A mi estimado amigo chavista que está preparando todo para emigrar... imagino tu ajetreo en este momento crucial en tu vida por el cual, te aseguro, jamás pensaste pasar... apostilla, registro, arreglo de papeles sólo por hablar de trámites legales, compra de boletos, venta de lo poco o mucho que puedas tener, pero eso sí, NADA de bolívares, sólo esa diabólica y desgraciada moneda del Imperio que tanto daño le ha hecho a la revolución, imagino en tu teléfono el acceso directo a esa página que nos ha desgraciado como país, porque cada vez que te ofrecen bolívares la abres para ver a como está el dólar...

Mientras más se acerca tu viaje más te percatas de todo lo que hay que hacer, de todo lo que vas a dejar. Mayor es el miedo, crece la angustia y, hasta a veces, lloras de dolor de tener que irte de tu tierra sólo porque unos mal nacidos nos hundieron en una guerra económica y los gringos nos hicieron un bloqueo que destruyó los frutos de casi 19 años de revolución, en sólo 6 meses.

Ahora, después dejar todo casi listo te toca arreglar maletas, entre un trapo y otro, ves tus adoradas franelas rojas, unas con los ojos del supremo, otras con Uh Ah Chávez no se va, y otra que te llena de nostalgia y te hace recordar ese compromiso revolucionario: CON HAMBRE Y DESEMPLEO CON CHAVEZ ME RESTEO. Las tomas, las abrazas, las hueles, y todavía conservan ese olor a patria, a lucha, a marcha... luego las escondes, no las llevas porque sabes que afuera no las puedes cargar porque le daría envidia al extranjero y te perseguiría y te jodería la vida así como ustedes lo hicieron con la lista Tascón.

Entre una cosa y otra llegó el día, el momento de partir y sin darte cuenta estas esperando la revisión, llega ese flamante soldado de la patria, el hombre nuevo, ese que ustedes ayudaron a crear, y te revisa, y revisa lo más íntimo de tu ser sólo para encontrar algo que todos sabemos que llevas, pero que el también sabe y quiere su parte, y te martilla... otro fruto más de la siembra de la patria. Por fin pasas, te desprendes de una porción de lo que llevas para que el rastrero te suelte y de deje seguir, llegas a la terminal, puede ser un aeropuerto o un terminal de buses, al final no importa, la idea es irse... ves a los lados y percibes esa sensación de miseria que hay en cualquier edificio público, los baños no sirven, estas pendiente que no te roben, sin mencionar la tristeza general en la gente por tener que abandonar su país, y algunos hasta te sacan conversación buscando consuelo entre unos y otros, y hablan mal del Gobierno, los escuchas y rememoras los tiempos en los que en la sala de batalla o el Consejo comunal te rasgabas las vestiduras y hasta amenazaban a quien osara hablar mal de la revolución, y callas... callas porque te da pena lo equivocados que están, ellos, tu no.

Pasado el tiempo llegas a tu destino, un terminal organizado, limpio, donde las cosas funcionan y lo comparas sin querer con el que dejaste atrás y piensas: cuanto daño nos ha hecho esta guerra económica... sigues andando y te das cuenta de como si funcionan las cosas:
El transporte público funciona, sin malos tratos, con buen servicio sin que te roben, así como aquí antes de que tu revolución se robara hasta los sueños de quienes un día levantaron su familia manejando un autobús.

Las calles y avenidas están limpias, los semáforos funcionan, no hay huecos en el pavimento, así como era aquí antes de que ustedes se robaran hasta el presupuesto del pueblo más pequeño del país.

Ves carros nuevos y piensas: que camarada irá en esa camionetota, porque en tu cabeza sembraron que para tener un carro del año o eres un chavista pesado o estas bien enchufado, pues te comento, en otro país cualquier persona con su salario puede comprar un carro nuevo, así como era aquí antes de que sus políticas de expropiación acabaran con el parque industrial automotriz de Venezuela.

Sólo llevas 10 minutos en otra tierra y más te convences del gran daño que le ha hecho la guerra económica a nuestra patria.

Con el pasar de los días sigues viendo cosas, cosas como que si vas a un hospital todo funciona, así como era aquí antes de que los no menos de 10 ministros de salud que han pasado por el sector descuartizaran y dejaran en terapia intensiva a los hospitales y fue tan grande el cáncer que hizo metástasis hacia las clínicas y farmacias.

Y buscas trabajo... Y CONSIGUES, y sin que te pidan comprobante alguno de filiación política y no sólo eso, es que con lo que trabajas te alcanza para pagar una renta, hacer mercado, comenzar a vivir y de paso te queda algo para mandar a tu familia... así como era aquí, aquí venían los extranjeros y trabajaban y no sólo mandaban a sus familias, es que era tan buena mi patria que se traían a su grupo y hacían vida en Venezuela.

Y conoces gente, y el tiempo pasa y tu preocupación deja de ser dolartoday, donde están vendiendo comida, la caja del clap, si consigues o no efectivo, como mantengo el carro y así muchas cosas que te ahogaban en tu patria y ahora te preocupas por estabilizarse, por comprar carro, casa, vacaciones, en fin.. así como era antes aquí en Venezuela que con tu sueldo levantadas una familia, salías, ahorrabas, vacacionabas, comprabas carro, casa y te dabas el lujo de viajar al exterior sin pensar en quedarte, en abandonar tu suelo porque otros robaron tus sueños pero no tus aspiraciones.

Y comienzas a vivir... Y añoras tu tierra, tu gente, tus amigos, tu familia... Y sientes ese sentimiento que no tiene discriminación política y que nos agobia a todos por igual... ese despecho de patria, ese sentimiento de vacío que se siente al ser un extranjero, ese dolor que te da cuando te enteras de la muerte de un familiar del cual no pudiste despedirte. Eso, eso que tu colaboraste para que se diera, ese barco magnífico creado llamado revolución y que hoy se está hundiendo y tu saltas como lo hacen las ..... personas buscando sobrevivir, dejaste sólo el barco, un barco que tú mismo ayudaste a construir, aupaste para que navegara y aplaudiste hasta más no poder en tus marchas y mítines.

Estimado chavista, hoy te deseo todo lo que Dios, bajo su divina misericordia, tenga guardado a bien para ti, y aunque estés fuera de tu patria deseo de todo corazón que todo lo que dejaste en ella viva el gozo de vivir en revolución, que los frutos del socialismo colmen la casa de la familia que dejaste atrás, que reciban su porción de patria querida... Y que cada vez que esto pase te enteres y sientas lo que sienten los miles y millones que ustedes execraron directa o indirectamente de nuestra patria.

Ojalá nunca olvides que eres chavista, nunca lo escondas, vive orgulloso de serlo hasta fuera de tu país.