A ti el mundo prefiere.
Atiende ciegamente a un corazón lujurioso.
No hay orden en los sentimientos.
De eso no se volvió manso.
Las lágrimas están por llegar.
Como un salmo pestilente,
El amor nos instó a aprender el Señor.
En la noche de la muerte del padre celestial.
Y el frío cielo está vigilado.
Fui con todos en la gira.
¿Quién necesita una guerra? ¿Quién necesita todas estas batallas?
Y hablar abiertamente con el primero en llegar
Blog de hombre a hombre.
Ese es el tuyo.