Lamentablemente estoy en Puerto La Cruz, pero haré lo posible por recibir tus ofensas directamente desde tu boca y no desde el teclado de tu computadora.

Aclaro que bajo ningún concepto te estoy amenzando, tan solo me gusta saber que un hombre tiene los pantalones bien puestos al momento de ofender a otro hombre, no escondido tras una computadora.

Espero sea usted una persona seria y asuma con gallardía, inteligencia y honor del valiente guerrero, que tanto presume, para lo que deba asumir.

Realmente disfrutaré al ver tu rostro cuando me veas llegar y sonreir.

Saludos Dios te Bendiga. Al dormir, en tus sueños tendrás mi primera visita...

PD: Revise bien las palabras ofensivas usadas en mi contra, para ver si luego de su detallada googlewikiexplicación, le cuadran a la perfección con su personalidad; probablemente se lleve una gran no grata sorpresa con el espejo encontrado al mirarse y escribir...