.

En un país donde se trabaja para mantener el trajo y no para mantener a su familia, donde no se vive, sino donde se sobrevive.