Skarlát se quedó por un momento pensativa antes de buscar con la mirada a Dorian. En cuanto lo vio, encogió su cuerpo y se echó hacia el frente para recargar su pecho contra el de Ariette en señal de que prefería quedarse con ella que con él.

—Vamos, vamos, linda —dijo ella riendo y movió su brazo de arriba abajo ligeramente solo para sacudirla un poco—. Tienes que ser buena y obedecer a Dorian, si te portas bien jugaremos juntas mañana después de desayunar, ¿qué tal te parecería que saliéramos a jugar con las perchas de allá afuera? Hay muchas y apuesto a que puedo saltar de una a otra más rápido que tú —dijo retándola viéndola a los ojos para que se tomara en serio el ofrecimiento—. Pero si no eres buena no jugaré contigo —dijo girando su rostro hacia el lado contrario emulando un gesto de desinterés.

Las palabras parecieron obrar el resultado deseado. Skarlát ladeó el rostro observando con preocupación el gesto de su tía. Lanzó un chillido antes de volver a realizarle una caricia con el pico, esta vez a su quijada, para luego saltar de su brazo y volar a un sitio cercano a Dorian pero lo suficientemente alejado de él para que no pudiera tocarla.

Dorian no dijo nada de esto, dio unos pasos hacia atrás para luego dar media vuelta con la intención de rodear su auto para subir a él.

—Espera, cariño —le pidió Ariette apurada y se acercó a la halcón—. Mira, linda, quiero que se lleven esto —le mostró una rosa a la que ya le habían quitado las espinas para cuando llegaron a sus manos—. Quédatela y cuídala, cuando sus pétalos se estén cayendo vienen a traérmela y te daré otra, haremos eso mientras estén aquí en Arlington, ¿qué te parece? Así tendrán otra excusa para venir a visitarme —dijo a ambos y le acercó la rosa a la compañera de su sobrino.

El halcón lanzó un chillido antes de darle mordiditas cariñosas a la mano con la que su tía sostenía la flor, después la tomó con el pico. Dorian simplemente sonrió a su tía desde su lugar pues sabía que aquel gesto ella lo realizaba con el único fin de que Skarlát no le causara más problemas.

—Hasta mañana —dijo a su tía y a Eliott que se había mantenido callado para evitar avergonzar más a Dorian de lo que ya debía estarse sintiendo gracias al comportamiento de Skarlát, comportamiento que solo demostraba el problemático y dañado lazo que había entre ambos.

El chico se subió al auto y avanzó por el camino antes de desaparecer en la noche con su halcón siguiéndole el paso desde las alturas. Ariette se quedó en la puerta para despedirse moviendo la mano de un lado a otro mientras los miraba marcharse. Después regresó a donde su esposo.

—¿Cómo te fue en el trabajo? —preguntó acercándose a él para volver a besarlo y enfocarse totalmente en otra persona que también era su prioridad.

Continuará…

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_{Esta obra es un borrador y está sujeta a cambios futuros para posibles ajustes. Está inspirada en la novela «Materia Oscura» de Philip Pullman y la saga del «Inspector Linley» de Elizabeth George. Forma parte de «Xéreiscop» y está contada desde el punto de vista de mis personajes: Dorian Redford y Eliott Dagger.}

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