Y AÚN ASÍ, ME LEVANTO

Tú puedes escribirme en la historia
con tus amargas, torcidas mentiras,
puedes pisarme en la misma tierra
pero aún así, como el polvo, me levanto.

¿Mi descaro te molesta?
¿por qué estás ahí, apresumbrado?
Porque camino como si tuviese pozos de petróleo
bombeando en la sala de mi casa.

Al igual que las lunas y los soles,
con la certeza de las mareas,
al igual que las esperanzas,
aún, me levantaré.

¿Querías verme rota?
¿Cabeza gacha y ojos bajos?
¿Hombros caídos como lágrimas,
debilitados por mi llanto desconsolado?

¿Mi arrogancia te ofende?
No lo tomes tan a pecho
porque me río como si tuviese minas de oro
cavándose en mi propio patio trasero.

Puedes dispararme con tus palabras,
puedes cortarme con tus ojos,
puedes matarme con tu odio,
pero aún, como el aire, me levantaré.

¿Mi sexualidad te molesta?
¿Surge como una sorpresa,
que yo baile como si tuviera diamantes
en la unión de mis muslos?

De las barracas de vergüenza de la historia
me levanto.
Arriba de un pasado enraizado al dolor
me levanto.
Soy un océano negro, inquieto y amplio,
Fluyendo y brotando, me extiendo en la marea.

Dejando atrás noches de terror y miedos
me levanto.
En un amanecer maravillosamente claro,
me levanto.
Trayendo los dones que mis antepasados legaron,
soy el sueño y la esperanza del esclavo.
Me levanto
Me levanto
Me levanto.

Maya Angelou. 1978.