TODO VA A ESTAR BIEN...

“MIJO; TODO VA ESTAR BIEN.

Y de pronto me encontré sentada en una banca del Aeropuerto Internacional, me había quedado dormida en ella, me despertó el llanto de una mujer que abrazada a un joven le decía: MIJO; TODO VA ESTAR BIEN.

Alrededor mucha gente abrazada en esquinas, sillas un poco usadas, desgastadas y pisos sucios, las escaleras eléctricas varadas y los perros durmiendo alrededor de la gente; si..!, los perros, unos de la calle y otros que también tenían su boleto comprado para irse algún lugar del mundo.

Miré a mí alrededor y me encontré con la mirada triste de mi pequeña; -que ya no era tan pequeña-. No sé porque sentía el corazón como desgarrado y un dolor en el alma que me consumía lentamente.

Estaba en el Aeropuerto Internacional o en el cementerio…?

Me había quedado dormida y aun estaba dormida, no..!, no iba de viaje, iba a despedir a mi chiquita, acompañarla a un viaje para el cual solo llevaba una pequeña maleta llena de recuerdos; tres fotos, un par de medias, un guante, dos pantalones, un par de sandalias, un cepillo dental y… en esa maleta no iba cámara fotográfica; ni un traje de baño. Es que en el fondo sabia que no era un viaje de placer. También mi chiquita; a la que tanto cuidé de niña para que no se estropeara las rodillas, a la que lleve muchas veces al parque a mecerse en un columpios, a la que cuide que no fuera mas allá de la orilla en la playa para que no se ahogara; también formaba parte del éxodo de mi tierra, hacia rumbos desconocidos, donde nadie la espera, donde da dolor tomar fotos en un restaurant o en un supermercado, donde tendrá que sobrevivir en medio de humillaciones de extranjeros desmemoriados que no son capaces de aceptar que lo que estamos viviendo no será eterno.

Había gente sola, muy sola, con la mirada perdida y los suspiros a flor de piel, anhelando un abrazo de despedida.

Algo pasaba en mí, comencé a revisar mi lista de contactos telefónicos y para mi sorpresa muchos tienen el nombre seguido de un país como si este fuera su apellido: Laura Miami, Cris Panamá, Rafa Honduras, Alex Colombia, Milagros Chile, Tere España, Prima Trinidad, Tania Ecuador, Nani Portugal, Sara Italia, Manú Rep. Dominicana, Sira Eslovenia, Tata Perú, Castillo Brasil, Neo Toronto, Dr. Leo Argentina, y por otro lado contactos funcionarios: Rodri Min educación superior, Argenis Min Interior y Justicia, Saúl Apostillas, Juan Registro, Coro Notaria… era evidente que estaba dormida, muy dormida y estaba soñando con un apocalipsis al cual no había sido invitada y ahora me encontraba en un aeropuerto y estaba exactamente buscando un numero telefónico de algún venezolano justo en el lugar donde llegaría el próximo vuelo de mi chiquita. (nada de esto es motivo de alegria, mas bien de tristeza, tu gente se va buscando un futuro que su pais no puede ofrecerle; no es tenerlo todo porque nos enseañaron a vivir en familia, pero nos dividieron como a una camada de perros)

No faltaban las instrucciones de los mayores en aquel pasillo de colores. Cuídate mija, busca alguien conocido mira que el idioma no es el mismo, anda con cuidado, no hables con todo el mundo, hay mucha gente mala, si va limpía hágalo bien, no olvide su tierra y sus amigos y su familia, aquí la vamos a estar esperando, si tiene que regresarse, aquí esta su casa y su mamá, le prometo QUE TODO VA ESTAR BIEN. (Cuando en el fondo conocemos los esfuerzos y sacrificios que tendran que hacer para salir adelante ellos y si les alcanza ayudarnos a nosotros, dejando de satisfacer muchas necesidades personales)

No lograba entender porque el corazón se me arrugaba tanto cada vez que pestañaba, en ese momento tenía que ser más fuerte que nunca, para darle ánimo a mi chiquita que se iba del país, una inmigrante más en el mundo.

El Aeropuerto Internacional estaba vestido de negro, de luto, habían telarañas en el techo y las rayas de colores en el piso se habían oscurecido (ese piso que muchos soñamos pisar en el pasado) y tenían sobre él, las huellas de muchos jóvenes que como mi pequeña salieron en busca de un mejor futuro. El piso brillaba pero no era precisamente pulido; sino mas bien la humedad de las lagrimas que habían brotado de los ojos de muchos familiares que acompañaban a sus seres queridos.

Médicos que ya no atienden enfermos sino que limpian pisos en un hotel, Ingenieros que no construyen sino que pintan paredes en un viejo edificio, Abogados que hacen pastelitos en una esquina, Contadores que trabajan en la caja de un Marquet, Maestros que ya no enseñan en la escuela sino que cuidan una anciana en su casa y el Profe de deporte barre las calles de Cancún. Los títulos quedaron colgados en la habitación de sus padres para el recuerdo, pero su corazón seguirá lleno de inteligencia para cuando puedan o les toque volver.

Me di cuenta que las dos paginas mas visitadas son el Facebook y dolartoday. Una para encontrar fotos de esos amigos que están por fuera y con la intensión de conocer nuestro futuro incierto, buscamos sus fotos a ver si podemos anotar un lugar donde visitar estos carnavales y por otro lado avistar la mas grande, nefasta y terrible devaluación de una moneda que fue en su mejor tiempo la envidia del mundo, y que convirtió el salario mínimo del venezolano en el hazme reír de todos y el dolor de quienes se vieron obligados a salir y de los que se quedaron.

Un kilo de azucar un dolar,pero el salario minimo mensual equivalente a 4 dolares. Los bancos sin dinero,no hay ahorristas, hay desesperados tratando de sacar lo poco que tienen para ver que pueden comprar y lo peor, que pueden conseguir.

Mis pensamientos estaban invadidos de conversaciones y palabras repetidas, porque de hecho, todos hablaban de lo mismo.

De pronto un altavoz anuncio la salida del vuelo de mi pequeña, un suspiro muy profundo del alma emergió y sin poder controlarlo las lagrimas comenzaron a correr por nuestras mejillas y el abrazo surgió como si lo estábamos guardando desde hacía mucho tiempo. La sentí desmayar en mis brazos y la levante un poco en peso para no dejarla caer; no queríamos soltarnos, no había forma de susurrar en el oído, no había pena de llorar delante de la gente, ya que todos hacían lo mismo, Tabata (nuestra perrita) se echó en un lado también llorando como si sabía lo que estaba pasando. “TODO VA ESTAR BIEN”, dentro de mi repetía y repetía esa frase de la cual por primera vez en mi vida no tenia seguridad y que hacia un rato escuché de muchas bocas y ahora le tocó a mis labios balbusearla.

La deje ir para que no perdiera el vuelo, salí del aeropuerto como si en él dejaba mi mas grande amor, y emprendí ese camino a casa, sola, con Tabata; sin parar de llorar. Aunque sentía mucho sueño, no me podía quedar dormida, había que mantener los ojos abiertos hasta saber que llegaría a su destino incierto con la bendición de Dios.

A la media noche suena el teléfono y recibes ese mensaje esperado, ya estoy aquí madre, pero debo quedarme hasta el amanecer en los bancos. Sientes el alma en la boca, aun no puedes dormir, debes cuidar de ella y orar sin cesár para que Dios se mantenga a su lado y la cuide en la distancia.
No hubo preguntas, para que..? si ya conocemos las respuestas. Quien la recibió, fue un extranjero o extranjera que cree que nuestra gente se fue a su país a quitarle el pan de la boca.

Dios me la cuide mijita, recuerde que TODO VA ESTAR BIEN.

Sólo quien sale; sabe el tamaño de la puerta por la cual le tocó cruzar.

Aquí sentada en mi silla, frente a mi computador, con los ojos hinchados de tanto llorar, solo me resta decirle a Dios, Gracias por tu amor y misericordia y al mundo que recibe a nuestra gente; algún día EN VENEZUELA, TODO VA ESTAR BIEN...