Ja, ja...me gusta saltar a la comba entre unos y otros; nadar entre la sal y la pimienta siguiendo siempre esas sutiles pompas de jabón que eran los mundos de Antonio Machado. El Tarot es una afición que tengo hace mucho tiempo. De hecho, colecciono barajas y muchas veces me dejo llevar por la magia de los símbolos. Soy una especie de híbrido entre el Loco y el Mago: el hatillo del primero, me lo cuelgo al hombro cuando viajo y la varita del segundo, la guardo celosamente en casa, sacándola con cuidado de su estuche de terciopelo para poner en orden los recuerdos y experiencias. También me pongo su sombrero, que como verás, forma un símbolo del infinito, porque, como los sueños, infinitos son esos caminos e infinitas las posibilidades que tenemos al alcance de la mano. Mi estimada Marpa: muchas gracias por tu apoyo, por atreverte a entrar a este más acá, que espero que entre todos los que formamos esta comunidad sepamos llevarte más allá (reto difícil, pues en ilusión e imaginación es difícil superarte) y sobre todo, gracias por estar ahí. Un abrazo