TRAVESÍA EN EL PASO MARACAIBO (VENEZUELA) - MAICAO (COLOMBIA)

  He tenido la oportunidad de viajar por diferentes países pero lo que he visto en este paso, es de contar. El viaje se inicia en el terminal de pasajero de la ciudad de Maracaibo donde aborde un carro  rumbo a Maicao, a una distancia de 131 km y un tiempo aproximado de 2:30 mín.

 Este abordaje se realiza sin ningún tipo de control de seguridad, el pasaje es en efectivo, sin estar estipulado en ninguna cartelera, con 5 pasajeros y dos niñas sin ningún control del equipaje. La salida fue a las 6:00 am (hora en que se completó el número de pasajeros requeridos), momento en que se nos acercó un policía para preguntarnos cuanto era el monto del pasaje, pregunta a la cual todos conservamos el silencio, el policía siguió insistiendo en el precio y luego comprendí que del monto total deberían dejarle un porcentaje a él.  

Salimos del terminal, confiando en Dios de que todo saliera bien, partimos del Municipio Maracaibo para entrar al Municipio Mara, pasando por Santa Cruz de Mara, ciudad muy pequeña con poco desarrollo económico, luego nos trasladamos a san Rafael del Mojan, capital del Municipio quien conserva una arquitectura colonial.  

 En la alcabala que está ubicada antes de pasar el Río Limón, un policía se acercó al auto para solicitar los documentos de identificación, una de las pasajeras (colombiana) tenía su pasaporte vencido, por esto, fue bajada del carro y se la llevaron, la tardanza fue larga.  

                                                                                                   Alcabala del Río Limón

 

Mientras transcurría el tiempo, las niñas no perdieron ningún momento para entretenerse jajajaja  

Al regresar, la señora venía con los ojos llorosos, al montarnos todos en el carro, nos contó la experiencia traumática que había vivido. Cuenta la señora, que un policía comenzó a extorsionarla pidiendo 100.000bs en efectivo, en vista de que no contaba con esa cantidad, la pasaron a otra oficina, donde la tocó y le sugirió que no pagara la cantidad y que tuvieran relaciones sexuales, que triste, triste. Sigue relatando la señora, que en vista de su negatividad a ceder a ésta petición, negociaron la salida por 50.000bs, monto que ella disponía.  

                                   En esta alcabala sucedió lo relatado

 Partimos al Municipio Guajira, pasando por la ciudad de Sinamaica,  capital del Municipio Guajira, situada al norte del Río Limón y tocando la Laguna de Sinamaica.   

                                                                                          Puente sobre el Río Limón

                                                                          Laguna de Sinamaica

Puente sobre el Río Limón La ciudad de Sinamaica cuenta con una población de indígenas y es un lugar de gran atractivo turístico por sus casas ubicadas sobre la laguna, acá conocidas como Palafitos.    

Fuente 

 

 Pasando por esa zona vi algo que me dio un profundo pesar, una zona con una gran cantidad de generadores de energía eólica, un proyecto de una gran inversión económica por parte del gobierno venezolano, que no ha tenido continuidad, sabiendo la problemática que vive el país ante las constantes interrupciones de electricidad.   

    Es a partir de este lugar donde comienzo a vivir una situación completamente irreal el cual indica el grado de abandono que vive esta población. Se ve a lo largo del camino como gente encapuchada cierra las calles para exigir dinero y permitir así el paso vehicular, e incluso, en ocasiones, se montan sobre el maletero dos personas actuando como escoltas para evitar que otras personas asalten el carro. No me permitieron tomar fotos para que no nos detuvieran.   

  Esto se vive una y otra vez y lo curioso, es que en el trayecto se consiguen unas cuantas alcabalas con militares, lo que me hace pensar que ellos están al tanto de la situación. En todas estas, el conductor nos relata durante estos espacios la cantidad de veces que ha sido atracado, apuntándolo con un arma, e incluso, la vez que comenzaron hacerle tiros al aire, para detenerlo y tratarle de quitar su vehículo. Así que pueden imaginarse como estábamos los pasajeros de aterrados. 

Luego logramos salir de ésta etapa de angustia y nos conseguimos en la zona que llaman la Raya, quien representa propiamente dicha, la Frontera Venezuela-Colombia. Allí me baje del carro que me transportaba para chequear la salida del país en el pasaporte en las oficinas del SAIME (Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería).  

                                                                        La Raya

Una vez sellado el pasaporte atravesé la Raya caminando, puesto que la frontera está cerrada por lo que el carro debe atravesar la frontera por lo que ellos llaman las Trochas para recogerme. Ya en el lado colombiano, volví a chequear el pasaporte en las oficinas del DAS (Departamento Administrativo de Seguridad), cabe decir que muy diferentes a las del SAIME, puesto que cuentan con oficinas con aire acondicionado, muy buena atención y organización. 

Al salir del DAS, el carro me recogió a unas dos calles, allí pude ver en la orilla de la carretera, una gran cantidad de mesas con la venta de los billetes venezolanos, triste, triste, triste, que eso sea permitido, cuando en Venezuela carecemos de dinero en efectivo, por el problema de extracción del mismo (ya esto es otro tema para conversar). En el recorrido hacia el terminal de Maicao vi otro aspecto que me produjo profunda tristeza, el contrabando de gasolina venezolana, como se puede observar en la siguiente imagen.    

  El tema fronterizo entre Venezuela y Colombia tiene su problemática única, situación que se ha incrementado o yo diría, mutado, en el tiempo por la ausencia de políticas fronterizas que beneficien a ambas naciones. Bueno que este relato sirva para futuros viajeros de Venezuela a Colombia por el lado de la Guajira para que tomen sus precauciones y les sirva como una guía en este recorrido o quizás como conocimiento de cultura  general.    

                                   Para mí un viaje siempre es una aventura y ésta es para recordarla jajaja.