_{Cumpleaños. Foto tomada en Cumaná- Venezuela}

¡Hola, queridos amigos de @steemitblog! Con esta entrada retomo mis publicaciones en el Juego del Diario/The Diary Game.

Sí, lo sé. Es un poco tarde, pero esta entrada es para compartir con ustedes una fecha que me llena de mucha alegría. Se trata del cumpleaños de mi hijo. Este ya tiene 11 años y recuerdo como si fuera ayer el día que supe que sería mamá. Su nacimiento fue todo un acontecimiento, porque sería para mi familia el único niño en mi casa y juntos iniciaríamos una nueva aventura.

_{Regalos. Foto tomada en Cumaná- Venezuela}

Lo cierto del caso es que cada cumpleaños es una fietas para todos en la casa y comienza la preparación del magno evento, es decir la fiesta (ahora, comelona) muchos antes de la fecha correspondiente. Ya saben que en Venezuela para poder hacer algo, se tiene que ir comprando poco a poco.

Ese día todo comenzó temprano. Su tía el día anterior, ya tenía preparada la masa de los tequeños, así que, temprano, se hicieron para el desayuno. Él como siempre se levantó tarde, pero fue mejor así, porque me dio tiempo de hacerle su pancarta.

Desde temprano recibió mimos de todos en la casa. Preparamos el almuerzo: pasticho. Mamá fue la encargada de hacerlo. Quedó de un bueno ese pasticho. Él estaba feliz y lo disfrutó muchísimo.

Al terminar de almorzar, pues los tres: mi hermana, mi hijo y yo nos dispusimos a hacer la torta. Esta era una torta marmoleada, mientras la hacíamos, nos reímos demás.

_{Cena: Torta y Perros Calientes. Foto tomada en Cumaná-Venezuela}

Luego, vino la ronda de las llamadas, porque sus tías lo llamaron para felicitarlo y con un poco de ayuda de su tía, pues contestó todos los mensajes ¡Ja, ja, ja, ja!

Más tarde vino la cena. Su papá le regaló una perrada, en nuestra jerga eso es noche de perros calientes. Como él debía trabajar ese día, se hicieron temprano para que se pudiera llevar uno. La idea era comer con él, pero algunas cosas se salieron de control, por lo que no pudo estar para la cena.

Posteriormente, vino la torta. Cantamos cumpleaños y nos comimos nuestra ración. Él estaba muy feliz, pero muy lleno, así que no pudo disfrutar como quería de su sabrosa torta. La guardamos para el otro día y desayunamos con eso.

¡Ah! También hubo regalitos: una bolsa llena de chucherías, una lapiz y una libreta y su pancarta.

_{Bolsa de regalo. Foto tomada en Cumaná-Venezuela}