En la Tercera Edad la nutrición es muy importante. La existencia de factores y problemas conducen a menudo a carencia de nutrientes, siendo importante cuidar el aporte de estos en la dieta, para evitar la malnutrición. Cuando se llega a la tercera edad el gasto energético se reduce por el sedentarismo, es decir no gasta tanta energía, se modifica la composición corporal y las necesidades, razón por la cual hay que adaptar la dieta a la demanda del organismo en estas condiciones. Aunque es conocimiento de todos que no todos los órganos se deterioran en el mismo grado con la edad, ya que el proceso de envejecimiento presenta determinados cambios fisiológicos irreversibles, que intervienen de diferentes modos en la salud y la nutrición del mayor.

La desnutrición es un problema de salud grave, pero muchas personas mayores corren riesgo de nutrirse mal. Los ancianos son el segmento de la población con mayor prevalencia de malnutrición, es sabido que la malnutrición se relaciona con un aumento de la morbilidad y mortalidad, sobre todo en las personas en edades extremas como niños y ancianos. Por ello, en la tercera edad es imprescindible mantener un estado nutricional adecuado para aumentar la longevidad y para mejorar la calidad de vida La buena nutrición es fundamental para la salud y el bienestar general, es decir que tanto la salud, la comida y la edad van de la mano, las tres influyen e interaccionan en la forma de responder el cuerpo. Incluso muchos investigadores estiman que en un 40% los cánceres se reducirían si la forma en la que comen los adultos mayores fuera distinta, por eso es fundamental tomar las medidas para garantizar que las personas de la tercera edad que son tan querida para nosotros ingiera una alimentación rica y básica en nutrientes.

Factores que Afectan el Estado Nutricional de las Personas de la Tercera Edad

• Hay un aumento de grasas y una pérdida de tejidos en las personas de la Tercera Edad por los cambios metabólicos y corporales.

• Las personas de la tercera edad al tener digestiones mucho más lentas, el tracto gastrointestinal también sufren modificaciones siendo aconsejable tomar alimentos ricos en fibra ya que a estas edades puede haber propensión al estreñimiento.

• Por la edad, se provoca un cambio en la forma de la alimentación de las personas de la tercera edad, también está la masticación que conlleva a perder piezas dentales.

• Es necesario que la nutrición a estas edades sea rica en frutas, legumbres, hortalizas, pescado azul, carnes blancas.

• Por las necesidades energéticas se reducen con la menor actividad física producto de una disminución del metabolismo basal.

• A partir de los 60 y 70 años se deben de reducir los productos con azúcares al igual que los hidratos de carbono. Lo ideal es comer frutas, verduras, carnes blancas, frutos secos, hortalizas, legumbres, lácteos o derivados, pescado.

• Es conveniente tomar huevos y lácteos.

• Los alimentos deben ser ricos en agua, vitaminas y antioxidantes.

• Como consecuencia, los años conllevan a algunas personas mayores a deshidratarse por la falta de líquido. Siendo necesario agregar a sus dietas líquidos como caldos, infusiones, zumos y sobre todo agua.

• Las personas mayores deben consumir menos grasas saturadas como la carne roja, chorizo, salchichas. El pescado se ha de consumir más a menudo, mejor si el pescado es azul.

• Las frutas aportan gran cantidad de vitaminas y azúcares

• Las hojas verdes crudas incorporan clorofila con efecto depurativo y enzimas. Las verduras además de las vitaminas son antioxidantes.

• A menudo lo que lesiona la superficie de absorción intestinal es la utilización crónica de medicamentos provocando pérdida de apetito, alterando el sentido del gusto, provocando náuseas y vómitos.

• El abandono del campo laboral, disminución del poder adquisitivo, aislamiento, soledad, inducen al anciano a consumir comidas precocinadas.

• Aparición de diversas enfermedades como anemia u otras patologías propias del envejecimiento pueden causar malnutrición.

Problemas de Salud por la Mala Nutrición:

• Aumenta el riesgo de infecciones, por debilidad del sistema inmunitario.

• Heridas con mala cicatrización.

• Menos masa ósea que pueden llevar a caídas y fracturas, por debilidad muscular

• La desnutrición puede conducir a un desinterés por la comida o de apetito, provocando mayores niveles de riesgo de hospitalización y de muerte.

Causas de la Mala Nutrición

• Presencia de enfermedades crónicas, consumo de Medicamentos.

• Existencia de dificultades para tragar o absorber nutrientes, disminución del sentido del gusto o del olfato, problemas abdominales, como distensión.

• Las personas mayores con demencia o problemas dentales, pueden disminuirles el apetito.

• Limitaciones en la alimentación, disminuir el consumo de sal, grasa, proteína o azúcar, pueden ayudar a controlar ciertas enfermedades, pero también podrían contribuir a una mala alimentación.

• Por problemas de aislamiento o soledad las personas mayores no disfruten de las comidas, por ello, pierdan interés en cocinar y comer.

• Muchas personas mayores por limitaciones de salud no tienen acceso a la comida.

• La depresión, la soledad, falta de movilidad y otros factores pueden contribuir a la pérdida del apetito.

• Problemas de alcohol puede interferir con la digestión y la absorción de los nutrientes. Porque el alcohol sustituye a la comida.

Signos de desnutrición en las personas mayores:

Cuidar los hábitos alimenticios de las personas mayores, vigilar que come y estar ahí al pendiente durante la hora de la comida.

Vigilar signos de pérdida de peso.

La desnutrición puede hacer que heridas cicatricen mal, surgen moretones, problemas dentales, debilidad, la cual es posible que derive en caídas.

El consumo variado de medicamentos afectan el apetito, la digestión y la absorción de nutrientes.

Vitaminas que no deben faltar en la Nutrición de las Personas de la Tercera Edad

La Vitamina D la encontramos en legumbres y verduras verdes, frutas, cereales, hígado y levadura de cerveza.

La Vitamina B12 esta se obtiene mediante cereales enriquecidos, carnes magras, hígado y pescados y mariscos.

El Calcio y fósforo es muy importante para los huesos, ya que para los mayores esta el riesgo de osteoporosis. Tanto el calcio y fosforo lo encontramos en lácteos, derivados de soja enriquecidos, pescados que se coman con espina como la sardina en lata y las almendras.

El Zinc está presente en la carne, el pescado, el marisco, el huevo, los quesos curados, los cereales integrales y las legumbres. Es un antioxidante natural regula el sistema inmune.

El Hierro, es recomendable consumir hierro de origen animal es más fácilmente absorbible que el vegetal.

Para regular el tránsito intestinal, la fibra es recomendable para los mayores ya que padecen con más frecuencia estreñimiento, por lo que necesitan ingerir alimentos ricos en fibra como pan y cereales integrales, así como abundantes frutas y verduras.

Debe disminuirse el consumo de sal y aumentarse el de potasio Para reducir el riesgo de hipertensión.

Recomendaciones:

Las personas de la tercera edad deben seguir una dieta equilibrada, rica y variada en todos los nutrientes y vitaminas explicadas anteriormente. Siendo significante y valiosos que en esta etapa de la vida se debe comer de todo pero no en porciones grandes, razón por la cual se aconseja una dieta saludable. Todo cambio en la alimentación, por pequeño que sea, puede cambiar mucho la salud y el bienestar de una persona mayor. Los mayores presentan necesidades alimentarias especiales, con mayor riesgo de malnutrición, razón por la cual se pueden hacer frente siguiendo una serie de recomendaciones como:

Cuando una persona mayor está perdiendo peso, es importante identificar cualquier factor que esté contribuyendo con este problema y tratarlo.

Evaluar cualquier restricción en la alimentación de las personas de la tercera edad hasta que coma mejor. Así se le detecten problemas de nutrición y se le suministra e suplementos nutricionales. Un suplemento nutricional puede proveerle a tu ser querido más nutrientes que tal vez no obtenga con la comida.

Llevar a las personas de la Tercera edad a un Especialista en dietética.

Animar a las personas de la tercera edad a realizar el ejercicio físico a diario, aunque sea leve, puede estimular el apetito, así como fortalecer músculos y huesos.

Ayudar a nuestros abuelos a comer alimentos llenos de nutrientes, frutos secos, germen de trigo en el yogur, frutas, cereales, claras de huevo, leche entera, queso, verduras, sopas, arroz y fideos.

Si el problema es la pérdida del gusto y del olfato, experimenta con condimentos y recetas haz que las restricciones alimentarias se vuelvan más llevaderas.

Programar meriendas entre las comidas, como frutas, quesos, una cucharada de mantequilla de maní o un batido de frutas aporta nutrientes y calorías. De esta manera, se consiguen digestiones mejores, además de un mejor control de los niveles de azúcar y grasa en la sangre.

Es recomendable que los mayores continúen tomando los alimentos que has comido durante toda la vida, aunque con moderación.

Escaso consumo de carnes rojas.

Las técnicas culinarias más apropiadas y sanas se encuentran en las comidas en el horno, el escalfado, a vapor, la plancha, evitando las salsas.

Evita frituras, cocinar con aceite de oliva resulta muy conveniente, para controlar el colesterol.

Bibliografía:

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Lcdo. José Alberto Salas
Abodago y Enfermero
Egresado de la Universidad de los Andes