THE DIARY GAME temporada #3 me encontré una foto de una experiencia en el ato de tio

Anécdota del año pasado cusndo estaba en la finca de mi tio

Alguien me observa.

Juro por mi vida que siempre he sido escéptico de todo, inclusive podría caer al nihilismo pero esta vez sí pasó algo raro, paranormal hace un par de minutos.
Salí a la calle a fumarme un cigarrillo y estaba escuchando la radio por internet. La luna como todos ahora saben es mucho muy brillante así que dispuse a verla un rato, apagué el cigarro y encendí otro mientras caminaba a ver si el coche tenía la alarma puesta. Vaya, es común que salga a estas horas a fumar antes de dormir. En eso, por donde dejo el coche hay una vereda que va rumbo al cerro, por allí transitan todas las personas que viven por esos rumbos en el día y sin querer, antes de dar media vuelta para caminar rumbo al portón, miré que a lo lejos entre una palma había la silueta de un niño pequeño que me llamaba con su mano y echaba risitas de burla como lo hacen los niños de su edad. ¿Hola? Le dije en tono no tan fuerte. La silueta seguía hablándome como convenciendo de que me acercara y como escribí arriba, soy escéptico, me acerqué lentamente ya que perdí la costumbre de caminar descalzo entre las piedras. Mientras más me acercaba el niño daba pasitos hacia atrás hasta que llegó el momento en que casi estuvimos de frente cuando corrió y se un pequeño salto se metió a la zanja que está por la casa. Hasta pude escuchar el golpe de su cuerpo entre las hojas secas y el agua estancada que hay. Me espanté un poco puesto que el golpe sí se escuchó fuerte y creí que se había lastimado el chamaco. En eso, sentí que me aventaron piedritas pequeñas en la espalda y volteé y vaya sorpresa, el niño no estaba en la zanja sino que volvió a estar junto a la palmera. Allí me entró el espanto un poco. Tomé valor y me acerqué ya enfadado para preguntarle si necesitaba algo o dónde vivía pero cuando volví a estar de frente el chamaco corrió de nuevo pero ahora rumbo al cerrito que está en el terreno de mi papá. Me temblaban las manos por los nervios, me sentía fatigado no sé por qué pero me dio igual y regresé a casa.

Traté de tranquilizarme un poco y comencé a cantar una canción que inventé en el momento. El perro, amigo de la colonia, Marley, ladró pero se quedó quieto no sé por qué. Algo me decía que no volteara lo juro por lo que yo creo y sin embargo, cuando caminé junto al coche se me dió por voltear y para mí sorpresa allí venía el niño casi pisándome los talones, cerquita de mí y allí fue cuando apresuré el paso e intenté orar pero no me supe de momento ninguna oración. Apestaba a animales muertos. Cuando di unos cuantos pasos más sentía ya que el monigote me arañaba la espalda y miré la fachada de la casa de mi abuelita de reojo y pude ver cómo el niño se subió a la barda y andaba brincando y burlándose de mí. Me detuve y tuve que decirle ya enojado que se largara. Juro que no logré verle el rostro más que algo que le brillaba en los cachetes como agua y su playera neja y un pantaloncito corto de talones y andaba descalzo. Corrí y abrí el portón y me metí rápido. Cerré la casa con llave y aquí estoy escribiendo esto que me acaba de suceder. Afuera se oyen ruidos a pesar de que tengo el aire acondicionado encendido y ya tocaron a la ventana dos veces. Creo que esta noche será pesada.

Al fin tomé valor y salí al hall de la casa. Se escuchan ruidos muy raros por el monte y sigue oliendo muy mal. El chamaco sigue allí entre la palma y un árbol pero creo que ahora ya no es niño y sí una persona adulta de tamaño normal. La calidad de mi cámara no es tan buena pero logré tomarle una serie de fotografías donde se pueda distinguir lo mejor posible. Realmente este tipo de cosas no suelen asombrarme más que el hecho de que las historias que contaban los viejos, son ciertas. Amigos, sí estuvieran aquí podrían ver claramente lo que cuento. Repito: no soy creyente de este tipo de cosas o de alguna religión en específico o posiblemente sea algo fuera de lo común pero quién sabe. Acaban de tocar el portón de la casa y tuve que bajar rápido. Ya no estoy espantado, ahora solo queda la duda de qué hace el niño allí en el monte. Ojalá sea solo un mal sueño todo ésto. Ojalá ya amanezca pronto. De momento es todo. Queda para la posteridad.

foto del ato piñero tinaco Venezuela

MUCHAS GRACIAS POR LEER.