El petróleo no se come...

Que Venezuela es un país rico es una noción colectiva que se repite como un mantra, que ha calado entre locales y extranjeros, durante la historia contemporánea del país nuestros recursos naturales han sido la eterna promesa para salir del sub desarrollo. Nada más alejado de la realidad, pensar que las riquezas del país dependen de sus recursos naturales.

Ha quedado demostrado a través de la diáspora que deambula por el mundo, cual es el recurso más valioso con el que cuenta la nación…

Es toda esa gente trabajadora, y preparada, que solo quiere echar para adelante. Los recursos naturales no valen de nada sin no son explotados, “el petróleo no se come”, y es que las cantidades de oro o diamantes con los que cuente el suelo patrio, no sirven de nada sin la fuerza y el intelecto de toda esa gente que convierta todos esos recursos en una riqueza tangible.

Hoy cuando muchos hablan de una inminente y necesaria intervención militar en Venezuela, y surgen voces que claman en contra de las acciones externas, que solo pretenden arrebatar los recursos naturales del suelo patrio, dejando miseria a su paso, es necesario terminar de una vez por todas con el mito de que Venezuela es un país rico por sus recursos naturales.

La riqueza no está dada, ni se distribuye, como pretendió el régimen que en menos de 20 años, ha logrado el milagro invertido de destruir toda la riqueza del territorio. La riqueza se construye cada día con el sudor y el esfuerzo de millones de ciudadanos que buscan simplemente ganarse la vida, y vivir en paz; muchos de ellos hoy, haciendo patria fuera de las fronteras...

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