Naufragio I.
Soy dueña de mi,
de mi cuerpo
y mis deseos
del mundo fantasioso en el que habito
vivo escabullendome entre gritos silenciosos,
entre un millón de pensamientos
entre ideologías absurdas
entre sonrisas fingidas
entre miedos ocultos
entre una multitud de desconocidos.
Como el mar
inestable soy; vulnerable me encuentro
sin hallar verdad ni razón de nada
en un túnel sin salida.
Hay entre el amor y la posesión
una mínima diferencia; una simple mentira
porque te necesito
porque te quiero
porque no siempre coincidimos
porque se vive mejor sin ataduras
¡Dejémonos de mentir!
permaneceremos solos,
seguiremos observando la multitud de rostros que
tenemos a nuestros alrededores
en todos los espacios
en todo momento
Y así,
quedarme metida en las oscuras resonancias de lo que
no pude ser.
Silencio
soledad
y olvido
de eso vivimos
Mi más profunda y continua compañía eran los sueños.
¡Egoístas!
Que todo se fragmente para goces del hombre
en tiempo convenido, calculado, intuido y buscado(...)
Soy una extraña
en un mundo de extraños
Pretendiendo dominar el mundo sin tener la libertad para hacerlo,
Que ingenuidad la mía.