La vanagloria de la vida
La vanagloria de la vida es todo aquello que apela a la jactancia, arrogancia, orgullo o soberbia. En esta categoría de tentación el maligno usa la contemplación del logro personal (e.g., la popularidad, el éxito académico) para generar una actitud anárquica autosuficiente. Cuando la persona cae presa de la vanagloria de la vida, ya no existe lucha contra la carne; el maligno ha ganado la batalla sensual e intelectual. Los israelitas sucumbieron a este tipo de tentación cuando “fueron soberbios, y endurecieron su cerviz, y no escucharon [los] mandamientos” de Dios (Nehemías 9:16). El diablo también trató de tentar a Jesús por medio de la vanagloria de la vida cuando “le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo” y le sugirió que desafiara a Dios (Mateo 4:5-7).