Todas las madres desarrollan un deseo natural por tener a sus bebés en sus brazos, pero como nuestra cultura, se ha propuesto desnaturalizarnos, toda madre escucha constantemente “si lo cargas mucho lo pones llorón”, “si lo cargas se pone mal criado” “ déjalo llorar para que se acostumbre”, “Déjalo llorar para que se duerma” y un montón de afirmaciones que solo ponen a las madres en el dilema entre lo que es su instinto natural y lo que le dice la gente.

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Es entonces donde estas madres valientes, ignoran todos estos comentarios, a mi parecer absurdos y comienzan a escuchar a su corazón, su instinto, y deciden pasar los primeros meses con sus bebés, en fulares que les permiten tener ambas manos libres para hacer sus actividades cotidianas.

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No conformes con esto, estas madres han decidido, cambiar el mundo desde el amor, enseñando con caricias y palabras dulces que es correcto y que no, enseñando que todo lo que hagas sea bueno o malo tiene consecuencias, y que estas pueden ser buenas o malas.

Estas madres creen firmemente en la inteligencia de sus hijos y en la capacidad de entendimiento y razonamiento del ser humano, así que explican a sus hijos, sin importar la edad, si lo que hacen es correcto o no.

Estas madres, son tan audaces que se han atrevido a entender que todos los seres humanos sin importar la edad, son capaces de sentir amor, rabia, tristeza, alegría; y no reprenden ninguno de esos sentimientos, porque saben desde el fondo del corazón que si un adulto es capaz de molestarse, y todos respetamos el que este molesto, un niño sin importar la edad tiene derecho de experimentar el mismo sentimiento, y de manifestarlo con las herramientas que tiene a su alcance, y que el adulto está en la obligación moral de acompañarlo con respeto y amor.

Sin reprimir el afecto, porque el trabajo de las madres es amar a sus hijos, y qué lindo seria que todas las madres tuviéramos el valor de sanar todas esas heridas infringidas durante nuestra niñez, y decidamos cambiar el mundo desde el amor.

Particularmente he decidido criar en forma respetuosa, y para eso me he apoyado en personas maravillosas, dulas, grupos de apoyo terapeutas, porque si de algo pueden estar seguros es que no es fácil criar con respeto, mucho menos cuando culturalmente no sabemos cómo hacerlo, pero como dice el poeta Antonio Machado “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, no hay una receta para criar buenos hijos, pero nos toca decidir cuál es la mejor forma. Pero si, vivimos en una sociedad formada con correas, nalgadas y cholas y está llena de personas profundamente violentas e irrespetuosas.

Creo que si decidimos que esta generación sea criada desde el amor, el respeto y la empatía, es posible que los adultos que resulten, sean capaces de amar a su prójimo como a sí mismo.

Y como siempre me gusta dejarles referencias, vivas de la información que les traigo, les puedo decir que hay miles de personas que trabajan en formar a las madres en crianza con respeto, algunos son doulas otros no, así que les queda a ustedes buscar la que mejor les acomode. por instagram tienen a: @elviscanino @sehablamama y en youtube pueden buscar los vídeos de Carlos González un pediatra español al cual me encanta escuchar, autor del libro “Abrázame mucho”, también les recomiendo el libro mi hijo mi espejo de Martha Alicia Chávez.

No me queda más que agradecerles, por tomarse el tiempo de analizar estos temas conmigo y espero sus comentarios, para traerle un poco más, de este y otros temas de la vida, y de este empeño permanente que tengo por cambiar el mundo.