Esta navidad en mi Venezuela...

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        Con sonrisas forzadas y con ánimos escasos seremos muchos los venezolanos, que hoy nos abrasaremos a media noche para desearnos una noche buena y feliz navidad al lado del arbolito armado con esfuerzo a pesar de tantos estragos... Y es que, aun, después de colas, precios altos, protestas, represión, los venezolanos tuvimos el temple y la fuerza para aun decorar nuestros árboles navideños y alumbrar nuestras casas y crear nuestros pesebres. A veces suelo pensar que los venezolanos merecemos un premio nobel o al menos una mención honorifica, porque aun cuando la soga a estado en el cuello recordamos ese refrán que "dios aprieta pero no ahorca..." y entonces sonreímos; nos acostumbramos en medio del caos a sacar algo positivo que pueda alegrarnos por unos momentos la vida.     

 Y así, esta noche nos aferramos a ese espíritu navideño, de esperanza y buenos deseos, en la penumbra de una noche oscura y fría, donde en otros países si se sonríe de manera placentera y se entregan abrazos con una prosperidad segura, aquí con una esperanza débil, deseamos la feliz navidad en medio de la nostalgia y porque no decirlo, en medio de la tristeza...     

   Pero a pesar de eso, sin saber cómo ni cuándo, nuestro corazón siempre nos bombea esa sangre guerrera que heredamos de nuestros ancestros y que nos motiva a luchar en cada día nuevo, a pesar de las calles maltratadas con huecos, de la inseguridad, del hambre, del desempleo, siempre parecemos encontrar una chispa que nos enciende y nos mantiene viva esa flama, de un fuego que nos impulsa a sangre, sudor y lagrimas, a luchar por nuestros sueños y construir un mejor país, el país soñado que todos queremos y que desde hace ya algunos años, todos por estas fechas lo recordamos y añoramos... Hoy esa flama sigue encendida, está ahí en cada vela de cualquiera mesa familiar que se dispongan a cenar con lo poco que se ha conseguido, en esas luces que decoran alguna ventana en una urbanización de cualquier parte de mi país, esa flama está ahí, en el espíritu de cada uno que hoy a pesar de las derrotas, se vistieron de optimismo y ganas y celebraron con los suyos, al menos por unos segundo, recordando que en el fondo, el venezolano es alguien alegre, es alguien que lucha...     

  Feliz navidad a todos los venezolanos que hacemos y escribimos en Steemit, luchando por nuestros futuros.      

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