EMIRA, de Cumaná.

Tiene una expresión de quien está al tanto de todo. Su pasión es la bioética. Proclama, señala y hostiga de manera incansable las malas acciones contra el medio ambiente.
Emira, en una oportunidad incomodó a los anfitriones encargados de atender a los invitados internacionales de un congreso, sede en la Universidad de Oriente-Cumaná (UDO). Desde tempranas horas Emira se hizo presente en el aeropuerto, al darse cuenta del desconcierto de los recién llegados, ella asumió la investidura de anfitriona. Los llevó al Hotel Cumanagoto, etcétera. Hasta que supieron las autoridades de la UDO, por ella misma, donde estaban los invitados.
Su tendencia es denunciar las irregularidades que observa a su paso. Hacerlo a viva voz es lo que la hace quisquillosa, pero respetable. Eso nos hace observar alrededor, sin la indiferencia acostumbrada. La manera de llevar el hilo conductor de la protesta es envidiable, con infatigable vehemencia asume la defensa de la ciudad. Cualquier escenario u hora, le sirven para manifestar su inquietud.
Un ejemplo de ello lo viví una mañana en el bus de la UDO, destinado a trasladar a los estudiantes hasta el centro de Cumaná; quiero aclararles que los puntos suspensivos son para no consignar aquí, y no por falta de espacio, su profunda rabia ante la indolencia de los cumaneses indiferentes.

"Mira! cómo se te ocurre empujarme para pasar primero, a ti no te enseñaron a respetar a los mayores, mal educado!... (Mientras trataba de acomodarse dentro del autobús). Estos días estuve enferma, me dio fiebre, ¡Párate, mija! No me quites el puesto, que yo hoy estoy mal… Luego nos miró a todos y prosiguió. Mira, mira,(señala) como está todo lleno de basura, ponen un Mercal para justificar que hacen algo y poder llenarse los bolsillos, son todos unos ladrones… Date cuenta la basura del lado de acá, la colocan en bolsas, las ponen del lado del parque recostadas de la cerca, pasan los días y no la recogen nunca. Las alcantarillas están llenas de hojas y basura. Mira, mira, nunca las limpian. La cerca rota ¿Desde cuándo? Tiene añales así. Las hojas secas del parque las amontonan y el viento las vuelve a esparcir por todos lados, así el parque siempre está con aspecto abandonado. Fíjate, mira, ve. (Señala la entrada del parque). Ya colocaron una pancarta de los juegos ecológicos vacacionales, del 4 de agosto al 14 de septiembre (2010), quién va a querer ir al parque, nadie. A nadie le gusta vivir en la porquería. Los buhoneros y tarantines los montan los turcos afuera de su negocio para no darles trabajo fijo. Otros, se cogen los espacios para estacionamiento y las aceras para vender comida dejando todo sucio, de día no se puede caminar y en la noche salen los malandros y si te descuidas… ¡Mira! Ve!... te cortan el cuello (se pasa el dedo por la garganta). Pero eso sí, el gobernador ya robó, pedevesa vive robando y el alcalde ya empezó, ya se compró tres camionetas, ayer las vi, yo les averiguo la vida a ellos. Voy a hablar con el presidente para que los bote a todos ¡Ladrones! (se toca el bolsillo) no hacen más nada si no robar, eso es lo único que saben hacer ¡Qué calor! Ayer me fui a la dirección de cultura de la UDO para asistir a un taller de reciclaje, para ver si ayudo en algo por allá por donde vivo. Resultó ser un horror, agarraban de la basura botellas plásticas para hacer flores, vainas tan feas, ahora los basureros en vez de tener bolsas y botellas plásticas volando por todas partes, tendremos la basura recortada en triangulitos..."
Ambas nos bajamos en la parada del centro de la ciudad. Emira miró la estatua del Mariscal y grito:

"¡Viva Sucre! El que murió en Berruecos”