Emociones Vs. Enfermedad

_{Atribución: Geralt Imagen de Dominio Público alojada en Pixabay}

Hola apreciados STEM-lectores y compañeros de STEM-Espanol, saludos.

Retomando la actividad de publicación, presento este resumen fundamentado en un contexto psicológico del cual no he escrito, aunque llevo varios años revisando e interesado en lecturas afines por curiosidad en conocer sobre el comportamiento humano en línea general. Dentro de mis reflexiones pienso que la civilización mundial se encuentra dividida en cultura oriental y occidental, siendo esta última quien ha influido determinantemente en los sistemas de creencias y modo de ser de nuestra región, en particular los países latinoamericanos navegan en aguas de imitar, alcanzar y querer posicionarse a niveles de vida propios de occidente; esto tiene su origen histórico legado de la época colonial. Así la educación como proceso de formación (o deformación social en muchos casos) ha sido instalada en la psiquis humana desde la niñez en el seno del hogar, escuela, entorno y otros espacios, como copias de un sistema operativo que responde automáticamente a ciertas situaciones y que trae inmerso un falso sistema de autodefensa para prevenir (u ocasionar) daños al organismo.

Quizás le sea familiar frases como: ¡Protégete de la lluvia porque puedes enfermar! ¡Si te serenas vas a resfriar! ¡Si juegas expuesta al sol te dolerá la cabeza! ¡No te saludo con un abrazo o beso porque tengo gripe y te la puedo pegar! entre otras afirmaciones con buena voluntad, solo que el subconsciente registra un repertorio de advertencias intimidatorias. El mensaje final es que debemos protegernos de los factores ambientales porque las enfermedades vienen desde afuera, alejándose de la posibilidad que los problemas de salud en su mayoría se originan desde el interior por causalidades y no por casualidades externas. En este post comparto con lenguaje sencillo e inteligible un análisis sobre los principales factores y características psicopatológicas, así como aspectos y componentes emocionales vinculados a las enfermedades. De igual manera, representa una pequeña contribución informativa para quienes deseen ampliar su conocimiento y bien pongan su consciencia a trabajar junto al tratamiento médico para superar su padecimiento.

Conforme a las circunstancias descritas, se va hilvanando la configuración psicológica que el entorno está plagado de riesgos infectocontagiosos, virus, bacterias, hongos y bichos que son nocivos para la salud. Una vez que la persona toma esta concepción educativa y llena el subconsciente de información prejuiciosa, con solo escuchar el armónico croar de las ranas y sentir el zumbido tropical de los vientos alisios, se visualiza cualquier cantidad de quebrantos de salud relacionados con la lluvia. Tengo una amiga que al sentir el ruido de la lluvia golpear el techo y ventanas, de inmediato comienza a estornudar y manifestar que siente malestar y picazón en la garganta.

Por supuesto, está la explicación médica sobre la infección vírica y sus complicaciones. No obstante, la ciencia reconoce que los pensamientos tienen un efecto poderoso en el cuerpo, la mente funge como olla para el caldo de cultivo de emociones que se manifiestan psicológica, biológica y fisiológicamente con diversas reacciones, de las cuales no escapan las enfermedades.

Adentrándonos en arenas psicológicas, es propicio recoger las principales pautas mentales que generan perturbaciones orgánicas y por ende se manifiestan en síntomas que señalan pistas patológicas según el o los tipos de emociones incubadas, desarrolladas y mantenidas durante determinado tiempo, entre estás se encuentra: la rabia, miedo, crítica, autocrítica, resentimiento, culpa, sentirse víctima, desconfianza, inseguridad, venganza, estrés, sumisión, rencor mantenido por mucho tiempo, irritación mental, endurecimiento del corazón, antiguos problemas emocionales no resueltos, terquedad, inflexibilidad, alejamiento, retraimiento, negación del placer e incluso pensar que la sexualidad es dañina... entre muchas más pautas mentales que han venido rompiendo el equilibrio emocional y ocasionando reacciones biológicas y fisiológicas que desde hace muchos años vienen preocupando a notables psicólogos, psiquiatras, psicoterapeutas y estudiosos de pseudociencias (metafísica) que han hecho significativos aportes a la ciencia y sociedad con valiosas investigaciones.

La evolución de la ciencia demuestra que se abren nuevos caminos y descubrimientos que están siendo tan evidentes como difíciles de explicar y negar por la misma disciplina científica. Este controversial tema es tan curioso como espinoso y esquivo de tratar. Es muy probable que primero un pescador con sus manos enjabonadas atrape a una Guabina (Hoplias malabaricus - pez de piel resbalosa), antes que se admita con razonamiento lógico que el método científico nos pudo haber cegado, embrutecido o haya sido mal interpretado; prácticamente se pensó que todo es lineal, medible y entendible con su implementación. El camino científico es tan apasionante como largo, en tanto los métodos evolucionan con la misma dinámica de crecimiento de acuerdo al tiempo y espacio.

Cada día sale a la luz casos de curación en pacientes con enfermedades graves y terminales, para los cuales no existen explicación científica razonable sobre la regeneración o renovación celular de importantes tejidos y órganos a los que se había puesto fecha de caducidad a partir de la fundamentación de novísimos estudios clínicos y previo consenso en juntas médicas; por ejemplo, personas con cáncer. Acaso existe un paradigma multicausal en el que se encuentre adecuada explicación a la sanación de estos cuadros patológicos.

¿Qué está ocurriendo con estos pacientes? ¿Por qué han experimentado milagrosas curaciones? ¿Cómo es posible que células cancerosas hayan desaparecido en poco tiempo del tejido u órgano donde se encontraban? ¿Qué conexión existe entre síntomas y emociones? ¿Qué vínculo hay entre los estados emocionales, sentimientos y reacciones con las enfermedades? ¿Cuál es la relación bioquímica que experimenta un organismo en el proceso de autosanación? ¿Qué herramientas científicas no convencionales han inducido la cura de interesantes enfermedades? ¿Cuáles son las emociones que están ocultas tras las enfermedades?

En el caso de la escritora y oradora estadounidense Hay Louise, luego de haber sido diagnosticada con cáncer de vagina pidió un tiempo de tres meses a su médico para someterse un tratamiento de autosanación antes de optar a la cirugía, puesto que sabía que el cáncer se genera de un rencor y resentimiento profundo que se arrastra hasta que se manifiesta en tumor canceroso. Nada hacía eliminando una parte del órgano, si mantendría el causal emocional que estaba corroyendo el cuerpo.

Advertida por su oncólogo sobre los riesgos de posponer el tratamiento, emprendió su profilaxis mental y física; así en un período de seis meses se sometió a nuevos análisis médicos y le informaron lo que ella sabía: el cáncer había desaparecido, se encontraba absolutamente sana.

Hay Louise, había aceptado, perdonado y erradicado de su mente el acto de violación que sufrió a los cinco años. De hecho, sus reconocidos libros sobre sana tu cuerpo a partir de la canalización de las causas mentales de la enfermedad física y su probado método para hacerle frente y superarlas, ha sido un valioso aporte a la psicología transpersonal y sociedad. Contribuciones teórico científicas que se relacionan con los estudios de la Dra. Robin Casarjian, quien ha ocupado cargos directivos en el Departamento de Salud del Ayuntamiento de Harvard, Departamento de Psicología del Ejército de Estados Unidos, etc. y afirma que la rabia y el rencor son las principales emociones desencadenantes del cáncer. Mientras la experiencia del Dr. Michel Barry, en su rotundo éxito en los Centros de Tratamiento de Cáncer de América en Filadelfia, implementando el Proyecto Perdón como método de sanación, recibió reconocimiento y apoyo del Consejo de los Centros para el Tratamiento del Cáncer de Estados Unidos. Su intuición científica le condujo a plantearse la pregunta de investigación:

¿Nos afecta el odio y el enojo al nivel molecular, hasta el punto de dejarnos vulnerables ante la enfermedad; incluso ante una enfermedad como el cáncer? Barry, M., 2011, p. 13

A este respecto, el Dr. Gerald Jampolsky, prestigioso psiquiatra fundador de un Centro de Bienestar Psicológico en California, sostiene que el perdón es la elección de ver la luz de la lámpara y no la pantalla. Son muchas las posiciones profesionales encontradas respecto a la curación de enfermedades a través del perdón. Ahora bien, si ya sabemos que las perjudiciales pautas mentales (viejas y nuevas) son las principales responsables de las enfermedades ¿por qué seguimos aferrados a ellas? En realidad hay una variable común que es la base fundamental del proceso de sanación y debe interiorizarse PSICOLÓGICAMENTE porque es la llave maestra a la salud mental, física y espiritual, se trata del perdón. Así de sencillo como cierto, la mayoría de los elementos psicológicos perturbadores de la salud que se mencionan en el constructo teórico cómo se originan las enfermedades se vinculan directa e indirectamente con esta pauta mental.

Cuando Hay Louise, perdona a su victimario pedófilo está tomando una seria y valiente decisión. Hace un inventario de causa, consecuencias y efectos para analizar y concluir que el abuso infantil la llenó de rencor y resentimiento por mucho tiempo, el suficiente para que los factores genéticos se combinen con pautas mentales negativas y generen cáncer. Según el Dr. Arturo Panduro Cerda, jefe del Servicio de Biología Molecular en Medicina del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde (México):

Los ingredientes que intervienen en el desarrollo de una enfermedad crónica son muchos, como cuestiones genéticas, pero también algunas emociones que vamos dejando que se asienten en la vida diaria como el estrés, las depresiones e incluso el rencor que (...) ayudan por ejemplo a que se genere cáncer. Fuente

Hay Louise, sabía que la única manera de sanar su cuerpo era a través del perdón. La práctica del perdón es tan legendaria como multicultural. En la biblia aparece el término perdón/perdonar 134 veces; respecto a la oración universal (Padre nuestro), luego de la alabanza y gloria al Ser Supremo lo primero que se hace es pedir ser perdonado de la misma manera que se perdona a los semejantes (ofensivos). Ahora bien, perdonar no es aprobar ni aceptar abusos; se perdona porque es un acto natural de amor y paz. Sea cual fuere el credo, raza, condición social, política, cultural, entre otras, es necesario perdonar para librarnos del sufrimiento y resentimiento oculto que se maquilla con olvido temporal y va socavando las células de nuestro cuerpo como la polilla que infecta la madera.

El maltrato, abuso, deshonestidad, traición, agresión e inclusive infidelidad son algunos comportamientos censurables moral y socialmente. Un padre que haya maltratado física, verbal, psicológica y moralmente a sus hijos durante la niñez se habrá ganado el rechazo y rencor de sus descendientes; sin embargo, por el bienestar y paz de ellos, también del agresor, se requiere el perdón. Una pareja donde alguno (para prevenir sexismo) haya cometido adulterio, sugiere una medida firme y determinante como la separación y terminación de la relación. Eso no implica que se deje de perdonar; al contrario, se perdona para no arrastrar con el sufrimiento de la infidelidad.

Se trata de desaprobar la conducta, no sentir rencor, resentimiento, no martirizarse diariamente con la reconstrucción de sucesos que ocasionan daño. Sin embargo, bien puede llevarse un justo proceso civil de separación, establecimiento de compromisos paternal y maternal, reparto de bienes y otros acuerdos. Trayendo un pasaje bíblico para ilustrar la ocasión, David (segundo rey de Israel) era considerado el "elegido de Dios". Cometió muchas transgresiones y al pedir perdón por sus ofensas, fue perdonado. Sin embargo, Dios tomó medidas ejemplares para evitar que se repitiera el comportamiento del Rey.

Tengo varios años leyendo libros sobre metafísica y su relación con la psicología es cercana. Hace algún tiempo tuve un supervisor con el cual existía una tensa relación laboral, sin participación alguna solicitó mi despido y pasado algo más de 30 días me llegó la carta donde la institución prescindía de mis servicios. Recibí mi notificación y me despedí de él en buenos términos.

A pesar de ello, la impotencia, rabia y sensación de injusticia me hicieron manifestar contracción estomacal, espasmos y dolor de cabeza. ¡Qué bueno! porque me hizo reaccionar y analicé la situación. Fui despedido sin causa justificada, debo considerar formalizar una medida de reenganche o esperar mi cheque de liquidación. ¿Qué gano sintiendo emociones negativas? - Enfermar. En tanto, debo perdonar a mis superiores y solicitar una medida de reenganche al puesto de trabajo. Un año después el fallo fue a mi favor, la medida se ejecutó, fui reintegrado a mi puesto de trabajo con reconocimiento de pago de salarios caídos y demás beneficios laborales. Me recibió un nuevo coordinador porque el anterior había sido despedido 4 meses después de haberme entregado la carta de despido. Pasado un par de meses nos encontramos en un sitio público, cordialmente le saludé y respondió amablemente a mi saludo. En realidad solo me llevó un par de semanas entender la situación y tomar la decisión de perdonar. Me sentí sumamente aliviado y en paz conmigo mismo.

Todos tenemos un conjunto de ideas preconcebidas sobre el perdón, ideas que van acompañadas de sentimientos que las mantienen firmemente arraigadas. Nuestro concepto del perdón puede provocar dos cosas: o bien imposibilitarnos, limitando nuestra capacidad para la claridad y la alegría, o bien animarnos, ofreciéndonos una manera de dejar atrás el pasado y ser libres para vivir con mayor paz y felicidad. Casarjian, R. p. 6

Tómate un par de minutos y permítete hacer un pequeño constructo conceptual sobre el perdón. Escribe en un trozo de papel o en tu computadora cinco eventos desagradables que te hayan marcado la mente y te lo repitas (la mente recuerda cosas) involuntariamente por el simple hecho de ver algún elemento que identifiques y asocies con ese suceso. Léelos unas dos o tres veces ¿Qué sientes al haberlo leído la tercera vez? ¿Te fastidia e incomoda el hecho de recordar esa situación? ¿Puedes perdonar a la (s) persona involucrada? Espero que analices los beneficios que has tenido manteniendo esas emociones ocultas. Ahora juega con tu mente, escribe al menos tres ofensas cometidas contra tí que consideres insignificantes. Has el ejercicio de la lectura y luego relaja hombros, espalda, brazos y piernas. Respira profundo tres veces, imagina que estas exhalando la incomodidad que te ocasionó la pequeña ofensa. Esa sensación de alivio y paz es determinante para alcanzar un saludable estado de bienestar.

Aunque son numerosas las enfermedades relacionadas con las emociones negativas, a título ilustrativo presento un resumen de algunos padecimientos físicos, la intención es fomentar la conciencia y propiciar una aptitud de valor que nos estimule a investigar un poco sobre esos padecimientos crónicos o agudos que limitan nuestro bienestar.

Malestar	Descripción	Conflicto emocional	Cambio de pauta psicológica
Acidez estomacal	Se genera cuando el ácido del estómago regresa hacia el esófago	Contrariedad familiar y miedo que ocasiona nudo en el estómago	Desatar el nudo para que el alimento emocional (amor) pase
Alergia al gluten	Dificultad para digerir la proteína presente en algunos cereales	Conflictos en el seno del hogar (padre - madre). Falta de cohesión familiar.	Necesidad de mejorar relación familiar
Ansiedad/Angustia	Perturbación por preocupación excesiva de imaginarios y temerosas situaciones	Falta de confianza en sí mismo y la vida	Tomar consciencia y quitar el poder incierto a la imaginación
Alopecia	Caída parcial o total del cabello	Conflicto de separación + Desvaloración + Pérdida de protección	Sentirse amado, generar esquemas de aprobación y confianza en la vida
Artritis	Problema de movilidad debido a dolencias y rigidez en el cuerpo	Sentimiento de desamor. Vinculado a críticas con ellos y los demás	Activar la conciencia de amor a sí y los demás
Cáncer	Puede iniciarse en cualquier parte del cuerpo durante el ciclo regenerativo celular	Emociones de rencor, odio o gran culpabilidad que se lleva por muchos años	Tomar consciencia de lo sucedido, aceptar y perdonar. Liberar el odio
Depresión	Perturbación psicológica de profunda tristeza	Conflicto de identidad entre quiénes somos y quiénes deseamos ser. Sentimiento de desesperanza	Aceptarse. Experimentar emociones de seguridad, confianza y amor
Dolor (en general)	Percepción sensorial de malestar leve o intenso que se siente en alguna parte del cuerpo	Flujo emocional de auto castigo por sentimiento de culpa oculta	Aceptar que lo hecho ya es pasado; perdonar su error y sentirse en armonía con el entorno
Gingivitis	Inflamación de las encías	Palabras no dichas. Deseos no expresados. Ejecutar comentarios desagradables y no poder responder	Cambio emocional de aceptación, aprobación, tolerancia y respeto
Osteoporosis	Disminución de la masa ósea	No sentirse apoyada en su estructura familiar. Aislamiento de las relaciones sociales	Emociones de aceptación y serenidad consigo y con los demás componentes del entorno

^{Datos de Joan Marc Vilanova i Pujó, contenidos en su obra Diccionario de Biodescodificación. Fuente}

La combinación Perdón - Amor es el esencial principio activo para construir el fármaco emocional que nos liberará de padecimientos físicos (enfermedades) y garantizará bien-estar. En ocasión de otro ejemplo, un niño que esté sometido a una sobreprotección de sus padres donde es privado de disfrutar la vida infantil con otros niños, viva en un constante temor a ser reprendido por traspasar el círculo protector de su hogar, donde ese sofocamiento de amor le lleva a sentirse responsable y culpable de asuntos que se discuten en su presencia; aunque se lo reserve como el mejor de los secretos, esa sensación de ahogo se manifiesta fisiológicamente porque el subconsciente procesó una incapacidad de respiración. Solo que el subconsciente es como una grabadora que no diferencia cuando estamos en un diálogo y decimos una palabra incorrecta, sencillamente pronunciamos mal una palabra y él grabó sin diferenciar que se trató de un error involuntario.

En consecuencia, una buena dosis de perdón y toma de consciencia más que todo en su etapa adolescente cuando decida separarse de sus padres por razones académicas, laborales o viajes de cualquier otra índoles, le harán generar confianza, seguridad y libertad de respirar aire de mejor calidad, libre de la toxicidad amorosa a la que estuvo sumiso por sobreprotección.

^{Atribución: Congerdesign Imagen de Dominio Público alojada en Pixabay}

La contribución informativa viene dada por el conjunto de aspectos característicos y razonamientos psicológicos que se mencionan a continuación:

• Si bien es cierto que las enfermedades tienen un origen emocional que se vincula con cada padecimiento, éste se ve reforzado desde los patrones educativos en los hogares, escuela y extraescolares, alojándose en el subconsciente para combinarse con factores genéticos y sucesos diversos que se manifiestan interna y externamente después de determinado tiempo.
• Tener conocimiento que las pautas mentales (emociones negativas) configuran psicológicamente nuestro organismo para que sea generador y receptivo de patologías, aporta al lector valiosas herramientas para prevenir y tratar ciertas enfermedades.
• La fundamentación epistemológica, testimonial y análisis crítico contenidos en este post, cuando menos siembran en los profesionales de la salud (de la disciplina que sea) semillas de interés por ampliar la información, verificar la veracidad y eficacia de la misma para ponerla al servicio de la ciencia y sociedad.
• Es contundente la documentación sobre estudios y testimonios que señalan que el ODIO y RENCOR mantenido por muchos años corroen el organismo desencadenando cáncer. En tanto, quienes se hacen conscientes de la causa y trabajan psicológicamente su estado emocional y perdonan, tienden a manifestar curaciones hasta en seis meses. Esto es de gran ayuda para el paciente como el especialista que esté a cargo del tratamiento médico.