Además, la banquisa ártica junto con la antártica son fuentes importantes de agua dulce de la Tierra. Y en ella se sostiene una gran cantidad de especies características de la región. En los últimos años se ha prestado mucha atención sobre esta región debido al calentamiento climático. Existe una gran preocupación referente a la pérdida de la cobertura de hielo. Se ha reportado una reducción acelerada de la banquisa ártica en verano. Por ejemplo, se señala una tasa de pérdida por década del 3% en la cobertura del hielo. Entre 1963 y 1998 se estableció una reducción de 14%, junto con una disminución general del volumen y grosor de la capa de hielo. Esto puede causar un gran impacto en la retroalimentación y en renovación anual de la banquisa, lo cual se traduce en la afectación de los ecosistemas, la dinámica del océano Ártico, la exportación del hielo y la exportación de agua dulce hacia el Atlántico Norte, que afecta la circulación meridional atlántica mediante el cambio de la convección de aguas profundas. Se impactaría el clima mundial y se generaría un aumento en el nivel del mar por la entrada masiva de agua dulce. Es decir la Tierra experimentaría un cambio drástico y probablemente dejaría de ser como es actualmente.