Ser Gay en Republica Dominicana

"Articulo tomado del portal Medium.com y escrito por Jesus Rodriguez"

Pude haberme ahorrado escribir todo esto solo poniéndole el titulo al articulo y agregándole como leyenda: “Es muy difícil.”
Y es que ser gay, lesbiana, bisexual, transexual o transgénero en mi país es lo mas semejante a llevar una cruz sobre la espalda. Y quizas se esten preguntando: ¿Por qué en tu país puede ser tan diferente a otros la intolerancia hacia la comunidad LGTBI?
Bueno; partiendo de la base de que República Dominicana es un país del tercer mundo, osea, está aún en plena vía de desarrollo y es uno de los países que está menos actualizado en cuanto a economía y tecnología. Mi isla está situada en Centro America y cuenta con una población aproximada de 10.53 millones de habitantes. Y estoy seguro que si divido los porcentajes de esa cifra llegare a la conclusión de que el 75% u 80% de la población es machista.
Mi pais es tan machista que existen mujeres que defienden a ciegas “la superioridad natural del hombre sobre la mujer”. Lo sé, es triste leer eso, pero más triste es ver nuestra tasa de feminicidios.
En mi pais, la cultura es que un chico a los 15 años ya debe haber tenido al menos el susto de que preñó a una compañera del curso o a la hija de la vecina. O quizas como en mi caso, que a esa edad mis primos mayores me ofrecieron en numerosas ocasiones perder mi virginidad con un “cuero”.
Si no practicas baseball o mantienes un playlist a base de “dembows” que hablen de culos, tetas y que la mujeres son solo un objeto sexual, quizás comiencen a considerar que eres “pájaro” o “maricón”. Y si es así, las únicas opciones que muchos padres ven ante esa situación es botarte de la casa, aunque no tengas mayoria de edad o madures para saber qué hacer solo en la sociedad o quizás intenten recurrir a la iglesia, o si es una familia pudiente seguro vean como una “buena idea” llevarte a terapia de familia.
La cultura de machismo que existe en mi país es tan enferma que encuentra como una “fantasía” realizada el que dos mujeres se besen o tengan relaciones sexuales. El lesbianismo en mi país en una parte es aceptado por que tiene como motor el morbo de los hombres.
Pero, esto quizás pase en más países. Así que tal vez no sea novedad el hecho de que desglosara todo esa información. ¿no?
Ser homosexual en República Dominicana es vivir con inseguridad. La homofobia a crecido al punto en que ya va muy de la mano con la violencia en contra de personas con gustos diferentes. Incluso, las autoridades te miran como menos al momento de exigir tus derechos y por considerarte “burla a la sociedad” se aprovechan de su posición para verte como un mal.
Ser parte de la comunidad LGTBI en mi país es sinónimo de discriminación, de que te critiquen, de que te odien, incluso de que te teman como si tuvieses una enfermedad que se contagia fácilmente o como si fueras un zombie.
El simple hecho de elegir una carrera que tenga como base el desarrollo de tu parte creativa ya es prueba de que eres un “maricón” en potencia. Y es que “la mayoría de los gays” en mi país son los que estudiaron publicidad, diseño de modas o comunicación según la mentalidad de muchos padres, la misma mentalidad que fue forjada por la sociedad machista en la que vivimos.
Esta sociedad que detrás de ese machismo oculta un ente homosexual reprimido. Esos hombres que vociferan su odio hacia la homosexualidad son los mismos que cuando se emborrachan fácilmente se les moja la canoa.
Pero eso quizas es normal, porque ya es costumbre. ¿no?
Y ni siquiera voy a tocar el tema de la iglesia. Solo diré que tanto la comunidad católica como la cristiana-protestante llegan a basar sus argumentos anti-homosexualidad en ideologias que rayan en el machismo, aveces de manera exagerada.
En conclusión, ser gay en mi país, puede que tenga todo lo malo que tienen otros países. Pero ese es precisamente mi punto, ser gay, lesbiana, bisexual, travesti o transgénero en República Dominicana tiene todo de malo. No veo nada bueno y si existe alguna parte buena, aún nadie me la hace saber…
La única parte que me reconforta un poco sobre el tema es que poco a poco están naciendo colectivos y comunidades que tienen como meta proteger los derechos de los homosexuales en mi país. Están centrando todo su esfuerzo en cambiar la ideología de machismo que no acepta alguien de orientación diferente como parte de su entorno. Quizás tome mucho tiempo, quizás a mis 70 años pueda ver realizada la aprobación del matrimonio gay en mi país, pero es que nada se cambia de la noche a la mañana. Hay que trabajar duro y educarnos siempre para que exista por fin la armonía con la comunicad LGTBI en República Dominicana.