En Yucatán hay comunidades en donde los cercos no son impedimentos para platicar con el vecino, en donde aún se puede agarrar una silla y sentarse afuera a platicar. En mi ciudad, Mérida, se hacía eso hasta hace unos 10, 15 años; la gente sacaba sus sillas o abría las puertas de su casa para platicar entre vecinos. Ahora, la inseguridad en el país cada día está empeorando. Lo que antes era tranquilidad ahora es zozobra; hace poco asesinaron a una chica en una colonia recientemente fundada, y hace unos meses por mi casa, se supone la parte más tranquila de la ciudad, asaltaron y amenazaron de muerte a un señor.

Definitivamente aquellos tiempos eran los mejores. ¿Dónde quedaron? Dios sabrá... ¡Un abrazo, @kaizag!