Antropología de una nación en crisis.
Quizás una de las cosas que más molestan son las verdades, aquellas que resultan ofensivas por el simple hecho de ser verdaderas...
Estudiarnos a nosotros mismos como venezolanos, nos hace comprender el panorama de lo que nos depara al menos en los próximos años. Sí, es cierto que todo es una incertidumbre pero debemos intentar predecir el futuro que estamos construyendo.
Tenemos petróleo, metales, agua, bosques, vegetación, animales, turismo, posición estratégica comercial, tierras fértiles, aire puro... ¡Vaya, que somos el mejor país del mundo!
Los venezolanos hemos inmortalizado lo que tenemos y lo resaltamos al mundo con una soberbia innegable que realmente dudamos que exista un paraíso más allá de nuestras fronteras.
Vamos por el mundo hablando (O presumiendo, si se prefiere el término) de lo artístico que suena la música llanera, de lo hermosas que son nuestras mujeres, de lo fantástico que llegan a ser nuestras arepas y de la supuesta felicidad que irradiamos pero se nos olvidó algo, la razón por la cual un país sale adelante, la razón por la cual estamos como estamos: La gente.
Retrocedan 2 párrafos atrás, donde mencionaba las razones por la cual somos los mejores y olviden todo eso, nada de eso importa... Japón no es una potencia económica porque tiene el salto Ángel, Suiza no es un país próspero porque tiene una posición estratégica o Estados Unidos no es una potencia económica por su petróleo.
Aunque no se quiera aceptar, Maduro y la cúpula de corruptos (Y más que corruptos, cínicos) que gobiernan, no llegaron allí por arte de magia, quizás con varios sistemas y organismos políticos trucados, sí pero recuerden que al menos un 40% de la población votó por Nicolás en aquellas dudosas elecciones, y no soy vidente pero puedo asegurar que hay un 5% de la población, que aunque una muy mínima parte de la misma, votará en las próximas elecciones por el “candidato” en cuestión.
“Pero ajá, ¿Y los que no votamos? ¿Por qué debemos pagar los platos rotos del chavismo?” Porque aunque no somos cómplices, lo permitimos y es algo que no deja de ser un reflejo de nuestra sociedad.
Ok, ok, ok. Lo acepto, no todo es política. Debemos observar bien lo que estamos haciendo los venezolanos en el mundo... “y lo que estamos haciendo es trabajar en Chile, Ecuador, Perú, Argentina (etc) por salir adelante, por dejar el nombre del país en alto”
Esto último es cierto, una cantidad GIGANTE de personas han salido del país, a buscar una mejor vida, desempeñándose de formas varias para subsistir, para progresar y quizás mi critica no vaya hacia ellos.
No vengo a hablar de aquél que roba o extorsiona, opino que solo es la escoria humana que mancha nombres ajenos.
Vengo a hablar del chico de la gorrita, del de la banderita o peor aún del chico que sale del mejor país del mundo a minimizar los atributos de aquél que lo recibe.
Sean sinceros con ustedes mismos, en ese vídeo viral de aquél venezolano en ese bus en Perú, es una regla básica de como no se debe ser en el extranjero: Insultos como “Hago esto por necesidad... MALDITO”, una pelea (Que inició con un golpe a la espalda, he de agregar) o el simple hecho de discutir en un espacio público. Todo esto fue un reflejo de lo que somos, o de como son muchos... Y si no me creen, basta con ver los tantos comentarios de personas que comentan “Yo hubiese hecho lo mismo” o “Se lo merecía”.
La chica por su parte decía que Venezuela abrió las puertas a los extranjeros pero por favor, en este país había (Y hay) xenofobia, solo vaya y hable con muchos extranjeros para que abra su mente... Hay algo que es cierto, las políticas migratorias eran cómodas para el extranjero, pero ¿Pretendemos vivir de viejas glorias? ¿Recordando algo que sucedió hace ya años o incluso décadas?
No sé si están de acuerdo conmigo pero no sé que tanto respeto podemos obtener cuando el Mike Tyson caraqueño está ahora mismo lanzando golpes allá en Lima.
A esta distancia del texto ya me siento un poco sucio pues me he incluido en muchas críticas a pesar de no ser militante de ninguna. Sin embargo les comentaré algo, hasta hace unos años yo pensaba y sostenía que el país debía gran parte de su riqueza a que tenemos una herencia histórica, una herencia que decía “Somos los hijos de Bolívar”.
Me gustaría plasmar una frase dicha por un familiar: “Los venezolanos somos unos cagones”... No es nada filosófica pero no deja de ser algo que no distorsiona la realidad, la sucesión de los hechos nos deja algo en claro, no somos hijos de Bolívar. Somos hijos del conformismo y de la “viveza criolla”
Los verdaderos hijos de Bolívar fueron aquellos que salieron a protestar, aquellos que se dieron cuenta del sistema podrido y se salieron de él, aquellos que dieron sus vidas por la libertad.
El resto de la población, se dedicó a tomarse fotos en marchas, permitieron la matanza de estudiantes o simplemente a dejarle el trabajo de la libertad a otros.