Concurso Día del Libro y del Idioma / Pues tuertos desfaciendo habéis andado.

      Con la siguiente publicación me complace participar en el concurso que con el motivo del Día del Libro y del Idioma organiza @oacevedo. El Quijote es uno de los libros que siempre me acompaña, así que jugar a los apócrifos con él es realmente un auténtico divertimento de fin de semana.

      No desmayemos ni por un segundo en nuestra empresa, mi querido Sancho Panza, porque entre estos ventorrillos husmeo la presencia de bergantes hechiceros que con sus malas artes raptan doncellas de belleza sin par y las convierten en sandías o calabazas para venderlas luego, los muy bellacos, a quien primero les dé siete reales. Alto, detén por un momento tus pasos, mi fiel escudero, que en aquel puesto de verduras que se abre a nuestro lado izquierdo yo adivino la presencia de Draconteo, el más avaro de todos los mercachifles, asomando su fea calavera. Plugo al cielo…

      porque nuestro brazo es fuerte y nuestra empresa es justa. Porque has de saber, Sancho, que en estos asuntos donde mete su cuchara un malandrín mostrenco puede verse el rastro de ese nigromante que tiene, para mal, en cuenta mis pasos. Seguramente querrá él que sea olvidada esta aventura para desprecio de mi honra y fama. “¡A enderezar tuertos Sancho!”.

      Y poniendo nuestro caballero mano a su espada desbarató con mucho ahínco el puesto, con tal furia que aquella la de Orlando cuando de la traición de Angélica se enteró, parecía pequeña. La olla rodó. Y la carne llegó al piso y Sancho, apeándose del burro, detrás della porque el pensaba que la mejor salsa del mundo es el hambre. El entuerto estaba fecho.

      Y dando dos golpes por un lado y tres por el otro seguía Don Quijote hasta que quiso el destino poner ante el una niña de unos nuef años y estando apunto de descargar contra della dos fendientes se detuvo, sin duda acordándose de algún romance.

      El manuscrito terminaba allí. De la misma caligrafía de Benengeli, debía ser algún fragmento que el nigromante principal, enemigo de nuestro caballero había decidido que quedara fuera de la historia.