La triste historia de Carolina, la otra cara de la moneda...
La joven e ingenua Carolina, de tan solo 13 años de edad, se enamoro perdidamente, de un apuesto chico 5 años mayor que ella, y que pasaba todas las tardes por su casa, al pasar los días creció un romance entre ambos, y ella decidió irse de casa, con el que que solía decír, ser el amor de su vida. Los arduos esfuerzos de sus padres por convencerla volver a casa no fueron suficientes. Los chicos decidieron vivir en Caracas, para el seguir en su ambición del pugilismo.
De adolescente a esposa y madre...
Pasados dos años y Carolina ya con 15 años, volvió a su natal Mérida, embarazada y dispuesta a dar a luz a su hijo allá y contar con el apoyo de su familia. Fue breve la permanencia de Carolina, pues su pareja tenía fuertes compromisos laborales en la capital y ella sentía que debía estar con él. Menos de un año paso, desde el nacimiento de su hijo y con autorización de sus padres se casaron, fue una boda sencilla, pues a Carolina no le gustaba nada ostentoso, solo asistieron familiares y amigos muy allegados.
Fuera de su pais...
Pasado unos meses, viajo con su esposo a EEUU, él como figura de alto nivel en el boxeo, y una vida con buenas comodidades. El socialmente activo, su ambiente laboral lo demandaba, ya rodeado de buenos autos y gustos algo extravagantes.
Pero carolina en casa, cuidando su niño y en ocasiones sola y triste, una tarde decidió salir de paseo con su hijo, fue al cine, se distrajo y se le fue el tiempo, llego a su casa pasadas las 9 de la noche, al llegar observo unas botellas vacías en la mesa y algo de desorden, su esposo sin mediar palabras y muy molesto la golpeo a nivel de dejarle inconsciente, al día siguiente cuando despertó, varios ramos de flores y regalos, bordeaban su cama, al pie de la misma una nota pidiendo perdón. Carolina obvio el primer y alarmante llamado que le daba la vida, de lo que le esperaba.
Carolina se embaraza nuevamente, esta vez una bella niña, muy contenta, y a la vez muy triste por la falta de su familia, ella quería regresar a Venezuela insistió muchas veces y su esposo no se lo permitió. Se acentuaron nuevamente los gritos y las amenazas por parte de él, cada vez con mayor intensidad, a nivel de amenazarla si daba parte a las autoridades, ya que podría ser sancionado en su trabajo y prohibirle entrar al país.
De regreso a su tierra...Regresan nuevamente a Venezuela luego de tantas insistencias de Carolina, y la sorpresa para la familia de Caro, pues nunca les dijo nada de la nueva integrante de la familia. La madre de Carolina noto la tristeza que reflejada en su mirada, inclusive evitándolas constantemente, ya no reía y usaba camisas cuello alto, y brazos cubiertos, cuando ella siempre fue una chica muy alegre y divertida, y ya nada le producía gracia.
Un día, en una pequeña reunión familiar, escucharon una fuerte discusión, el salió de la casa y Carolina en la habitación desmayada, fue llevada a urgencias, debido a los fuertes golpes que recibió, presentó varias costillas rotas y perforación de un pulmón, ese día se le abrió el primer expediente por violencia, fue detenido, pero Carolina retiro los cargos, admitiendo sentir temor, que se tornara mas violento. Seguidos los días se suscitaron otros acontecimientos, de la misma índole, él ebrio y drogado la golpeaba cuando le provocaba. Cansada de esa situación, se fue de su casa, e introdujo demanda de divorcio. El se negaba a la posibilidad de perder su familia, y decidió recluirse en un hospital para rehabilitarse, lo cual duro muy poco.
Un día la invito que lo acompañara a unas presentaciones en Caracas, a lo cual ella accedió, y así conversar de su intención de separación definitiva. Camino a la capital anocheció, prefirieron hospedarse en un hotel, durante largo rato conversaron en el vestíbulo, y subieron a la habitación asignada. A las 5:30 de la mañana, él bajo y con la ropa ensangrentada, notifico que el cuerpo de su esposa yace inerte en la habitación, una supuesta persona entro, mientas ambos dormían y la asesino. El se marcho de inmediato del hotel.
Las autoridades comenzaron la búsqueda, encontrandolo, a pocos kilómetros del lugar, una vez detenido, confesó su crimen. En menos de 24 horas del brutal asesinato de su esposa Carolina de tan solo 23 años y madre de sus dos hijos, se suicido en una fría y oscura celda de un calabozo, el joven campeón mundial de boxeo.
Dos vidas perdidas, dos familias en luto, la marca que quedo, en esos pequeños inocentes jamas se borrara, simplemente falta de orientación, mucha ayuda por parte de los más cercanos, o simplemente falta de valor de Carolina terminar una relación de violencia constante, la llevo a este fatal desenlace.
La triste historia de la esposa del Inca Valero...
Es correcto amiga @lenyscarolina historias que no se olvidan, y desee compartirla, gracias por leer mi post, saludos