Cuando él tenía 6 años,
una carta escribió,
lleno de creyones y trazos
a su madre conmovió.
Ese día, ella lloró,
mientras que su padre orgulloso sonrio,
y aquella carta en una pequeña mesita se atesoró.

Cuando él tenía 10 años,
en su diario algo escribió,
lleno de dolor mientras escuchaba como su padre a su madre golpeó,
ese día su madre lloró,
y su padre rato después suplicó por su perdón.
Ese diario, nadie lo leyó,
Y con el tiempo, aquel niño su diario olvidó.

Cuando él tenía 15 años,
en su blog, un post escribió
una poesía desesperada con emoción.
Lleno de ira, su padre lo golpeó.
Ese día, su madre con miedo lloró,
y aquel blog nunca nadie leyó,
ni un comentario recibió.

Cuando él tenía 25 años,
una carta de nuevo escribió,
esta vez el joven se enamoró,
y lleno de celos,
a su amor agredió,
Esa día, ella lloró,
Y sin remordimiento lo dejó.
Aquellas palabras escritas,
el tiempo quemó,
porque esa chica nunca más lo perdonó.

Cuando él tenía 30 años,
una carta a su madre escribió,
lleno de llanto le narró cuánto la amo,
y como su padre nunca la valoró.
Ese día, más que nunca ella lloró,
porque aquella carta,
fue lo último que su hijo escribió.

Fuente de Imágen

GRACIAS!!
BESOS, ELI.