El sin elogio -poema

Desde pequeño, en silencio, caminó,
sin oír palabras que al alma elevaran,
con cada esfuerzo, su pecho vació,
y en su mente dudas siempre quedaban.

Nunca un elogio, nunca una flor,
solo su reflejo en un espejo quebrado,
se miraba, triste, sin ver el valor,
perdido en un mundo sin ser notado.

El tiempo pasó, y su vida marchita,
se tornó gris, como nube en tormenta,
la alegría, en su rostro, ya no habita,
la esperanza era solo una imprenta.

Pero un día, como sol que amanece,
un rostro cercano, sus ojos encontró,
y con palabras suaves, su alma teje,
el elogio llegó, en forma de amor.

"Te veo", dijo, "y eres todo luz,
tu ser ilumina mi más oscuro rincón."
Y en ese instante, su vida, en virtud,
recibió colores, brotó una canción.

El amor le otorgó lo que nunca halló,
el valor de su ser, el brillo en su piel.
Por fin entendió lo que el alma clamó:
"Un elogio sincero es la clave del bien."

Ahora camina con fuerza y alegría,
la tristeza se disuelve como el mar,
porque aprendió que el amor y el elogio
son los que dan vida, los que hacen brillar.

Fue ese elogio el que al fin inundó mi ser y la felicidad al fin fue mia regalo de ella.

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