Cumple tu palabra
5 Claves para mejorar el valor de tu palabra
El valor de la palabra es un valor fundamental para tener prestigio profesional y también personal. Una sencilla fórmula para conocer el valor de tu palabra es preguntarte:
De cada 10 cosas que dices a otros que vas a hacer ¿cuántas haces?
Y de cada 10 cosas que te dices a ti que vas a hacer ¿cuantas haces?
Ese es el valor de tu palabra para los demás y el valor de tu palabra para ti. Generalmente el valor de la palabra que damos a los demás es superior al valor de la palabra que nos damos a nosotros mismos.
En cualquier caso, solo hay dos formas de incrementar el valor de nuestra palabra:
Asumir menos compromisos, es decir, dar menos “palabra”
Cumplir con todos los compromisos, cumplir con todas nuestras “palabras”
Pautas de gran utilidad para incrementar el valor de nuestra palabra son:
No precipitarse.- Pensar antes de asumir compromisos. Nos conocemos, sabemos cómo gestionamos nuestro tiempo, tenemos claro lo que es importante para nosotros y en base a eso podemos valorar y decidir si nos queremos comprometer a algo o no.
Perder el miedo a decir “no”.- Es preferible no generar falsa expectativas. La buena reputación cuesta ganársela y se pierde en un segundo, la mayoría de las veces por haber generado una expectativa en los demás y no haberla cumplido.
Tener claro nuestros objetivos
.- Y en base a nuestros objetivos preguntarnos, ¿este compromiso me acerca a mi objetivo? ¿qué me aporta comprometerme? ¿qué es lo peor que puede pasar si no me comprometo? Y si no cumplo, ¿a qué me arriesgo?
Valoración adecuada de uno mismo.
Todos tenemos talento o habilidad para algo pero no tenemos talento para todo. Muchas veces queremos valer para todo y queremos hacerlo todo bien, pero esto no es posible. Saber quién somos y qué aportamos, cuál es nuestra área de mayor contribución, nos ayuda a decidir y a no sentirnos mal por no asumir ciertos compromisos, al igual que nos da fuerza para asumir y cumplir con otros.
Sinceridad con nuestra gestión del tiempo.- Realmente el decir “no he tenido tiempo” carece de sentido. Todos tenemos el mismo tiempo, 24 horas al día, 365 días al año, 60 minutos por hora… Cada uno decide en qué emplea su tiempo. Lo realmente sincero es decir: “no he querido dedicarle tiempo a eso” . Con este concepto se logra incrementar notablemente el valor de la palabra con uno mismo.
Evitamos el “tengo que aprender inglés” o el “tengo que hacer deporte” o el “tengo que adelgazar”. Realmente ¿quiero hacerlo? ¿A qué precio? ¿A qué estás dispuesto a renunciar para conseguirlo? … No pasa nada si la respuesta final es “no quiero hacerlo” si esto significa que así mantienes el valor de tu palabra.
Prestarle atención al valor de nuestra palabra es sumamente importante para la buena salud de nuestra reputación (Marca Personal) y de nuestra autoestima (soy capaz de cumplir lo que digo).