Javier era un enfermero de 45 años. Ya llevaba varios años en el oficio y si alguien tenia cuentos sobre cosas paranormales era el. A lo largo de los años que paso ejerciendo su profesión le pasaron muchas cosas pero con el tiempo desarrollo cierta tolerancia a estos eventos, después de todo nunca le había pasado nada malo, hablando de su integridad física.

Era viernes en la noche y su turno de guardia estaba a pocas horas de acabar. Para ser viernes la verdad el área de emergencia estaba bastante tranquila. Uno de los médicos en la emergencia le pidió que llevara a un cuerpo de un recién fallecido a la nevera (el sitio donde se guardan los cuerpos para luego realizar la autopsia). El sitio en cuestión quedaba en el sótano y a nadie le gustaba ir pero Javier poco le importaba así que acepto la petición, busco una camilla para el traslado y luego de envolver el cuerpo inicio su camino a la nevera.

Camino por varios pasillos hasta llegar al ascensor de camillas, allí como de costumbre estaba Luis, el encargado de llevar al personal de salud a donde sea que le pedian. Javier muchas veces pensaba que ese rol que cumplía Luis era algo innecesario, después de todo solo apretaba botones pero también agradecía que estuviera allí ya que era una persona muy amable con la que de vez en cuando podía hablar un rato entre guardias.

Llegaron al sótano y Luis le dijo que mantendría el ascensor detenido ya que solo iba a llevar el cuerpo y regresaba. Javier hizo un gesto de agradecimiento y camino a paso rápido hacia la nevera. Para llegar debía atravesar dos pasillos y dos puertas. Una de ellas bastante pesada.

Fuente Al llegar a la nevera agarro fuerzas para entrar y salir rápido ya que el frió dentro era terrible. Abrió con premura la puerta y casi lanza la camilla en su interior. Al momento de dirigirse nuevamente a la puerta para salir siente que su pie golpea con algo y baja la mirada. Al lado de su pie izquierdo se hallaba el cuerpo de un niño de unos 10 años, pero solo desde la cabeza hasta la cintura. Sus piernas no las veía en ningún sitio. Este lo miraba directamente con una expresión de asombro en su rostro. Javier se paralizo por un segundo ante la impresión de aquello pero luego solo pensó "¿Quien carajos habrá dejado esto aquí?". Con algo de falta de protocolo pateo ligeramente el cuerpo hacia un lado y salio de la nevera.

Aquel extraño encuentro le dejo los pelos de punta pero no pensó nada mas allá del impacto de aquella curiosa expresión del rostro de ese niño. Un escalofrió corrió por su cuerpo mientras caminaba que lo hizo voltear varias veces. Sentía un peso extraño sobre sus hombros asi que camino lo mas rápido que pudo hasta que llego al ascensor donde fielmente lo esperaba Luis.

Javier entro casi corriendo por lo que Luis se alarmo y pregunto:

-Licenciado ¿Esta todo bien?

-Si, si. Solo que me di un pequeño susto en la nevera. Habia un cuerpo tirado en el suelo y me asusto.

-Ah ya veo. Esas cosas pasan.

-Si. Aunque ahora que lo pienso no entiendo porque no estaba envuelto. Para poder meterlo allí alguien lo tuvo que pasar por al menos un pasillo con publico. Estaba prohibido transportar cuerpos por esos lados sin envolverlos antes.

Para este punto Luis alzo sus cejas ampliamente y dio un largo suspiro. Luego de esto le dijo a Javier

-¿Ese cuerpo era de un niño sin piernas?

-Si ¿Como lo sabes?

-Licenciado ese cuerpo era un espanto. Un fantasma pues.

-Jajajajaja estas son las horas para intentar asustar pero eso ya deberías saber que no funciona conmigo.

-Lo digo en serio. Si quiere vuelva a buscarlo. Estoy seguro ya no esta en la nevera.

Javier lo pensó durante varios segundos y finalmente acepto. Le pidió que tuviera detenido el ascensor unos segundos mas mientras iba y regresaba rápido. Javier empezó a caminar hacia la nevera nuevamente con el corazón bastante acelerado. Ya había visto cosas raras pero esto lo superaba todo. Llego a la puerta de la nevera y la abrió rápidamente y frente el se hallaba el cuerpo que recién había llevado. Miro el suelo y nada. No veía nada. Todos los demás cuerpos estaba en sus sitios ordenados como debía ser pero el cuerpo de aquel niño había desaparecido. Dio varios pasos hacia atrás y a pesar de la helada corriente de aire, sintió una gota de sudor corriendo por su frente. En ese momento sintió nuevamente aquella sensación de que algo toco su pierna. Su cuerpo se paralizo por completo solo sus ojos tuvieron la voluntad de descender poco a poco y allí lo vio. El cuerpo de aquel niño estaba de nuevo entre sus piernas pero ahora con una sonrisa en su rostro que no transmitía felicidad.

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Javier pateo con todas sus fuerzas aquel cuerpo y salio corriendo dejando la puerta de la nevera abierta totalmente. Mientras atravesaba uno de los pasillos sintió que alguien lo empujaba desde atrás pero no perdió el equilibrio. Acelero lo mas que pudo hasta que tenia el ascensor frente a el. Finalmente logro entrar y gritando desesperado le pedía a Luis que cerrara.

Javier después de eso se tomo varios días libres. No renuncio a su trabajo pero nunca mas acepto ir de nuevo a la nevera.

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