Sabiduria Espiritual / Chakras / Consciencia Universal.

El mundo se percibe cómo unidad interrelacionada, donde se antepone que el entendimiento de que todos somos uno, nos lleva a darnos cuenta de que no podemos seguir progresando mientras otros sufren, la realidad de la conciencia libre radica en que la unión, el lazo que logramos desarrollar con la humanidad, con el cosmos y con cada ser vivo son la base fundamental para la evolución y el camino concreto para hallar a Dios, nuestra energía trascendental. Entre los principales requerimientos abatidos por nuestro ser, coinciden los grandes espiritistas y pensadores en que el amor lo sentimos como un estado del ser, cómo un impulso que desencadena en la existencia la libertad que armoniza la convivencia terrenal buscando un equilibrio entre las energías que contemplan al mundo; el bien y el mal. El ser humano mediante su evolución ha inspirado a si mismo conceptos que radican en que es él quien tiene el control de La Tierra, que es él quien puede realizar sin modestias la unión de las conciencias y que es él quien puede controlar a su medida el acontecer en el que se desenvuelve nuestro entorno, a raíz de esto los pensamientos han tomado su lugar en el ego, conduciendo una humanidad que poco siente, que no indaga y que pretende llegar a el mundo y conquistarlo sin a través de él conocer la realidad de que somos una civilización qué cómo fin tiene en este proceso únicamente entender, entenderse a si mismo, al universo, y crear una relación perceptible entre su entorno y su intimo ser. Nuestro Universo tiene un idioma, una constante voz que se manifiesta en nosotros adecuándonos con la similitud del hombre y sus distintas razas, con los animales que conforman este mundo y con los diversos ecosistemas que a la par nos dan vida y esencialmente hacen sustentable nuestra existencia, este idioma del Universo se manifiesta a través de nosotros en vibraciones, que a través de un proceso logran estimular nuestra esencia, regeneran fundamentalmente nuestros centros energéticos y crean un efecto a causa de este estimulo donde nuestra existencialidad nace conforme a la praxis existencial y en términos estructurales se fomentan en nuestro ser cómo logro de un estado de conciencia puro que se constituye por la razón fundamental, el conocimiento del universo y la búsqueda hacia Dios en nuestra esencia plena. Mediante estudios realizados a seres humanos, en diversos campos de su propia composición se halló en nuestro ente un campo electromagnético, el cual cómo función permite la comunicación con el cosmos, siendo antenas receptivas de su propio conocimiento y de su paso de energía transmutativa.

La comprensión mental de las emociones sitúa a estas en un marco de orden y define aceptablemente la realidad, por ello es indispensable el estudio personal y continuo de lo que somos y determinar un equilibrio entre nuestro centro emocional, nuestro centro intelectual y nuestro centro motor, lo cual nos hace participes de la creación de un nuevo sistema de conducción global donde la aceptación, la libertad y el amor se manejan de maneras adecuadas. De abajo hacia arriba se le hallan a nuestros centros energéticos u Chakras cómo: "Muladhara", nuestro centro de la tierra, que es nuestra energía física. "Swadhistana", nuestro Sacral Plexus, nuestro centro sexual y de vida. "Manipura", nuestro Plexus Solar, donde se hallan nuestras emociones y radican las decisiones. "Anahata", nuestro centro del corazón, donde se halla la conciencia de la universalidad de la vida y se da paso a la conexión humana. "Visuddha", nuestro poder de escuchar e interpelarnos. "Ajna", o también llamado Tercer ojo, chakra que en su función desarrolla la clarividencia. "Sahasrara", nuestro centro intelectual, donde toda la vida emite su simbología. Cada uno de estos centros se conectan con nosotros plenamente, manipulando nuestras acciones, pensamientos e intenciones, conectados con nuestro sistema nervioso, nuestro sistema motor y con la emblemización de nuestra caja craneana: nuestro cerebro.

El desarrollo intelectual y espiritual que se logra a través de un conocimiento pleno de nosotros estimula al universo y cómo un efecto boomerang este trae a nosotros eventualidades subjetivas donde logramos hallar la esencia de vida, manejando la comprensión sobre los sistemas de leyes karmicas y sistemas de leyes cósmicas que rigen el universo. Principios que nos dan paso a conocer que lo que damos se nos da de vuelta, lo que logramos llevar a pensamientos puede cumplirse y que la verdad esencial se haya en nuestra palabra, que es nuestro símbolo de vida. La capacidad de conducir la libertad de la conciencia es manejada por cada ser humano, lo que no permite este estado meditativo es la continua aceptación del sistema, el no desarrollar el poder decisivo, el desconocimiento del entorno y fingir cómo unos tantos, sentir amor. A través de este estudio relatare mi experiencia en este extenso camino del desarrollo consciente, las sensaciones extra-corporeas y los momentos de sublime impacto en los que me hago uno con el universo a través de la meditación.