Cajas lo unico que quedo
Las cajas están ahí, quietas, calladas,
como guardianas de historias olvidadas.
Se alinean en silencio, sin tocarse,
testigos mudos de un tiempo que parte.
Cada caja guarda un mundo encerrado,
risas, lágrimas, un pasado olvidado.
Un perfume perdido, un papel desgastado,
susurra memorias que el tiempo ha callado.
No se tocan, temen mezclarse,
sus bordes protegen lo que no puede rozarse.
Son como islas en un vasto mar,
separadas por corrientes que no se pueden cruzar.
El polvo las cubre, como un manto de olvido,
pero dentro, el recuerdo sigue vivo.
Un abrazo truncado, una voz que se apagó,
historias que duermen, pero nunca murió.
Mirarlas despierta preguntas sin dueño,
¿qué secretos guardan? ¿qué sueños pequeños?
Las cajas están ahí, separadas, inmutables,
pero dentro, el alma grita lo inalcanzable.
Quizás un día alguien se atreva a abrirlas,
a unir sus caminos y juntos sentirlas.
Pero por ahora, en su distancia infinita,
son ecos de vidas, de historias marchitas.