Hubo una época donde ver una tarde de lluvia era algo muy romántico, ahora nos paraliza de susto nada más de imaginar la cantidad de goteras y ya no podemos decir: "me encanta ver la lluvia caer".
Saludos cordiales.
Hubo una época donde ver una tarde de lluvia era algo muy romántico, ahora nos paraliza de susto nada más de imaginar la cantidad de goteras y ya no podemos decir: "me encanta ver la lluvia caer".
Saludos cordiales.