Soy un mutante digital
Nací en México, un 22 de Noviembre del siglo pasado y aún respiro. Tal vez muchos de los que hoy me lean, ni siquiera se pueden imaginar cómo era la vida sin internet, sin teléfonos inteligentes, sin la Estación Internacional y muchos satélites gravitando alrededor de la Tierra, y sobre todo sin criptomonedas.
Tengo un ahijado que creció en medio de las nuevas tecnologías digitales y hoy conoce bien uno de los sistemas financieros que están revolucionando la economía global, el bitcoin y las criptomonedas en general. Él me dijo literalmente, cuando le platiqué que yo soy de la época, no análoga, si no mecánica, que en realidad soy un mutante digital.
Hasta hace algunos años, me consideraba un hibrido digital, pero en realidad creo que hoy me veo al espejo y sí, efectivamente me he convertido en mutante de las antiguas y nuevas tecnologías. Soy de una generación de humanos que está en vías de desaparecer, quedamos algunos pocos millones, pero vamos a la baja.
A lo largo de casi 52 años, y mutante como soy, ya pocas cosas me sorprenden. Estoy convencido de la extraordinaria capacidad de la raza humana para cada día hacer grandes descubrimientos y casi todos aplicados a forjar una nueva generación de seres humanos.
Mi generación está en extinción y en pocos años desapareceremos de la faz de la tierra. Muchos generacionales, a pesar de respirar, hoy viven muertos, porque nunca entendieron, ni se preocuparon por aprender la avalancha de información que nos arrolló de repente.
Pero un mutante como yo, se niega a morir. Me niego a esperar mi muerte sentado en un sofá y viendo películas en la TV. Quiero seguir aprendiendo, quiero saber más de programas cibernéticos, computación, internet, criptomonedas, redes sociales, satélites, teléfonos inteligentes.
No quiero dejar de sorprenderme cada día.