Buenas tardes, gente linda.

Hoy quiero compartir con ustedes mi historia de Amor.

Joendris Mejías, así se llama la persona con la que decidí compartir mis sueños, logros y fracasos. A quien le he dedicado alegrías pero también grandes tristezas. Las relaciones están hechas de altos y bajos, de logros y caídas. Quien pretende vivir siempre en la etapa del enamoramiento, en donde todo es color rosa y no madura su sentimiento. Pues no podrá asumir las pruebas que debe enfrentar para mantener o dar por terminada la relación.

Nos graduamos juntos, por ello compartimos la misma profesión que es Diseño Gráfico. Somos Técnico Medio en Artes Gráficas.

Él desde que iniciamos las clases, ya el primer día, me miraba, y sonreía. Al transcurrir el año escolar, nos fuimos conociendo, el empezó a manifestar sus sentimientos hacia mi, pero yo realmente solo lo quería como amigo. Siempre era detallista, atento, un mensaje de buenos días, un buen chiste oportuno. No perdía oportunidad para hacerme reír y recordarme que el estaba allí. No fue, sino hasta 2014 que empece a verlo con otros ojos, que ya no me parecía solo el chico que hacia tonterías para hacerme reír, sino que me agradaba su compañía, empezaba a necesitar su compañía y sus bromas y detalles me marcaban, cada vez más y

DECIDÍ

Quererlo, decidí darle la oportunidad de mostrarme como era su mundo, cuales eran sus gustos, sus miedos y más profundos anhelos.

Hoy en día no me arrepiento. Hemos compartido grandes caídas, disgustos, desilusiones. En donde hemos defraudado al otro. Somos Humanos

Nos equivocamos, por malos consejos, por chismes, por suponer, por el alrededor. Todo se pone en contra, y si no tienes clara tus prioridades y tu confianza en el otro, dañas al otro. Pero más te dañas a ti mismo.

Aprendí a Amar

A esa persona que se esmeraba por verme feliz, a quien no le importaba quién estuviese, el gritaba cuanto me quería, cuan importate era yo para el. En cualquier trabajo, con cualquier tema siempre estaba yo allí.

La Envidia

Siempre estuvo al frente, ambos inocentes, de que hacíamos crecer esos sentimientos en los que nos rodeaban. Muchos nunca estuvieron de acuerdo en que estuviéramos juntos, decían que eramos el agua y el aceite. Nos ponían conchas de mango, nos influenciaban para serle infiel al otro, para mentirle al otro. Nuestras amistades, quebraron muchas cosas entre nosotros. Ambos culpabes por no ver, esas malas intenciones en quienes la tuvieron.

La Complicidad

Esa hermosa e inexplicable conexión que siempre tuvimos, y aún tenemos. Porque a pesar de que muchas veces nos separamos y lloramos, por la ruptura de la relación,siempre encontramos una Excusa para volver.
Esa frase que dice: Siempre volverás a donde has sido feliz Es tan cierta, en nuestro caso, porque siempre el otro espera y saca lo mejor de si, y aprendimos a ser cómplices, no solo en las alegrías sino en las fallas.

Como ignorar que los mejores detalles siempre los he tenido de él, no tanto materiales, sino esos que no se borran, que no se arrugan, que no se mojan, que no se pierden. Él siempre me ha hecho sentir, la mujer más especial y afortunada

Disfrutamos de lo simple y cotidiano, nosotros le damos la diferencia y aunque en un tiempo fue complicado, entendernos, escucharnos y hasta respetarnos.

Hoy ya no somos dos, somos tres en uno🤵👰

Él llego para enseñarme el amor bonito, verdadero y el que perdura en el tiempo. No importa que tanto debas aprender o superar, si lo haces con la persona correcta al final del camino, ambos disfrutan de los resultados y sobre todo del proceso, el amor se transforma. Pasa de ser un amor de jóvenes, a uno de adolescentes inmaduros y luego a un Amor Cómplice, ese que te escucha en la noche cuando todos duermen, ese que te calma con un abrazo, ese que te atiende al final de un mal día en el trabajo, ese que te mima, cuando tienes momentos de angustia. Ese que es fuerte y sabe cuando ignorar una palabra de rabia. Tu motor cuando todos te dicen que no puedes, tu inspiración cuando las adversidades se asoman y tu Fe, cuando nadie te acompaña.

Es el padre de mi hermosa hija, y para la sorpresa de muchos, sigue siendo el hombre por quién sonrió como niña, quien me paraliza y acelera el corazón con solo mirarme

Cada día despierto y tengo la certeza que mi corazón escogió bien, que no me equivoque cuando Decidí Amarlo, con muchos fracasos, con muchos tropiezos, con muchas cosas por superar y aprender. Pero hoy se que él es mi eterno amor bonito, y por quién hoy debo compartir su amor, con nuestro pequeño Girasol. Ella siempre nos unirá, aun cuando el día de mañana, nuestra historia pueda cambiar

El Amor, existe. Pero solo lo conocemos cuando entendemos el dolor en la mirada del otro y cuando tu corazón se paraliza, si el otro esta mal. Cuando dejas volar, con el temor de que no regrese.

Amar al prójimo, como a ti mismo