SpanishChallenge 15, entrada #1: Sueños de Amistad

Los sueños de Tadeo eran algo raros, desde hace unos días no podía dormir bien, y no importaba cuánto durmiera, despertaba con cansancio y sueño aún. Eso combinado con la actitud introvertida y fría que el joven siempre mostraba, lo hacía parecer una persona realmente deprimente. Desde hace como un mes Tadeo no podía dormir bien, lo cual lo ponía de mal humor, pero ¿Por qué no lograba descansar? La respuesta es simple: pesadillas.

Desde hace un tiempo el joven comenzó a sufrir de esto, pero no eran pesadillas comunes y corrientes, no por su gravedad, sino todo lo contrario, por el sutil terror que provocaban, que hacían crecer lentamente el pánico y ansiedad del joven, lo cual hacía que al despertarse, lo menos que sentiría sería estar descansado. Cada pesadilla era diferente, pero terminaban con la misma escena: Tras él superar los obstáculos, miedos o dificultades; ya fuese huyendo, luchando o de alguna otra forma, siempre terminaba recostado a una pared, a punto de caer desmayado del cansancio, a merced de cualquier peligro nuevo, una luz morada lo molestaba al cerrar los ojos, y empezaba a decir algo que nunca llegaba a entender por completo, solo sabía que empezaba diciendo "Tranquilo, ya puedes descansar..."

Luego de eso despertaba, pensando en que probablemente, el portador de esa luz se equivocaba, ya que se levantaba con un gran cansancio y dormir no lo ayudaba tampoco.

Una mañana, tras sufrir de nuevo la pesadilla, decidió que hablaría de eso con alguien, pues ya era mucho tiempo sin lograr descansar. Sus padres, tras escuchar la queja de su hijo sin prestar atención realmente, dijeron que se pasaría con el tiempo y que dejara de exagerar. Sus amigos no tomaban mayor atención que sus padres, aunque a Tadeo siempre le fue difícil comunicarse con la gente, nunca se pudo relacionar con facilidad, lo que lo hacía alguien muy solitario; esos amigos que tenían, aprovecharían cualquier momento para ignorarlo y evitar conversación con él.

Esa día, decidió que no iba a dormir, que por lo menos una noche no sufriría por sus pesadillas.

Pensó en quedarse en casa esa noche pero sabía que en algún momento se acostaría por el cansancio, así que decidió salir a caminar, hasta que saliera el sol y tuviese que volver a casa para prepararse para ir al colegio. Fue a un parque cercano, decidió sentarse entre los pequeños árboles y el césped, pero antes de poder terminar de acomodarse, comenzó a llover. Corrió a una pared cercana, que encima de ella tenía un pequeño techo, se sentó contra ella y cerró sus ojos, sin darse cuenta que había alguien más allí, en realidad, habían tres personas más además de él.

Dos chicas, y un chico que parecía ser de la misma edad que Tadeo. Todos lo estaban viendo a él, como si hubiese llegado en mal momento. Entonces, el chico al darse cuenta que Tadeo no había notado su presencia, se rió y dijo en voz alta y clara "¡Qué linda es la lluvia!". Tadeo se asustó, creía estar solo, se levantó de prisa y vio asustado a los jóvenes, estaba claro que no era normal que hubiesen tres jóvenes en un parque a altas horas de la noche. Su inquietud bajó un poco al ver que las chicas estaban tan asustadas como él, y logró escuchar como una de ellas le susurró al chico "¡¿Estás loco? ¿Qué sucede si es un ladrón?!" Y después de ella la otra chica respondió "Olvida eso ¿Qué sucede si es un espía de nuestros padres que nos descubrieron?". El joven que aún no se presentaba rió fuertemente, comenzó diciendo "Soy Fred, ellas son mis hermanas menores Teresa y Gabriela, son mellizas por si no lo has notado, solemos escaparnos de casa durante la noche cuando estamos aburridos, venimos al parque a jugar, pero se asustaron al verte y decidieron esconderse aquí, pero se volvieron a poner nerviosas al ver que te acercaste". A Tadeo le sorprendió la rapidez con la que el chico hablaba y la rapidez con la que este revelaba información innecesaria "Si de verdad fuese alguien peligroso..." pensó, dando un poco de confianza a la persona extraña que acababa de presentarse.

Después de eso, Tadeo decidió presentarse, sin rebelar tanta información, solo dijo su nombre y que no podía dormir, por lo que decidió salir a caminar. No parecía mala idea quedarse un rato a charlar con ellos, hasta que parara la lluvia y pudiera volver a casa.

Y así fue, hablaron alrededor de tres horas, sobre cualquier cosa. Después de un tiempo de un tiempo de conversación con los tres, se dió cuenta que no eran malas personas, y si lo que habían dicho al presentarse era mentira, era una muy bien elaborada. Cuando cesó la lluvia, eran las tres de la madrugada, y Tadeo pensó que probablemente debía volver a casa a intentar dormir un rato; los chicos se despidieron y le dieron su número de teléfono, seguían dando mucha confianza para solo haber compartido una noche. Al volver, pudo dormir, no tuvo ninguna pesadilla.

La noche siguiente, no tuvo la misma suerte, las pesadillas volvieron.

Dos noches después volvió a quedar con sus nuevos amigos nocturnos en el parque, volvieron a hablar durante horas, se divertían juntos, y Tadeo empezó a desenvolverse más con ellos. Comenzaron a reunirse cada tres noches, y Tadeo notaba como cada vez que los veía, esa noche no sufría de pesadillas.

Después de un mes, comenzaron a reunirse durante el día, ya que les parecía algo peligroso salir a altas horas de la madrugada tan seguido, además era mejor verse durante el día. Y poco a poco, cada día los jóvenes se encontraban, incluso se visitaban a sus casas, su amistad crecía con el tiempo.

Dos meses después de su primer encuentro Tadeo comenzó a salir con Teresa, sin embargo seguían saliendo todos juntos. El tiempo transcurría y su amistad crecía, así como las pesadillas pararon.

Había pasado año y medio, ¿O ya eran dos años? El tiempo pasó muy rápido desde la última vez que ocurrió, pero sucedió algo. Tadeo se despertó entre gritos ahogados y nervioso, había tenido la pesadilla más horrible de todas, que había terminado de la misma forma, la luz morada, y la frase sin terminar. Sin saber que hacer, habló de esto con Fred, quien solo pudo recomendarle algo: "Tengamos otra reunión en la noche".

Tadeo salió de su casa tarde, como solía hacerlo antes, en dirección al parque. Al llegar, solo estaba Fred, lo cual era extraño, ya que solo cuando este se quedaba en su casa es cuando estaban solos, aunque se consideraban los mejores amigos. Además la ropa de él le llamó la atención: llevaba puesto una camisa gris manga larga con lo que parecía ser una braga amarilla, además de unas botas blancas.

Ya estaba recostado contra la pared donde se reunían cuando llegó Tadeo, quien solo llegó a sentarse, y explicar que había sucedido. Cerró sus ojos y puso la cabeza en dirección al cielo, y comenzó a explicar como eran sus pesadillas, y como terminaban con la luz, olvidando mencionar el detalle de la frase cortada. Al terminar su historia, Fred seguía callado, y con una cara seria; para poder sacar conversación y romper el incómodo silencio preguntó por sus hermanas, este se limitó a decir que no quisieron salir, que una estaba cansada y la otra tenía un examen importante a la mañana siguiente y debía estudiar. Después de un rato más de silencio Fred se limitó a decir "Me voy a mudar a otra ciudad". Tadeo lo miró con sorpresa y tristeza, esa frase representaba que iba a perder a su mejor amigo, su mejor amiga, y su pareja en un solo día.

Fred continuó diciendo "Me voy yo solo, mis hermanas se van a quedar aquí con mi madre, yo iré con mi padre a la ciudad donde lo transfirieron por trabajo... Todavía vamos a hablar, ni tampoco será la última vez que nos veamos, pero si la última en mucho tiempo, me voy mañana." Entonces vio a Tadeo, cambió la cara seria por una sonrisa juguetona y dijo "En cuanto a tus pesadillas, solo tienes que hacer lo que hiciste hasta ahora: mejorar tus noches. Y así podrás dormir"

Tadeo volvió a cerrar los ojos esta vez intentando pasar el golpe de noticia que su amigo le había dado. En ese momento, Fred acomodó sus pies contra la pared y el suelo, lo cual hizo que la suela de sus zapatos se iluminara al reaccionar con el movimiento de sus pies, que estaban quietos hasta ahora. El brillo molestó los ojos de Tadeo que lo hizo voltear instintivamente, la luz de los zapatos no dejaron que sus ojos se acostumbraran fácilmente. Mientras sus ojos intentaban adaptarse a esa luz morada, su amigo dijo "Tranquilo, ya puedes descansar, solo piensa en tus amigos, si es eso lo que te hace sentir cómodo, y podrás dormir en paz".